?rboles de pl¨¢stico
Los lectores opinan sobre ecolog¨ªa, la Conferencia de Presidentes Auton¨®micos, el populismo, la experimentaci¨®n con animales y sobre la edici¨®n impresa de los peri¨®dicos
D¨ªas atr¨¢s, pregunt¨¦ a una alcaldesa de la comarca del Empord¨¤ el motivo por el que hab¨ªan talado gran parte del arbolado del pueblo. El mantenimiento es demasiado alto, me respondi¨®, pero si usted sabe de alg¨²n ¨¢rbol que sus ra¨ªces no levanten el pavimento, que sus hojas, flores y frutos no ensucien el suelo y que su polen no provoque alergias... entonces, estos s¨ª que los plantaremos. Los ¨¢rboles son seres vivos, le respond¨ª yo, ellos tambi¨¦n tienen sed, pero si los ahogamos con asfalto, sus ra¨ªces buscan la humedad y suben hacia la superficie. Tambi¨¦n ellos se reproducen a trav¨¦s de sus flores y gracias a sus hojas tenemos sombra y frescor. Me mir¨® extra?ada. Sabe qu¨¦, le dije yo, pues que si cree que es mejor, pl¨¢ntelos de pl¨¢stico. Este es el extracto de una conversaci¨®n real con una alcaldesa en el siglo XXI, en pleno cambio clim¨¢tico. Incre¨ªble.
Lola Arpa Vilallonga. Peratallada (Girona)
Fondos europeos: ?qu¨¦ hay de lo m¨ªo?
Discutir por sacar la cifra m¨¢s alta posible de fondos europeos para la comunidad aut¨®noma de cada cual en la Conferencia de Presidentes no parece muy ejemplar. Tampoco eficaz. El encuentro debe ser para la reflexi¨®n, el acuerdo, el consenso, eso ser¨ªa lo m¨¢s eficiente y razonable. Porque no se trata de saber o de lograr la mayor cifra posible para venderla a tu electorado. Ser¨ªa mejor fijar criterios comunes para todas las comunidades aut¨®nomas que se aplicar¨ªan en el reparto de los fondos. Orillar¨ªamos el cu¨¢nto y propiciar¨ªamos el c¨®mo. El sentido com¨²n se impondr¨ªa. Y tampoco habr¨ªa que lamentar la ausencia de nadie que no quisiese estar en este importante foro de representantes del Estado.
Joan V. Ll¨¤cer Mont. Algemes¨ª (Valencia)
Un m¨¦todo revitalizado
Recientemente Donald Trump revitaliz¨® una vieja pr¨¢ctica para destruir la democracia: si el resultado electoral no es el deseado, se pone en duda la limpieza de las elecciones. Incluso se puede ¡°calentar el ambiente¡± en el caso de que las encuestas no pinten bien. El resultado fue claro, todos vimos las hordas violentas asaltando las c¨¢maras legislativas de una de las primeras democracias del mundo. Primero fue el propio Trump, despu¨¦s Fujimori y, recientemente, se incorpora Bolsonaro. Resulta evidente el car¨¢cter autoritario y populista de todos los seguidores de la escuela Trump. No consta que el laborismo ingl¨¦s, la democracia cristiana alemana o los dem¨®cratas estadounidenses se hayan incorporado a semejante pr¨¢ctica. Esperemos que la tendencia no se implante en ning¨²n otro pa¨ªs ni en ninguna otra ideolog¨ªa.
Jorge M. Moreno. Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid)
Basta de maltrato animal
Hace m¨¢s de tres meses se denunci¨® a la empresa Vivotecnia por crueldad innecesaria y desprecio por los animales con los que lleva a cabo experimentos de laboratorio. Hay im¨¢genes sobrecogedoras que prueban la crueldad extrema. Mientras tanto, la empresa sigue funcionando como si no hubiera pasado nada, a pesar del esfuerzo y lucha continua de organizaciones y de un grupo de ciudadanos de Tres Cantos, localidad donde se encuentra el citado laboratorio, para liberar a los animales que siguen en manos de sus verdugos. La tortura abarca muchas maneras de hacer sufrir a los animales. Son seres con sensibilidad de la que carecen aquellos que anteponen el beneficio econ¨®mico al bienestar de los seres vivos. No concibo que estas personas duerman bien por las noches con la conciencia tranquila y con el respaldo de las instituciones.
Mercedes Guz¨®n de la Fuente. Tres Cantos (Madrid)
Papel
El ni?o que vocifera en el tren dice todo lo que piensa. Pandemia y digitalizaci¨®n. Cuando dirige la mirada al objeto que se despliega entre mis manos, como si hubiera visto un dinosaurio del que alguna vez ha escuchado hablar pero cre¨ªa que ya no exist¨ªa, no puede evitar gritar: ¡°Es la primera vez que veo un peri¨®dico, mam¨¢¡±.
Slavko Zupcic. Valencia
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