La futilidad de Bolsonaro

El pat¨¦tico desfile de los tanques blindados y viejos de la Marina lanzando humo en Brasilia ha sido objeto de una serie de memes y bromas en las redes sociales. Al mismo tiempo, ha preocupado en el exterior.

Lo cierto es que aquel humo se ha convertido en la imagen de la futilidad y debilidad del presidente, Jair Bolsonaro, que se cree due?o del Ej¨¦rcito y trata de usarlo para amedrentar a las instituciones. En realidad, ha sido solo humo que se deshace. ...

El pat¨¦tico desfile de los tanques blindados y viejos de la Marina lanzando humo en Brasilia ha sido objeto de una serie de memes y bromas en las redes sociales. Al mismo tiempo, ha preocupado en el exterior.

Lo cierto es que aquel humo se ha convertido en la imagen de la futilidad y debilidad del presidente, Jair Bolsonaro, que se cree due?o del Ej¨¦rcito y trata de usarlo para amedrentar a las instituciones. En realidad, ha sido solo humo que se deshace. Ha sido banalidad pol¨ªtica. Anuncio de futilidad y debilidad.

El humo suele ser anuncio de fuego que devora. El humo que exhala todo lo que rodea al presidente brasile?o, insignificante y ruidoso, es sin embargo m¨¢s bien paranoia alimentada por sus seguidores alucinados con el humo que exhala su esp¨ªritu destructivo. Al final ese humo de los blindados viejos del Ej¨¦rcito no conseguir¨¢ cegar la vista de las instituciones que, con todos sus defectos y debilidades, son la seguridad de que Brasil no ha renunciado a sus valores democr¨¢ticos que son el fundamento de una vida pac¨ªfica vivida en libertad.

Como escribi¨® el ministro del Tribunal de Cuentas de la Uni¨®n, Bruno Dantas: ¡°Los ataques a la democracia pueden ser ruidosos, pero no pasan de humo que puede ser oscuro y amenazador, pero que se deshace en los aires democr¨¢ticos. Blindado es nuestro r¨¦gimen de libertades, blindados son nuestros valores democr¨¢ticos, blindado debe ser nuestro compromiso irrenunciable con la Constituci¨®n que juramos respetar, cumplir y hacer cumplir¡±.

La paranoia del presidente brasile?o que trata de comprar la complicidad del Ej¨¦rcito en sus sue?os violentos, puede atemorizar. La historia nos recuerda tiempos sombr¨ªos y sangrientos del pasado. Sin embargo, cuando se analiza la banalidad de un presidente que no solo es incapaz de gobernar, sino hasta de hablar sin complicidad con el lenguaje soez de los bajos fondos de las letrinas, no es dif¨ªcil imaginar su fin. Sobre todo en un pa¨ªs que a¨²n cuenta en el mundo, donde las instituciones no parecen dispuestas a re¨ªrle sus provocaciones y a defender a cualquier precio la democracia y la fidelidad a la ley.

El eco que tuvo en el exterior la pantomima de las fuerzas de la Marina desfilando frente al Congreso es la mejor se?al de que Brasil preocupa y cuenta en el mundo. Que las bravatas golpistas de Bolsonaro empiezan a preocupar. Brasil no est¨¢ solo y el personaje que lo preside es visto m¨¢s bien como el remedo de una ¨®pera bufa.

Bastar¨ªa con saber si la locura del personaje no pasa de caricatura y extravagancia de mal gusto o si puede acabar no conform¨¢ndose con el humo de los blindados militares para acabar tomando en serio sus instintos de muerte y devastaci¨®n. Mejor ser¨ªa que las instituciones no esperen a ver el final del drama y busquen la forma m¨¢s eficaz y democr¨¢tica para frenar a tiempo lo que ma?ana podr¨ªa ser imposible, porque su locura no tiene vuelta atr¨¢s. Locura que ya ha afectado a miles de vidas que habr¨ªan podido salvarse, que est¨¢ desmoronando una econom¨ªa que ya fue la quinta mayor del mundo, que est¨¢ envenenando la convivencia y destruyendo el santuario de la Amazonia, una de las mayores glorias y orgullo del pa¨ªs.

Es verdad que la votaci¨®n en el Congreso que derrot¨® las pretensiones y obsesiones de Bolsonaro contra el voto en las urnas revel¨® tambi¨¦n que el d¨¦spota cuenta todav¨ªa con apoyos suficientes en el Congreso para detener un proceso de impeachment contra ¨¦l. Sin embargo, lo cierto es que las instituciones est¨¢n cercando cada vez m¨¢s las pretensiones autoritarias y farsescas del presidente y que por ello aumenta cada d¨ªa su malhumor y desesperaci¨®n.

Como ha escrito, Mar¨ªa Herminia Tavares en su columna de Folha ¡°Bolsonaro el coleccionador de derrotas¡±: ¡°Quien ve en el impeachment la ¨²nica alternativa para el desastre en curso tal vez no perciba que la sociedad organizada y las instituciones democr¨¢ticas est¨¢n imponiendo l¨ªmites al candidato tirano¡±.

Es la mejor prueba de que las instituciones democr¨¢ticas han decidido hacerle el cerco a las locuras golpistas del capit¨¢n acomplejado, quien est¨¢ adem¨¢s empa?ando el prestigio que las Fuerzas Armadas siempre tuvieron en la sociedad civil tras la dictadura. Prestigio que el humo de los tanques desfilando en el coraz¨®n pol¨ªtico de Brasil pueden acabar ensuciando.

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