El Congreso brasile?o decide extinguir la Amazonia
El d¨ªa en que el antiministro de Medio Ambiente deja el Gobierno de Bolsonaro, se realiza el m¨¢s terrible ataque a la mayor selva tropical del mundo
No se trata de otro de los muchos ataques realizados en los ¨²ltimos a?os. Es un intento de ataque fatal. Mientras la prensa y las redes sociales se hac¨ªan eco de la dimisi¨®n del ministro contra el Medio Ambiente, Ricardo Salles, la Comisi¨®n de Constituci¨®n, Justicia y Ciudadan¨ªa de la C¨¢mara de los Diputados aprobaba por 40 votos a 21 el Proyecto de Ley 490/2007. Este proyecto de ley, tal como est¨¢ redactado hoy, es el mayor ataque a la selva amaz¨®nica y a los pueblos originarios, articulado por Jair Bolsonaro y sus compinches, como los miembros del Centr?o, una coalici¨®n de partidos sin programa ni ideolog¨ªa que apoya al presidente a cambio de cargos y partidas presupuestarias. Si el Congreso aprueba el proyecto y este se convierte en ley, la selva llegar¨¢ a un punto sin retorno.
La dimisi¨®n de Salles es una victoria para quienes quieren la selva en pie, pero el exministro era solo un correo de lujo de Bolsonaro que hac¨ªa el trabajo sucio para la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, para que ella pueda fingir que impulsa una agroindustria ¡°moderna¡±. Una versi¨®n del clich¨¦ ¡°poli bueno, poli malo¡± de las pel¨ªculas de Hollywood. Salles se va, pero la ¡°musa del veneno¡± se queda, firme como un poste. Ella y todo lo que representa est¨¢n da?ando el medio ambiente desde mucho antes del Gobierno de Bolsonaro y posiblemente seguir¨¢n haci¨¦ndolo tras su fin.
El ataque a la Amazonia y sus pueblos est¨¢ organizado. La comisi¨®n aprob¨® el proyecto de ley el mismo d¨ªa que Salles dimiti¨® formalmente del Gobierno en el Diario Oficial. Aunque era una noticia m¨¢s importante, qued¨® relegada o no apareci¨® en absoluto. El Proyecto de Ley 490 es la mayor ofensiva contra la Amazonia y sus pueblos, una ofensiva que no empez¨® con Bolsonaro ni con los parlamentarios vinculados a ¨¦l, pero que solo ha llegado hasta aqu¨ª porque es Bolsonaro quien ocupa el poder. Como la mayor selva tropical del mundo es la gran reguladora del clima, lo que est¨¢ ocurriendo ahora en el Congreso brasile?o amenaza a todo el planeta. En los dos primeros a?os del Gobierno de Bolsonaro, la deforestaci¨®n de la selva aument¨® casi un 48% en las ¨¢reas protegidas de la Amazonia, seg¨²n un estudio del Instituto Socioambiental.
Si la Amazonia deja de ser lo que es ¡ªuna gran reguladora del clima¡ª ser¨¢ muy dif¨ªcil, quiz¨¢ imposible, controlar el sobrecalentamiento global. Solo por esta raz¨®n, la inversi¨®n internacional en Brasil est¨¢ cayendo en picado: ni siquiera el capitalista m¨¢s ac¨¦rrimo quiere que se le identifique con el colapso de la vida en la Tierra.
Faltan palabras para nombrar a los humanos capaces de poner en riesgo a su propia especie. Tendremos que encontrarlas. El Proyecto de Ley 490 es un ataque fatal, realizado a una regi¨®n ya extremadamente debilitada por todo el ¡°ganado¡± que Ricardo Salles hizo pasar siguiendo ¨®rdenes de Bolsonaro. ¡°Hacer pasar todo el ganado¡± es una expresi¨®n que el propio ministro utiliz¨® en una reuni¨®n del Ejecutivo con el sentido de derogar el mayor n¨²mero de leyes medioambientales posible de una vez. Salles debilit¨® las inspecciones, estimul¨® la invasi¨®n de las tierras p¨²blicas ¡ªincluso las formalmente protegidas por la ley¡ª e incentiv¨® a los depredadores: ladrones de tierras p¨²blicas, madereros y mineros que forman la base de apoyo de Bolsonaro en la Amazonia. Para cerrar la lista, es fundamental mencionar tambi¨¦n el ataque a los pueblos originarios, la negativa a demarcar sus tierras como determina la Constituci¨®n y, finalmente, haber dejado que la covid-19 entrara en tierras ind¨ªgenas, proceso ya denunciado como genocidio. La resistencia de los ind¨ªgenas contra su propia extinci¨®n ha mantenido la selva en pie hasta hoy. Y la demarcaci¨®n de sus tierras ancestrales, determinada por la Constituci¨®n de 1988, ha sido la principal responsable de garantizar la supervivencia de la selva. Alrededor de las tierras ind¨ªgenas y las zonas de conservaci¨®n, ¡°el ganado¡± ya ha pasado.
Es duro, muy duro, explicar a personas pagadas ¡ªy muy bien pagadas¡ª con dinero p¨²blico que ser¨ªa prudente no intentar exterminar la especie. Pero esta es la situaci¨®n en la que nos encontramos: sugiriendo a sus excelencias que suspendan su fanatismo y su codicia por algunas horas y estudien al menos un poco. Sugiriendo a sus excelencias que, por favor, no borren a los humanos del planeta con sus acciones. El problema es que, como la codicia les estimula a mantener el cerebro libre de la influencia de las neuronas, prefieren repetir que el colapso clim¨¢tico es un ¡°complot marxista¡±, como hac¨ªa el hombre que arruin¨® la diplomacia brasile?a. Diputadas Bia Kicis y Carla Zambelli y todos los caballeros que las rodean: dense cuenta de que hasta las amebas tienen instinto de supervivencia.
El Proyecto de Ley 490 es de autor¨ªa de un diputado ruralista ya fallecido y est¨¢ en tr¨¢mite en el Congreso desde 2007. La propuesta se suma a por lo menos otros 13 proyectos o fechor¨ªas contra los pueblos originarios, que alteran el Estatuto del Ind¨ªgena y actualizan el texto de la Propuesta de Enmienda Constitucional 215, una de las mayores amenazas a los derechos ind¨ªgenas jam¨¢s producida por el Congreso.
Es f¨¢cil percibir que, si se aprueba, el proyecto derogar¨¢ totalmente los derechos ind¨ªgenas y permitir¨¢ legalmente la explotaci¨®n predatoria de la selva amaz¨®nica y otros biomas. Si cuando se respetan ¡ªal menos formalmente¡ª los derechos constitucionales de los pueblos originarios y no se permite la explotaci¨®n minera ni predatoria en sus tierras se desmatan m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas en la Amazonia en un a?o, como ocurri¨® en 2020, imag¨ªnese lo que puede ocurrir en un a?o de farra total y legalmente autorizada. Estando prohibida la explotaci¨®n minera, solo en la tierra ind¨ªgena yanomami hay unos 20.000 mineros devastando la selva, parte de ellos bajo el mando del Primer Comando de la Capital (PCC), una de las mayores facciones del crimen organizado de Brasil. Para cualquier persona con m¨¢s de dos neuronas y un m¨ªnimo instinto de conservaci¨®n y amor por sus propios hijos (o sobrinos), la intenci¨®n del proyecto de ley se explica por s¨ª misma y la magnitud del impacto es rid¨ªculamente obvia.
Pero ah¨ª est¨¢. Arriesg¨¢ndose a contagiarse y morir de covid-19, cientos de ind¨ªgenas de diferentes pueblos protestaron en Brasilia y fueron recibidos con bombas de gas lacrim¨®geno. A la ¨²nica diputada ind¨ªgena, Jo¨ºnia Wapichana, del partido Red de Sostenibilidad, la interrump¨ªa constantemente y le imped¨ªa hablar la presidenta de la comisi¨®n, la bolsonarista Bia Kicis. La sesi¨®n de votaci¨®n del mi¨¦rcoles 23 de junio fue un espect¨¢culo de horror, de estupidez y de racismo expl¨ªcito. Verg¨¹enza es poco.
Las tierras ind¨ªgenas pertenecen al Estado, pero son de usufructo permanente y exclusivo de los pueblos originarios. Cuando el Congreso pretende cargarse la Constituci¨®n, eso afecta a los derechos de todas las brasile?as y de todos los brasile?os. El objetivo es sacar estas tierras del dominio p¨²blico, del bien com¨²n, y ponerlas en manos de especuladores, para obtener beneficios privados. Esta trama ya la conocemos bien. Esta vez, como la Amazonia se ver¨¢ gravemente afectada, toda la lucha contra el colapso clim¨¢tico y la sexta extinci¨®n masiva de especies se ver¨¢ comprometida, lo que convierte el proyecto de ley en un tema de inter¨¦s para la comunidad mundial. La cat¨¢strofe que se perfila es planetaria, y no hay exageraci¨®n en esta afirmaci¨®n.
Verse obligado a deshacerse de Ricardo Salles, tal vez su ministro m¨¢s querido, hace sufrir a Bolsonaro. Es una gran derrota. Salles le sirvi¨® fielmente y dej¨® un precioso legado a Bolsonaro, que fue elegido prometiendo permitir (todav¨ªa m¨¢s) la explotaci¨®n predatoria en la Amazonia y cumpli¨® a rajatabla su promesa de campa?a. He aqu¨ª la hoja de servicios prestados por Salles, enumerada por el Observatorio del Clima: ¡°dos a?os de deforestaci¨®n creciente, dos r¨¦cords sucesivos de incendios en la Amazonia, 26% del Pantanal carbonizado, inacci¨®n ante el mayor derrame de petr¨®leo de la historia de Brasil, emisiones de carbono crecientes y la imagen internacional del pa¨ªs por los suelos. Para no decir que solo destruy¨®, Salles a?adi¨® una expresi¨®n al l¨¦xico del portugu¨¦s brasile?o: boiada [ganado], como sin¨®nimo de destrucci¨®n medioambiental¡±.
Salles solo ha sido defenestrado formalmente porque el propio Bolsonaro est¨¢ demasiado acorralado ante las pruebas de su responsabilidad en la muerte de m¨¢s de medio mill¨®n de brasile?os de covid-19. Salles dej¨® el Gobierno por la puerta de atr¨¢s el mismo d¨ªa en que las investigaciones sobre la compra sospechosa de la vacuna Covaxin llegaron al nombre de Bolsonaro en la Comisi¨®n Parlamentaria de Investigaci¨®n de la Pandemia. El presidente brasile?o nunca ha estado tan acorralado. Y lo siente. Cuando Bolsonaro lo siente, hace sangrar a los dem¨¢s. Ya he advertido en este espacio ¡ªy lo hago una vez m¨¢s¡ª que cada d¨ªa que Bolsonaro pasa en el poder es un d¨ªa m¨¢s de horrores, sobre todo donde es m¨¢s dif¨ªcil que la prensa llegue, como en la selva profunda. De la misma forma que el Congreso se apresura a aprobar las maldades, la base de Bolsonaro en la Amazonia invade, saquea, quema y mata. Es necesario que ocurra un impeachment o Brasil desocurrir¨¢ de la forma m¨¢s tr¨¢gica.
Eliane Brum es escritora, reportera y documentalista.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza
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