Empezar la casa afgana por el tejado
No es f¨¢cil construir un Estado, pero, como m¨ªnimo, no lo destruyas

El fracaso de la estrategia occidental en Afganist¨¢n se resume en una frase: Afganist¨¢n no necesitaba una democracia, sino una burocracia. Los pa¨ªses aliados, encabezados por EE UU, invertimos recursos ingentes en la promoci¨®n de los procesos y valores democr¨¢ticos, cuando deber¨ªamos haberlos volcado en la construcci¨®n del Estado afgano.
Porque una lecci¨®n implacable de la historia es que la democracia no echa ra¨ªces en un pa¨ªs si antes no hay una administraci¨®n fuerte. Lo atestigua, por ejemplo, la tumultuosa historia de Am¨¦rica Latina; y quiz¨¢s tambi¨¦n la de Espa?a. No puedes confiar en que unas elecciones, por libres y competitivas que sean desde un punto de vista formal, obren el milagro de modernizar una naci¨®n. Antes que urnas, hay que poner farolas y alcantarillas. Antes que observadores electorales, recaudadores de impuestos.
Obviamente, no todos los Estados tienen el dinero para financiar las autopistas californianas, los hospitales espa?oles o la polic¨ªa de Scotland Yard. Pero, y aqu¨ª est¨¢ la clave, lo fundamental no es la cantidad de funcionarios que puedas desplegar, sino su calidad; es decir, que sean incorruptibles y act¨²en de forma imparcial. Finlandia o Singapur comenzaron con aparatos estatales diminutos, pero limpios.
En edificar un Estado, Afganist¨¢n part¨ªa en desventaja: epicentro monta?oso del tri¨¢ngulo que conforman los grandes poderes asi¨¢ticos (India, China y Persia); deseado por todos, controlado por ninguno. Su escarpada orograf¨ªa y su afilada jerarqu¨ªa tribal han resistido desde tiempo inmemorial a cualquier autoridad central, ya fuera el glorioso Alejandro Magno en el 330 antes de Cristo, o el campechano George W. Bush anteayer, el refinado imperio brit¨¢nico en el siglo XIX o el tosco imperio sovi¨¦tico en el XX. Como dicen algunos pol¨ªticos de la etnia past¨²n, mayoritaria en la zona: si he sido past¨²n durante 4.000 a?os y musulm¨¢n durante 1.400 a?os, ?C¨®mo esperas que sea leal a un Estado-naci¨®n que s¨®lo tiene unas pocas d¨¦cadas?
No era f¨¢cil forjar un Estado en Afganist¨¢n, pero los americanos empezaron la casa por el tejado. No s¨®lo no lucharon efectivamente contra la corrupci¨®n, sino que incluso la toleraron entre los oficiales afganos. Trataron de apaciguar a las ¨¦lites locales y enfurecieron as¨ª a unas masas que se pasaron a los talibanes. No es f¨¢cil construir un Estado, pero, como m¨ªnimo, no lo destruyas. @VictorLapuente
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