Casado en Europa

La visita de Pablo Casado a Berl¨ªn del jueves pasado ten¨ªa el objetivo de sumarse a la despedida del primer plano de la pol¨ªtica de Angela Merkel y debatir con sus colegas del Partido Popular Europeo los problemas que afronta la democracia cristiana y el conservadurismo pol¨ªtico. Hoy vive asediado en m¨²ltiples lugares de Europa por partidos que a su derecha cuestionan y a menudo vulneran los valores b¨¢sicos de la tradici¨®n liberal europea. Tambi¨¦n en Espa?a el PP padece esa presi¨®n, sin que logre en muchas ocasiones establecer barreras que distingan su posici¨®n pol¨ªtica del discurso de la ultraderecha de Vox. La tentaci¨®n de cuestionar sin matices la acci¨®n de gobierno de la coalici¨®n es cr¨®nica y hasta previsible en la formaci¨®n de Abascal pero no deber¨ªa serlo en un partido cuya experiencia de poder lo separa del estilo hooligan de Vox.

A casi dos a?os vista de la fecha prevista para las elecciones generales, Casado dio un mitin ante sus hom¨®logos europeos. Comparar el funcionamiento del Estado y de la justicia en Espa?a con Polonia y Hungr¨ªa es algo m¨¢s que un calent¨®n verbal o una exageraci¨®n ret¨®rica porque ignora a conciencia ¡ªo intencionadamente¡ª la inadecuaci¨®n de ese paralelismo entre Espa?a y las pr¨¢cticas de Polonia o Hungr¨ªa, reprobadas por la UE en forma de bloqueo de los millonarios fondos comunitarios. Casado tuvo que matizar horas despu¨¦s esa analog¨ªa, tan pr¨®xima de forma parad¨®jica a algunas de las l¨ªneas argumentales del independentismo m¨¢s caliente en Catalu?a. Adem¨¢s de falta de rigor, su acusaci¨®n partidista atenta contra los intereses de Espa?a. Casado lleg¨® a decir que se est¨¢ gastando mal el dinero de los fondos europeos en nuestro pa¨ªs. Una buena parte de esos fondos ser¨¢n gestionados por las comunidades aut¨®nomas, muchas de ellas gobernadas por el PP.

Tambi¨¦n en Berl¨ªn volvi¨® a defender Casado su propuesta de que sean los jueces quienes elijan directamente a los miembros del Consejo General del Poder Judicial, aunque en Europa son escas¨ªsimos los pa¨ªses que lo hagan como Casado quiere que se elija al ¨®rgano de gobierno del poder judicial en Espa?a. La agilidad o la habilidad para negociar la renovaci¨®n del poder judicial por parte del Gobierno podr¨¢ ser discutible, y de hecho ha sido discutida repetidamente, pero reproducir a escala europea el discurso local sobre el af¨¢n de control de la justicia de Pedro S¨¢nchez emite un mensaje distorsionado inaudito en un partido que se presenta ante sus socios como una alternativa de gobierno. O se aportan pruebas de esa grav¨ªsima acusaci¨®n ¡ªleyes, decretos, injerencias¡ª o su autor queda retratado como abanderado de quienes est¨¢n dispuestos a erosionar el Estado en la lucha partidista.