El espect¨¢culo de siempre
Los lectores escriben de la actitud oportunista de la clase pol¨ªtica, las consecuencias de la pandemia de coronavirus, el amor por los libros, e Ignacio S¨¢nchez-Cuenca responde a la columna de V¨ªctor Lapuente
Da igual si se trata de la agresi¨®n hom¨®foba que result¨® ser falsa, de la okupaci¨®n de la vivienda de una anciana por una inmigrante, de la cancelaci¨®n del proyecto de ampliaci¨®n de El Prat o de casi cualquiera de los temas que agitan a diario la vida social. El fondo es siempre el mismo: salta un asunto de forma natural o inducida, las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n la amplifican; los l¨ªderes pol¨ªticos e institucionales se tiran al monte a tratar de sacar su tajada, con la falta de rigor y responsabilidad y el oportunismo que les caracteriza. Y los ciudadanos asistimos estupefactos al espect¨¢culo, aunque algunos se lanzan tambi¨¦n al ruedo y a la gresca, hasta que surge algo nuevo. Y aunque parece que no pasara nada, lo cierto es que ese modo de funcionar terminar¨¢ por destrozar nuestra sociedad, nuestras instituciones y el sistema que tan trabajosamente construimos, casi milagrosamente, en 1978.
Pedro Carboneras Mart¨ªnez. Madrid
Adjetivos a mansalva
Las pol¨¦micas entre articulistas suelen ser fatigosas para el lector, sobre todo si derivan en cuestiones personales, as¨ª que ser¨¦ todo lo breve que pueda. V¨ªctor Lapuente, en su columna El paciente espa?ol, hace una cr¨ªtica extra?a al art¨ªculo que publiqu¨¦ el 7 de septiembre (Las ¨¦lites enfurru?adas de la Transici¨®n). Le agradezco mucho el inter¨¦s. Pero no aclara si est¨¢ de acuerdo o no con la tesis central (que las ¨¦lites de la Transici¨®n se han vuelto conservadoras y quejumbrosas, traicionando el esp¨ªritu integrador de aquella ¨¦poca), sino que entra en una cr¨ªtica ad hominem, a la b¨²squeda de una contradicci¨®n entre el art¨ªculo y lo que ense?o en mis clases universitarias. No estoy seguro de que este asunto sea de mucho inter¨¦s para los lectores. Como pide m¨¢s ¡°individualismo metodol¨®gico¡±, le remito a los art¨ªculos recientes de Javier Mar¨ªas y Juan Luis Cebri¨¢n en este mismo peri¨®dico como confirmaci¨®n aparatosa del enfurru?amiento al que hac¨ªa referencia en mi art¨ªculo. All¨ª s¨ª que encontrar¨¢ adjetivos a mansalva.
Ignacio S¨¢nchez-Cuenca. Madrid
El final de la pandemia
El final se acerca, est¨¢ a la vuelta de la esquina. D¨ªa tras d¨ªa escuchamos los nuevos datos sobre el avance de vacunaci¨®n, unas cifras que nos acercan cada vez m¨¢s a lo que eran nuestras vidas, a la ansiada normalidad. Llegan los homenajes con el reciente anuncio de la apertura de un espacio para las v¨ªctimas de la covid en Bilbao, tambi¨¦n el levantamiento de las ¨²ltimas restricciones. Se acerca el final. En el metro veo a personas que siguen con sus vidas, con su trabajo, con sus estudios, hay que ser productivos, la vida contin¨²a. Aunque lo cierto es que no puedo evitar pensar en que detr¨¢s de cada individuo hay una marca que la pandemia ha dejado, en ocasiones visible, en otras imperceptible. A veces miro a una persona desconocida y no puedo evitar preguntarme ?c¨®mo te marc¨® a ti? El final llega, pero lo vivido permanece.
Maialen Cerro N¨²?ez. Bilbao
El libro
El mejor amigo, el que nunca te abandona, al que puedes llevar en el bolsillo, el que te traslada a tu infancia, al mundo de los sue?os, el que siempre estar¨¢ esper¨¢ndote para viajar al mundo de la imaginaci¨®n. Mi querido amigo el libro.
Adolfo Olmedo Guarnido. Granada
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