Cuando se apague el volc¨¢n
Solo la rapidez y la ambici¨®n de los planes de recuperaci¨®n podr¨¢n aliviar a quienes lo han perdido todo
Bajo las toneladas de piedra y ceniza expulsadas por el volc¨¢n de Cumbre Vieja comienza a distinguirse estos d¨ªas el alcance de la tragedia econ¨®mica que amenaza a los habitantes de la peque?a isla canaria de La Palma. Desde el domingo 19 de septiembre, a las 15.12, el mundo asiste por televisi¨®n a un espect¨¢culo geol¨®gico asombroso, pero los 84.000 habitantes de La Palma viven el horror de ver desaparecer con el paso de las horas la vida que conocieron. En cinco d¨ªas, 5.900 personas han sido evacuadas y hasta 400 familias han perdido sus casas, pulverizadas bajo la lava del volc¨¢n, que ha cubierto ya 190 hect¨¢reas.
Lejos de las c¨¢maras, la lava sigue avanzando, el volc¨¢n ha aumentado el ritmo y la potencia de las explosiones y est¨¢ aplastando a una velocidad angustiosamente lenta barrios humildes de La Palma. Muchas son casas de pueblo, construidas en la primera mitad del siglo pasado y heredadas durante generaciones por familias que viven del trabajo en las plantaciones plataneras y de la peque?a econom¨ªa local. Vidas empujadas a la nada de un d¨ªa para otro. No hay razones, ni culpables. Los palmeros asisten impotentes al espect¨¢culo de la destrucci¨®n de las vidas que tuvieron hasta ese momento. Las anteriores erupciones en la isla duraron 24 y 47 d¨ªas. No hay posibilidad cient¨ªfica de predecir la duraci¨®n de una erupci¨®n.
El presidente del Gobierno hizo de su presencia en La Palma una prioridad desde el primer d¨ªa de la crisis, acortando su viaje a la ONU. Es positivo que los habitantes de un territorio de Espa?a que raramente aparecer¨¢ en una agenda oficial se sientan arropados por las m¨¢ximas autoridades del pa¨ªs. S¨¢nchez anunci¨® ayer un plan de recuperaci¨®n que implicar¨¢ al Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma. El presidente pidi¨® ¡°paciencia¡± en este proceso, que ser¨¢ ¡°largo¡±. Tiene sentido que lo sea, mientras no sea insuficiente. S¨¢nchez prometi¨® utilizar ¡°todas las herramientas del Estado¡± para reconstruir viviendas, escuelas y negocios. El Gobierno parece ser consciente de que se trata de una situaci¨®n excepcional que requiere en consecuencia medidas excepcionales. Nadie entender¨ªa otra cosa. La vicepresidenta Nadia Calvi?o ha pedido a la banca que ponga a disposici¨®n de los desalojados viviendas vac¨ªas. Varios bancos han anunciado sus propios programas para adelantar cr¨¦ditos y ayudas a los afectados. Se ha activado el Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros para evaluar los da?os. Es de esperar que se extienda a este plan de recuperaci¨®n la reconfortante exhibici¨®n de consenso pol¨ªtico sobre la necesidad de hacerse la foto junto al volc¨¢n.
La emergencia pasar¨¢, pero persistir¨¢n las consecuencias para muchas familias que no regresar¨¢n a la vida que tuvieron. Es el momento de que todas las administraciones piensen en el d¨ªa despu¨¦s, cuando se enfr¨ªe la lava, cuando se apague el volc¨¢n y desaparezcan las im¨¢genes hipn¨®ticas de los telediarios.
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