Por favor, deje de destrozar su piso de alquiler

?Usted vive de alquiler? ?Y lleva ya unos cuantos meses sin pagar? ?O se dedica a reventar las paredes a martillazos y a cargarse todos los enchufes cuando el propietario no mira? ?No? ?Nada de eso? Pues es extra?o, si hacemos caso a las declaraciones de Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que en una entrevista a Ana Rosa Quintana vino a sugerir que somos todos una panda de v¨¢ndalos.

Ayuso comenzaba admitiendo que hay 150.000 viviendas vac¨ªas en Madrid, que es, como bien dec¨ªa, ¡°una barbaridad¡±. La presidenta aseguraba que estos propietarios no tienen confianza para poner sus casas en alquiler: ¡°Cuando no me la okupan, tengo a un moroso que no me paga y nadie me ayuda; cuando no, me destrozan la casa. Lo que hay que hacer es ayudar a que a la gente le rente alquilar¡±. Estas eran las opciones que daba. El inquilino que paga cada mes y cuida el piso en el que vive tiene que ser una rareza, una excepci¨®n.

La oposici¨®n respond¨ªa indignad¨ªsima, cosa que era, probablemente, lo que quer¨ªa Ayuso. No se trataba de iniciar un debate sobre los miedos de los propietarios y acerca de los posibles mecanismos que se podr¨ªan aplicar para combatirlos. No, la idea era soltar una barbaridad (no hay inquilino bueno) para provocar respuestas en caliente que dieran m¨¢s visibilidad (a¨²n) a la presidenta.

Y la estrategia tuvo ¨¦xito: M¨®nica Garc¨ªa, portavoz de M¨¢s Madrid, tuiteaba que ¡°Ayuso deber¨ªa dejar de insultar a los miles de madrile?os y madrile?as que viven de alquiler. Que se disculpe ya¡±. Alejandra Jacinto, diputada de Unidas Podemos en la Asamblea, incid¨ªa en la misma idea: ¡°Es escandaloso que la Presidenta de la Comunidad de Madrid insulte de esta manera a las m¨¢s de 583.000 personas que pagan religiosamente su alquiler en Madrid¡±. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, tambi¨¦n le reprochaba los insultos. Lo hac¨ªa desde Instagram, ya que Colau cerr¨® su cuenta de Twitter hace casi medio a?o: ¡°Las personas que vivimos de alquiler no somos delincuentes, no somos morosos, no vamos destrozando pisos¡±.

Por supuesto, Ayuso no ofrec¨ªa ning¨²n dato. No aportaba ning¨²n estudio que dijera que quienes vivimos de alquiler preferimos, por ejemplo, la diversi¨®n de incendiar la cocina al aburrimiento de recuperar la fianza. Pero es que ella no hablaba de realidades, sino de temores, los de los due?os de pisos que no se deciden a ponerlos en alquiler. Estos temores son razonables: lo normal es que los inquilinos paguen su alquiler y que los caseros lo cobren, pero nadie quiere ser una de las excepciones.

En lugar de calmar esos miedos o de plantear propuestas, Ayuso prefiri¨® echar un poco de gasolina al fuego. De hecho, podr¨ªa haber aprovechado para hablar del plan Alquila de la Comunidad de Madrid y promocionarlo o impulsarlo, como le propon¨ªan algunos tuiteros. Este plan ofrece seguro de impagos y asistencia jur¨ªdica. Es decir, sobre el papel es una soluci¨®n al problema que ella misma planteaba.

Pero eso habr¨ªa sido constructivo y as¨ª no se ganan elecciones en la ¨¦poca de Twitter. ?D¨®nde habr¨ªan quedado el insulto facil¨®n y la indignaci¨®n previsible? Es m¨¢s f¨¢cil y m¨¢s divertido marcar el debate para que se entienda cualquier problema como un enfrentamiento. Da igual que se diga algo que no tiene ning¨²n sentido: lo importante es que se enfaden los de enfrente. Eso es lo que de verdad renta.