Sexo pandillero
La mayor parte de las agresiones sexuales provienen del entorno amistoso y familiar, donde la mujer no se siente expuesta al riesgo y act¨²a de forma confiada o desprevenida
El trabajo de ayuda a las v¨ªctimas de agresiones sexuales realizado por la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid ha hecho aflorar el elevado n¨²mero de casos de acoso o de violencia contra las chicas por parte de miembros del propio grupo o pandilla. En cinco a?os esta unidad ha tramitado m¨¢s de 70 expedientes en los que ha mediado una denuncia y otros tantos, calificados como de alerta, en los que la v¨ªctim...
El trabajo de ayuda a las v¨ªctimas de agresiones sexuales realizado por la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid ha hecho aflorar el elevado n¨²mero de casos de acoso o de violencia contra las chicas por parte de miembros del propio grupo o pandilla. En cinco a?os esta unidad ha tramitado m¨¢s de 70 expedientes en los que ha mediado una denuncia y otros tantos, calificados como de alerta, en los que la v¨ªctima ha pedido ayuda, pero sin presentar una denuncia formal. El hecho de que muchas de las agresiones no se comuniquen hasta tiempo despu¨¦s y se concentren al final del curso indica las dificultades que tienen las v¨ªctimas para reconocer y reaccionar ante esta violencia, que suele producirse en un contexto relajado y amistoso, de ocio seguro y sin riesgos aparentes.
El arquetipo de la agresi¨®n sexual perpetrada por un desconocido en un portal o un callej¨®n oscuro no es el m¨¢s frecuente, aunque s¨ª sea el que se presente de forma m¨¢s imp¨²dica y torticera culpabilizando a la v¨ªctima por imprudencia o incluso presunta provocaci¨®n. La mayor parte de los acosos sexuales provienen del entorno pr¨®ximo, donde la mujer no se siente expuesta al riesgo y act¨²a de forma confiada o desprevenida. La ¨²ltima macroencuesta sobre violencia contra la mujer del Ministerio de Igualdad, de 2019, indica que el 49% de los casos de violencia sexual procede de amigos y conocidos, y el 21,6% del entorno familiar. Un estudio cualitativo liderado por la Universidad de Granada en 2018 alertaba de una violencia sexual normalizada en los espacios de ocio juvenil, particularmente en concentraciones masivas de fin de semana, con el alcohol como coartada o como instrumento de la agresi¨®n. El Hospital Infanta Leonor de Madrid reporta entre tres y cinco casos al mes de agresiones sexuales en las que se han utilizado drogas inhibidoras de la voluntad para someter a la v¨ªctima.
Bajo la apariencia de una relaci¨®n desprejuiciada y libre a menudo se disimulan o disfrazan formas de violencia dif¨ªciles de detectar y de combatir, precisamente por nacer en un entorno confortable. El consentimiento ante una relaci¨®n sexual sobrevenida deja de serlo cuando el joven persiste pese al rechazo de la mujer, como cuentan a menudo los relatos de las v¨ªctimas. Ellos no suelen identificar esa insistencia como una forma de violencia y en esa indulgencia con ellos mismos se cr¨ªa el clima de intimidaci¨®n que denuncian las mujeres. El hecho de que sea un fen¨®meno minoritario no rebaja la gravedad de una potencial normalizaci¨®n de conductas que propenden a la brutalizaci¨®n y cosificaci¨®n femenina que tantas veces exhibe la industria del porno.