Una oferta enga?osa
Los lectores opinan sobre las ofertas de telefon¨ªa, los horarios laborales, los comentarios hirientes y la prevenci¨®n de cat¨¢strofes naturales
Mi t¨ªa tiene casi 80 a?os, vive sola y tiene un equipo de teleasistencia. Utiliza solo el fijo y el m¨®vil. Su compa?¨ªa le estaba cobrando por separado el fijo e internet y el m¨®vil: 70 euros. La llamaron de otra compa?¨ªa haci¨¦ndole una oferta de mejora, acudi¨® a una tienda de Valencia, y la dieron de alta. Mi t¨ªa no para de decir: ¡°C¨®mo iba a pensar yo que lo que me dice una se?orita...¡± Hasta que no vino el t¨¦cnico a instalarle la televisi¨®n (ella no la hab¨ªa contratado) no nos dimos cuenta. Le hab¨ªan asignado un n¨²mero fijo distinto al suyo. Ha pasado m¨¢s de un mes y le siguen llegando cargos mayores que los habituales. Le piden que entre en internet, que conteste por SMS... esto para ella y para la mayor¨ªa de personas de su edad es como hablarles en chino. Este tipo de pr¨¢cticas, desgraciadamente, se ha normalizado entre las tecnol¨®gicas y a los usuarios nos produce enfado. Pero mi t¨ªa est¨¢ muy afectada por el trato y, sobre todo, porque han herido seriamente su autoestima. Hoy se ha puesto a llorar. ?No deber¨ªan ser un poco m¨¢s humanos?
Amparo Josefa Cerd¨¢ Palau. Valencia
Horarios poco pr¨¢cticos
Nos levantamos a las seis de la ma?ana para estar a las nueve frente al ordenador. Trabajamos hasta las dos de la tarde y paramos un par de horas para comer. A las cuatro volvemos a la silla y estamos hasta las siete u ocho. Llegamos a casa a las nueve de la noche, cenamos y, con la comida a¨²n en la garganta, nos metemos en la cama, o esperamos a que no nos de una indigesti¨®n y acabamos yendo a dormir a las doce. Dormimos seis horas y vuelta a empezar. Los brit¨¢nicos nos llevar¨¢n la contraria, pero en esto son m¨¢s pr¨¢cticos.
Anna Jim¨¦nez. Begues (Barcelona)
Comentarios insensibles
El otro d¨ªa le¨ª un hilo en Twitter que me hizo reflexionar sobre todos los comentarios que recib¨ª sobre mi aspecto f¨ªsico en centros est¨¦ticos durante mi adolescencia. ¡°Cu¨¢ntos granitos tienes, cari?o¡± o ¡°qu¨¦ l¨¢stima, con la cara tan bonita que tienes¡±, son comentarios aparentemente inofensivos, pero que son una muestra de la rigidez de estos centros en cuanto a est¨¢ndares de belleza. Que existan profesionales que se crean que tienen la autoridad para opinar sobre el aspecto de alguien, independientemente de que su profesi¨®n est¨¦ relacionada con su cuidado, es sumamente peligroso. Asimismo, creo que se deber¨ªa tener a¨²n m¨¢s sensibilidad cuando el cliente es una persona adolescente.
Norah Jim¨¦nez Mart¨ªn. Palafolls (Barcelona)
Nada
Exacto, no hacer nada. Sin embargo, a veces conviene hacer algo con el precedente de Filomena y el colapso que se sufri¨® en Madrid el pasado invierno. Frente a las altas temperaturas, el consumo de energ¨ªa y su enorme precio tambi¨¦n es recomendable hacer algo porque la inacci¨®n en pol¨ªtica se paga cara; como pasa con la luz. Pero como dec¨ªa, de cara a ¨¦ste pr¨®ximo invierno, convendr¨ªa hacer algo. La ciudad de Madrid no se puede volver a quedar colapsada... m¨¢xime con la incertidumbre de un posible repunte de casos de covid que se viera agravado por la gripe estacional. Nada puede ser ab¨²lico como t¨ªtulo de una novela, pero en pol¨ªtica puede ser un epitafio, que la ley de las mayor¨ªas no deber¨ªa permitir.
Fernando Garc¨ªa Gonz¨¢lez. Madrid
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