Franco todav¨ªa

El cad¨¢ver de Franco ha vuelto a supurar debido a un documental realizado por la televisi¨®n alemana sobre su figura y al testimonio grabado en unas cintas por algunos que conocieron de cerca al dictador, psic¨®logos, historiadores, incluido su propio confesor. Nada que no se supiera, sospechara o se intuyera acerca de este personaje. Franco ten¨ªa muy desarrolladas las virtudes menores del ser humano. Era astuto, taimado, precavido, desconfiado, contumaz, con un olfato muy fino para detectar el lado m¨¢s fr¨¢gil de las personas. En cambio, ten¨ªa completamente atrofiadas las grandes virtudes, la magnanimidad, el esp¨ªritu solidario de concordia y perd¨®n, la empat¨ªa con el dolor ajeno, la visi¨®n del Estado que no fuera en propio beneficio. Se habla de sus complejos que sufri¨® desde ni?o por su peque?a estatura de 1,63, por su voz aflautada, por ciertas maneras afeminadas que lo hac¨ªan objeto de burlas de sus compa?eros. Como militar en Marruecos logr¨® suplir esa carencia de aspecto varonil con una crueldad sin l¨ªmites bajo la forma de disciplina y con un arrojo desmedido en las batallas, solo en busca de ascensos. Era muy mal estratega, ni siquiera ten¨ªa estudios de alto Estado Mayor, pero dirigi¨® el bando nacional de la Guerra Civil con una obsesi¨®n de vencer al enemigo por aplastamiento total sin importarle el tiempo que durara la contienda para imponer luego un r¨¦gimen de terror. No tiene ninguna importancia el hecho de que fuera o no homosexual y si hab¨ªa adoptado, como parece evidente, a la hija de su hermano Ram¨®n cuando este se divorci¨® de una tanguista. Lo que importa es si la figura del dictador ha pasado definitivamente a la historia o si su cad¨¢ver exhumado del Valle de los Ca¨ªdos ha vuelto a supurar y su putrefacci¨®n est¨¢ contaminando ciertas formas de pol¨ªtica con el peligro de pudrir tambi¨¦n la democracia.