El quebradizo eje Par¨ªs-Londres
Los sucesivos pulsos de Reino Unido con Francia agudizan la debilidad de la cohesi¨®n interna en la Uni¨®n Europea
Un hombre de su alto origen acad¨¦mico (Oxford) como Boris Johnson conoce sin duda la antigua locuci¨®n latina pacta sunt servanda, por la que los pactos obligan: es uno de los principios m¨¢s importantes del derecho y es tambi¨¦n uno de los pilares de la civilizaci¨®n occidental. Pero no deja de ser ins¨®lita la frecuencia con la que es necesario recordar esto al primer ministro brit¨¢nico, empe?ado en mantener un pulso constante con la Uni¨®n Europea a cuenta del acuerdo comercial pactado tras el Brexit. Esta vez la disputa entre Londres y Par¨ªs afecta, en apariencia, a las licencias para permitir a los pescadores franceses faenar en aguas brit¨¢nicas del canal de la Mancha, pero ah¨ª late algo m¨¢s profundo y m¨¢s grave: es otro s¨ªntoma m¨¢s del deterioro de las relaciones entre ambos pa¨ªses y agudiza un clima de sospecha hacia Londres que se ha extendido en todo el continente, como sucedi¨® ya con la disputa contractual que la Uni¨®n mantuvo sobre la adquisici¨®n de la vacuna contra la covid.
La gravedad del desencuentro con Par¨ªs pivota sobre la participaci¨®n del Reino Unido en el Aukus (el pacto de defensa que Australia, Reino Unido y Estados Unidos anunciaron el pasado 15 de septiembre). Ese acuerdo hizo perder a Francia un lucrativo contrato para proporcionar submarinos de ataque a Australia. Adem¨¢s de haber sido excluida de ese pacto y de la deslealtad del pacto mismo, el Aukus ha mostrado el enorme vac¨ªo geopol¨ªtico que representa Europa en el mundo. El llamativo silencio de la Uni¨®n Europea tras el anuncio del acuerdo deja ver una vez m¨¢s las divisiones internas que existen en Europa en torno a la pol¨ªtica exterior. Tampoco ha servido para recordar a Alemania la necesidad de revertir el declive de su poder militar y fortalecer la autonom¨ªa estrat¨¦gica en materia de seguridad, dentro de la misma Uni¨®n Europea.
Las consecuencias tanto del Aukus como de la disputa por los derechos de pesca tienen alcance m¨¢s profundo que unas meras desavenencias reversibles porque implican la quiebra de la confianza entre dos grandes naciones, Francia y Reino Unido. Muestra el alejamiento del mundo angl¨®fono de la UE y una escisi¨®n en Occidente, que ha dejado de pensarse y percibirse como un bloque con valores y visiones del mundo compartidas. Adem¨¢s de la erosi¨®n de los lazos amistosos que han unido a las naciones de Occidente, el Aukus comporta un grado m¨¢s de distancia porque ratifica la rivalidad de Estados Unidos con China y ahonda a¨²n m¨¢s la divisi¨®n interna de Occidente. El realineamiento geopol¨ªtico de Estados Unidos en torno a la anglosfera sucede a la par que se aleja del mundo euroatl¨¢ntico, mientras arrastra a Londres a una carrera que solo puede debilitar a la misma Uni¨®n Europea.
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