Un cambio de aires
Los chavales que viven en zonas con menor densidad de tr¨¢fico y m¨¢s ajardinadas tendr¨¢n mejores condiciones para aprender
Operarios del Ayuntamiento empezaron a pintarrajear nuestra calle durante las semanas del gran cierre. Por los colores y las formas pod¨ªa parecer que en Barcelona la est¨¦tica de las pol¨ªticas urban¨ªsticas las dise?aba un futurista en un geri¨¢trico, pero lo que descubrimos era que el momento de par¨¦ntesis se hab¨ªa aprovechado para eliminar un carril de coches en el coraz¨®n del Eixample. No hubo discusi¨®n. De acuerdo. La planificaci¨®n tampoco parec¨ªa mod¨¦lica. De un d¨ªa para otro la piel del barrio mud¨® y casi sin darnos cuenta el paisaje urbano donde vivimos se hab¨ªa transformado. La ventana de...
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Operarios del Ayuntamiento empezaron a pintarrajear nuestra calle durante las semanas del gran cierre. Por los colores y las formas pod¨ªa parecer que en Barcelona la est¨¦tica de las pol¨ªticas urban¨ªsticas las dise?aba un futurista en un geri¨¢trico, pero lo que descubrimos era que el momento de par¨¦ntesis se hab¨ªa aprovechado para eliminar un carril de coches en el coraz¨®n del Eixample. No hubo discusi¨®n. De acuerdo. La planificaci¨®n tampoco parec¨ªa mod¨¦lica. De un d¨ªa para otro la piel del barrio mud¨® y casi sin darnos cuenta el paisaje urbano donde vivimos se hab¨ªa transformado. La ventana de oportunidad hab¨ªa servido para imponer un cambio de aires. Ahora, de punta a punta, se respira mejor.
Decisiones como esta explican por qu¨¦ Ada Colau fue la ¨²nica alcaldesa espa?ola invitada a la COP26. Al mismo tiempo las cr¨ªticas feroces a estas pol¨ªticas revelan una significativa resistencia al cambio. Es el signo de los tiempos actual y la defensa cl¨¢sica de unos privilegios. Porque una cosa es asumir que vivimos una crisis clim¨¢tica y energ¨¦tica y otra distinta aceptar que el modelo de ciudad en construcci¨®n va a implicar la p¨¦rdida de unas comodidades, y unos intereses, que hasta hace poco a las clases medias nos hab¨ªan parecido indiscutibles. Pero es que deben ser discutidos. El buen urbanismo es la disciplina que mejor lo posibilita por su capacidad para intervenir pol¨ªticamente en la realidad de una manera concreta y tangible. Desde su concepci¨®n, el caso del Eixample ha sido un laboratorio. Del modelo original dise?ado por Ildefons Cerd¨¤ para crecer higienizando la ciudad hasta los actuales apuestan para sanarla.
Vayamos a lo concreto de la mano de un experto: Jordi Sunyer, catedr¨¢tico de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Pompeu Fabra, responsable del programa de Salud Infantil de ISGGlobal. Desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, Sunyer estudia la interrelaci¨®n entre salud y contaminaci¨®n y en los ¨²ltimos a?os ha incorporado una variante a su investigaci¨®n: determinar si la contaminaci¨®n, adem¨¢s de causar problemas respiratorios, afecta a la conducta y el desarrollo cognitivo. Su conclusi¨®n, basada en datos, es que s¨ª. ?l y su equipo afirman que hay m¨¢s fatiga y m¨¢s estr¨¦s durante los episodios de contaminaci¨®n elevada. Y que si un ni?o respira aire contaminado, no solo tendr¨¢ peor salud, sino tambi¨¦n peores resultados acad¨¦micos. No es una interpretaci¨®n ideol¨®gica. Es biolog¨ªa.
Entre semana, a lo largo de su jornada, un ni?o pasa de media el 5% del tiempo caminando por la calle. De casa a la escuela, de la escuela a las extraescolares, de las extraescolares a casa. Durante esos desplazamientos, en una zona con alta densidad de tr¨¢fico, recibe el 20% de la contaminaci¨®n de su d¨ªa a d¨ªa. Eso implica respirar m¨¢s NO2, que penetra en los pulmones e intensifica la posibilidad de sufrir de ataques de asma. Pero no solo eso. Adem¨¢s, inhalar¨¢ un tipo de micropart¨ªculas que emiten los coches y para las que el cuerpo no est¨¢ preparado: metales de los frenos o los tubos de escape y en especial part¨ªculas generadas por los coches di¨¦sel. Sunyer y su equipo han demostrado que, a mayor contaminaci¨®n provocada por el tr¨¢fico, la capacidad de atenci¨®n a corto plazo baja y, a largo, se resienten tanto la funci¨®n de la memoria como la de la atenci¨®n. Dicho de otra manera, los chavales que viven en zonas con menor densidad de tr¨¢fico y m¨¢s ajardinadas no solo tendr¨¢n mejor salud sino que dispondr¨¢n de mejores condiciones para aprender.
La intervenci¨®n del urbanismo en la piel de la ciudad explorando mecanismos para reducir los coches en el centro act¨²a as¨ª como una herramienta de cohesi¨®n social, de salud p¨²blica ¡ªhemos modificado el recorrido para llevar a los ni?os a la escuela¡ª y de descarbonizaci¨®n a escala local. Pero, adem¨¢s, es clave para regenerar el modelo y preservar el atractivo de la ciudad. El humo s¨ª es la decadencia.