La formaci¨®n de los j¨®venes espa?oles en educaci¨®n medi¨¢tica, en estado de coma
La nueva reforma del Bachillerato no solo no extiende Cultura audiovisual II a todos los estudiantes de ese ciclo, sino que inexplicablemente elimina esta asignatura en el actual Bachillerato de Artes
En junio de 2021, hace apenas unos meses, Andreas Schleicher, director del ¨¢rea educativa de la OCDE, declaraba provocativamente que ¡°la educaci¨®n en Espa?a prepara a los alumnos para un mundo que ya no existe¡±. En la misma entrevista, el coordinador del Informe PISA manifestaba la necesidad de que el modelo educativo espa?ol deber¨ªa abordar una reforma profunda de su modelo educativo, en la que ser¨ªa fundamental conec...
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En junio de 2021, hace apenas unos meses, Andreas Schleicher, director del ¨¢rea educativa de la OCDE, declaraba provocativamente que ¡°la educaci¨®n en Espa?a prepara a los alumnos para un mundo que ya no existe¡±. En la misma entrevista, el coordinador del Informe PISA manifestaba la necesidad de que el modelo educativo espa?ol deber¨ªa abordar una reforma profunda de su modelo educativo, en la que ser¨ªa fundamental conectar los contenidos de la ense?anza con el mundo que nos rodea, incidiendo mucho m¨¢s en los procesos y competencias que en los contenidos. Como es l¨®gico, se?alaba Schleicher, esta reforma educativa de profundo calado tendr¨ªa que poner en primer plano la formaci¨®n del profesorado como elemento clave para su aplicaci¨®n.
Es un hecho ampliamente reconocido que la crisis sanitaria del coronavirus ha tensionado enormemente el sistema educativo espa?ol. Para los estudiantes, para los docentes, para las administraciones educativas y para las familias, la formaci¨®n online ha supuesto un desaf¨ªo extraordinario, que ha exigido un gigantesco esfuerzo para impartir y recibir clases no presenciales, s¨ªncronas ¡ªen ocasiones con subgrupos presenciales y no presenciales al mismo tiempo¡ª y el impulso de una transici¨®n digital acelerada, llevada a cabo de forma muchas veces autodidacta, con un esfuerzo sin precedentes de nuestros docentes, e incluso de las administraciones educativas.
Pero tambi¨¦n es cierto que, desde marzo de 2020 hasta hoy, la ¡°pantallizaci¨®n¡± (o la llamada ¡°digitalizaci¨®n¡±) de nuestros ni?os y j¨®venes ha ido aumentando de forma muy preocupante. En estos ¨²ltimos meses, son noticias de actualidad el aumento de adicciones a las pantallas y, de manera muy especial, el uso abusivo de las redes sociales a trav¨¦s de los tel¨¦fonos m¨®viles, la adicci¨®n a los videojuegos, la cada vez m¨¢s escasa consulta de informaci¨®n a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n tradicionales, etc¨¦tera. Con la declaraci¨®n del estado de alarma, el propio Gobierno de Espa?a expres¨® que dichos medios son ¡°servicios esenciales¡±. Pocas veces se ha vivido un contexto pol¨ªtico, social y cultural en el que se haya reconocido tan claramente el importante papel de la comunicaci¨®n en la sociedad contempor¨¢nea, para informar, entretener y apoyar la formaci¨®n de los ciudadanos. As¨ª pues, existe un consenso claro entre expertos y polit¨®logos a la hora de considerar que la comunicaci¨®n constituye uno de los pilares b¨¢sicos de nuestra democracia.
Recordemos tambi¨¦n que la crisis sanitaria de 2020 ¡ªen especial en los meses de confinamiento, entre marzo y junio de 2020¡ª ha sido el marco id¨®neo para la expansi¨®n de la ¡°pandemia de desinformaci¨®n y bulos¡±, que ha despertado la atenci¨®n de las autoridades educativas de numerosos gobiernos y organismos internacionales. El Informe de la OCDE, Lectores del siglo XXI: desarrollo de habilidades de alfabetizaci¨®n en un mundo digital, presentado en mayo de 2021, se?alaba que el 54% de los estudiantes no saben distinguir entre noticias verdaderas y falsas, y que carecen de los conocimientos necesarios para navegar con criterio por internet y para hacer un uso responsable de las tecnolog¨ªas. No obstante, esta situaci¨®n es sobradamente conocida desde mucho tiempo atr¨¢s: organismos internacionales como la Unesco, la Comisi¨®n Europea y el Parlamento Europeo est¨¢n reclamando a los gobiernos desde hace d¨¦cadas que introduzcan en sus sistemas educativos contenidos relacionados con la educaci¨®n medi¨¢tica. Por ello, no debe extra?arnos que, en noviembre de 2020, en plena pandemia, el Parlamento Europeo aprobara el Informe sobre el refuerzo de la libertad de los medios de comunicaci¨®n: protecci¨®n de los periodistas en Europa, discurso del odio, desinformaci¨®n y papel de las plataformas ¡ª2020/2009(INI)¡ª, una muestra indudable que expresa la enorme preocupaci¨®n que existe en la Uni¨®n Europea sobre la necesidad de avanzar en el campo de la alfabetizaci¨®n medi¨¢tica.
Pero, tambi¨¦n en este campo, Espa?a contin¨²a demostrando ser un pa¨ªs diferente. Hace unos d¨ªas, se hicieron p¨²blicos los nuevos planes del Gobierno para renovar los contenidos del nuevo Bachillerato. En 2016, tras d¨¦cadas de demandas de los expertos en Educomunicaci¨®n, el Bachillerato de Artes incorporaba dos asignaturas relacionadas con el campo de la alfabetizaci¨®n medi¨¢tica que, en segundo curso, se convert¨ªa en materia optativa en las pruebas de Evaluaci¨®n de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Sin duda, fue un paso importante para avanzar en este campo, a pesar de que los contenidos previstos en el BOE no sean los m¨¢s id¨®neos, ni que numerosos centros y docentes dispongan de las condiciones m¨¢s adecuadas para impartir la asignatura. El anuncio de su desaparici¨®n hace pocos d¨ªas ha sido acogido con mucha preocupaci¨®n, decepci¨®n e, incluso, enfado por parte de miles de profesores que se han esforzado mucho para desarrollar el curr¨ªculo de esta asignatura. La reclamaci¨®n que se viene realizando a las administraciones sobre la asignatura Cultura audiovisual II es que esta materia se oferte tambi¨¦n en el resto de bachilleratos, por su relevancia social y cultural y porque es una materia esencial para los estudiantes de los grados de Comunicaci¨®n (Comunicaci¨®n Audiovisual, Periodismo y Publicidad y Relaciones P¨²blicas, entre otros grados), cuya procedencia suele ser del Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales.
Desde la Plataforma en favor de la Educomunicaci¨®n en Espa?a, la Asociaci¨®n Espa?ola de Universidades con Titulaciones de Informaci¨®n y Comunicaci¨®n (ATIC) ¡ªque agrupa 38 universidades espa?olas con titulaciones de Grado, M¨¢ster y Doctorado en Comunicaci¨®n¡ª, y desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Investigaci¨®n de la Comunicaci¨®n (AE-IC) ¡ªsociedad cient¨ªfica que acoge a m¨¢s de 650 investigadores del campo de la Comunicaci¨®n¡ª, queremos llamar la atenci¨®n, no solo sobre la gravedad que supone eliminar esta asignatura del segundo curso del Bachillerato de Artes, sino tambi¨¦n sobre la necesidad urgente de crear asignaturas relacionadas con la alfabetizaci¨®n medi¨¢tica, desde la Educaci¨®n Infantil hasta el Bachillerato, que deben tener una presencia relevante en el dise?o curricular de todos y cada uno de los cursos de nuestro sistema educativo, como viene ocurriendo en pa¨ªses avanzados como Francia, B¨¦lgica, Reino Unido, Italia, Holanda, Alemania, Dinamarca, etc. Y, en este sentido, debemos recordar que en los ¨²ltimos 50 a?os de existencia de los estudios de Comunicaci¨®n en Espa?a se han formado decenas de miles de periodistas, publicitarios, comunicadores y profesionales del audiovisual que pueden reforzar la educaci¨®n medi¨¢tica de nuestro sistema educativo, sin olvidar que los futuros docentes ¡ªde todos los niveles educativos¡ª deben tener una s¨®lida formaci¨®n de base en el campo de la Educomunicaci¨®n.
Si no queremos seguir formando futuros ciudadanos ¡°para un mundo que no existe¡±, es urgente incorporar la alfabetizaci¨®n medi¨¢tica a nuestro sistema educativo. Nunca ha sido m¨¢s evidente esta necesidad.