Las ni?as est¨¢n bien
Las primeras personas nacidas con el genoma editado llegan con salud a los tres a?os
La exclusiva de ayer envuelve el pescado de ma?ana, se dec¨ªa en las redacciones cuando los peri¨®dicos eran de papel y el pescadero no estaba sepultado todav¨ªa bajo estratos de bandejas de pl¨¢stico. El chascarrillo parodiaba una l¨®gica medi¨¢tica que no solo permanece vigente en nuestros d¨ªas, sino que est¨¢ alcanzando el paroxismo ahora que incluso el pescado se compra moviendo el dedito por una pantalla t¨¢ctil: que las noticias apenas duran lo que tarda en leerse su titular. Los peri¨®dicos siempre nos hemos llevado la culpa por esa fugacidad incapacitante, y parte de ella tendremos, pero lo que...
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La exclusiva de ayer envuelve el pescado de ma?ana, se dec¨ªa en las redacciones cuando los peri¨®dicos eran de papel y el pescadero no estaba sepultado todav¨ªa bajo estratos de bandejas de pl¨¢stico. El chascarrillo parodiaba una l¨®gica medi¨¢tica que no solo permanece vigente en nuestros d¨ªas, sino que est¨¢ alcanzando el paroxismo ahora que incluso el pescado se compra moviendo el dedito por una pantalla t¨¢ctil: que las noticias apenas duran lo que tarda en leerse su titular. Los peri¨®dicos siempre nos hemos llevado la culpa por esa fugacidad incapacitante, y parte de ella tendremos, pero lo que los medios intentan hacer cuando cambian de tema cada 10 milisegundos no es tanto imponer su agenda como adaptarse a la psicolog¨ªa de la opini¨®n p¨²blica. Muy pocas personas pueden permanecer atentas a una erupci¨®n volc¨¢nica durante 50 d¨ªas seguidos, no hablemos ya de seguir los pormenores de una pandemia durante dos a?os. El cerebro humano funciona as¨ª. Nadie necesita que le est¨¦n recordando todo el d¨ªa que lleva abrochados los cordones de los zapatos.
Pero hay noticias que son personas y, por tanto, tienen que seguir vivas mientras lo hagan sus titulares. Es el caso de las primeras dos ni?as nacidas con el genoma editado. ?Recuerdan? Como las ni?as nacieron a finales de 2018, en la era prepand¨¦mica, las hemos usado todos para envolver el pescado y nos hemos olvidado minuciosamente del asunto. Pero la noticia mont¨® un esc¨¢ndalo monumental dentro y fuera de los c¨ªrculos cient¨ªficos, y por razones muy comprensibles. Editar el genoma de los ni?os es seguramente el paso m¨¢s trascendental que cab¨ªa esperar ¡ªy que cabe imaginar¡ª de la revoluci¨®n biol¨®gica en que vivimos inmersos desde mediados del siglo pasado, porque pone la evoluci¨®n humana bajo nuestras riendas.
La buena noticia es que las ni?as est¨¢n bien a sus tres a?itos de edad, como informa Vivien Marx para Nature Biotechnology. Es una gran noticia aunque no lo parezca, porque el experimento de edici¨®n gen¨®mica que hizo en 2018 He Jiankui, de la Universidad del Sur de Ciencia y Tecnolog¨ªa en Shenzen, China, fue recibido con agrias cr¨ªticas por la generalidad de la comunidad cient¨ªfica y bio¨¦tica por arriesgado y prematuro, y de hecho He acab¨® con sus huesos en una c¨¢rcel china, de donde no ha salido. Apenas el genetista de Harvard George Church se atrevi¨® a apoyar a He en p¨²blico, aunque algunos otros cient¨ªficos se sumaron en privado en conversaci¨®n con este peri¨®dico. El secretismo, los rumores y las reservas siguen hoy mismo, y Marx reconoce haberlas pasado canutas para sacar adelante su informe t¨¦cnico.
Los padres de las ni?as y la comunidad cient¨ªfica, sin embargo, necesitan un ejercicio de transparencia y una discusi¨®n abierta sobre el experimento y sus consecuencias. Una cosa es rechazar la iniciativa de He o tacharla de prematura y otra muy distinta es repudiar su resultado, que son dos ni?as vivas, saludables y tan inocentes como lo pueda ser una criatura de tres a?os. La intenci¨®n del cient¨ªfico chino, por arriesgada que resultara en su momento, ser¨¢ tarde o temprano una opci¨®n leg¨ªtima: librar a tus hijos del riesgo del sida. Eso nunca va a envolver el pescado.