Las pensiones de la ¡®Next Generation¡¯
Es necesario actuar sobre un sistema que va a ser extremadamente costoso, por no decir inviable en un futuro pr¨®ximo. La propuesta que puede ofrecer mayor bienestar es la que se conoce como mochila austriaca
Que el objetivo de la Uni¨®n Europea para recuperarnos de la crisis de la covid-19 no haya sido ¡°vamos a recuperar lo perdido¡± sino ¡°vamos a mejorar el bienestar de la pr¨®xima generaci¨®n¡± demuestra ambici¨®n y visi¨®n por parte de la Comisi¨®n Europea. Con este objetivo, dado el proceso de envejecimiento de la poblaci¨®n europea, es inevitable abordar el tema de las pensiones. ...
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Que el objetivo de la Uni¨®n Europea para recuperarnos de la crisis de la covid-19 no haya sido ¡°vamos a recuperar lo perdido¡± sino ¡°vamos a mejorar el bienestar de la pr¨®xima generaci¨®n¡± demuestra ambici¨®n y visi¨®n por parte de la Comisi¨®n Europea. Con este objetivo, dado el proceso de envejecimiento de la poblaci¨®n europea, es inevitable abordar el tema de las pensiones. Particularmente en Espa?a donde el proceso es muy acusado y el sistema de pensiones es fundamentalmente de transferencias de trabajadores que cotizan a extrabajadores retirados (en ingl¨¦s, Pay-As-You-Go, PAYG). En contraste con los sistemas contributivos en los que, por definici¨®n, la pensi¨®n se financia con el retorno de las contribuciones, en nuestro sistema la pensi¨®n es un derecho adquirido ¡ªa partir de los 65 a?os, 15 de cotizaci¨®n y ¨²ltimos 35 de referencia, n¨²meros ahora en discusi¨®n¡ª independientemente de la esperanza de vida (una vez derogado el factor de sostenibilidad introducido en 2013).
Hay una aritm¨¦tica, relativamente simple, que deber¨ªa ser el punto de partida al hablar de pensiones: el factor de dependencia (poblaci¨®n de 65+ sobre 20-64), que en Espa?a pasar¨¢ del actual 3,1 trabajadores por posible retirado a 1,6 en la segunda mitad de este siglo. Esto indica que o bien habr¨¢ que doblar los impuestos sobre el trabajo que financian las pensiones o recortar a la mitad los derechos hoy establecidos. Lo segundo es socialmente inaceptable; lo primero es un gran desincentivo al trabajo que debe sostener el sistema (seg¨²n nuestros modelos, din¨¢micos y detallados, de la econom¨ªa espa?ola, habr¨¢ que incrementar las contribuciones que financian las pensiones por encima del ?50%!).
Porque el tema de las pensiones no es si el sistema actual es financieramente sostenible (a pesar de lo que algunos dicen, no lo es con la reforma de las pensiones aprobada en el Congreso el pasado 2 de diciembre: Luis Garicano en EL PA?S del 3/12/2021), sino que, mientras hacerlo sostenible hoy en d¨ªa es ya costoso ¡ªy de ah¨ª las resistencias justificadas¡ª, va a ser extremadamente costoso, por no decir inviable, en un futuro pr¨®ximo. Y, a diferencia de la covid-19 hace 10 a?os, esta es una crisis previsible, que podemos simular (en nuestros ordenadores) y, a¨²n mejor, analizar: ?cu¨¢l ser¨ªa el mejor sistema de pensiones para la Next Generation (NG)?
La respuesta tiene dos partes. Primero, en una poblaci¨®n envejecida los sistemas contributivos son mucho mejores: mayor ahorro y capital, los impuestos sobre el trabajo son menores, lo que mejora el empleo y la productividad, y es menor la poblaci¨®n inactiva o retirada. Una mejor asignaci¨®n de recursos y mayor bienestar, que se puede medir calculando cu¨¢nto deber¨ªa aumentar el consumo a lo largo de la vida de un trabajador de la NG con el sistema actual de pensiones para tener el bienestar que tendr¨ªa con un sistema contributivo: en m¨¢s del ?33%! Y puede ser mayor seg¨²n el nivel educativo o de cualificaci¨®n o seg¨²n el tipo de sistema contributivo.
Segundo, comparando diversos sistemas contributivos (fondos privados y p¨²blicos) el que ofrece un mayor bienestar para la NG es el de la mochila (a menudo llamada austriaca, porque all¨ª se implant¨® en el 2003, con un objetivo distinto: eliminar los costes de despido); es decir, un fondo de empleo, con una tasa contributiva fija, que se puede utilizar en caso de p¨¦rdida de empleo ¡ªcomplementando el seguro de desempleo¡ª o al retirarse y, en este caso, transformar el valor del fondo en una renta vitalicia (seg¨²n la esperanza de vida; factor de sostenibilidad). Trat¨¢ndose de un fondo p¨²blico las contribuciones son exentas de impuestos sobre la renta, aunque s¨ª cuenta como renta la renta vitalicia y pagan impuestos si hay ganancias de capital. ?Cu¨¢l ser¨ªa la tasa contributiva que maximizar¨ªa el bienestar medio de la NG? 26% (28,7% para cubrir tambi¨¦n los costes del seguro de empleo, parecida a la actual cotizaci¨®n conjunta, empresario y trabajador, de 28,3%). Relativamente alta, pero la diferencia, en t¨¦rminos de bienestar, con nuestro PAYG es m¨¢s del ?40%!
La pregunta m¨¢s dif¨ªcil es: ?se puede hacer una reforma de pasar del sistema actual al de la mochila sin que haya perdedores? La respuesta es s¨ª, con deuda si los tipos de inter¨¦s no son altos, cuyos costes (intereses) cubrir¨¢n la NG y generaciones posteriores. Por las ventajas se?aladas, para los trabajadores que a¨²n no han contribuido al sistema actual, es mejor el sistema de la mochila. Los costes son los de compensar a los trabajadores que est¨¢n en el PAYG y ya tienen derechos adquiridos o los retirados que cuentan con su pensi¨®n; es decir, se trata de cubrir las pensiones existentes y llenar suficientemente las mochilas (los fondos individuales) para que los trabajadores en el sistema actual no est¨¦n peor con el nuevo sistema. Esto es lo que debe cubrir la deuda.
?C¨®mo minimizar la deuda de la reforma? El proceso de envejecimiento de las pr¨®ximas d¨¦cadas no deja elecci¨®n: ?hacer la reforma lo m¨¢s r¨¢pido posible! Por ejemplo, haci¨¦ndola de inmediato con un tipo de inter¨¦s del 1% (por encima de la tasa de crecimiento, que es razonable) la deuda de la reforma supondr¨ªa el 150% del PIB el a?o de la reforma y se estabilizar¨ªa a partir de 2050 en tres veces el PIB, lo que supone que el coste para la NG es el 3% PIB, coste que ya est¨¢ incluido cuando valoramos las ganancias, en t¨¦rminos de bienestar, en m¨¢s del ?40%! En otras palabras, las generaciones futuras, a¨²n pueden absorber costes de intereses m¨¢s altos, o reducir la deuda, sin cambiar su preferencia por el sistema de la mochila.
En el Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia (RRF en ingl¨¦s), el Gobierno ha avanzado en firmar el acuerdo para el desembolso de 69.512.589.611 euros en transferencias. Sin embargo, es reticente a solicitar una cifra parecida en deuda a bajo inter¨¦s a la que tiene acceso; la mitad de lo que nuestra propuesta de reforma requiere de entrada. Podr¨ªa ser la mejor utilizaci¨®n de la deuda de la Next Generation, y ver si ampliar la deuda o ajustar la reforma; este deber¨ªa ser el marco de referencia: ?las preferencias de la NG! Desafortunadamente, ni estas, ni la visi¨®n de la Comisi¨®n Europea a la que alud¨ªamos, aparecen en el detalle del acuerdo del RRF (condiciones 406¨C411 sobre las pensiones), y s¨ª aparece la mano del Gobierno (garantizar el poder adquisitivo de las pensiones y sustituci¨®n del factor de sostenibilidad por un indefinido mecanismo de equidad intergeneracional). Nuestra Next Generation va a sufrir la herencia que le estamos dejando.