Pensiones: estamos perdiendo la ¨²ltima oportunidad

Si no conseguimos hacer las pensiones sostenibles ahora, ?por qu¨¦ raz¨®n ser¨ªa posible m¨¢s adelante? Si no podemos redise?ar el sistema en este momento en el que los baby boomers todav¨ªa tenemos inter¨¦s en una reforma, aunque el votante medio sea mayor, ?c¨®mo va a ser luego posible cuando nosotros, la generaci¨®n m¨¢s numerosa, seamos la receptora de la generosidad del sistema y tengamos la sart¨¦n pol¨ªtica (debido a la demograf¨ªa) por el mango?

Desgraciadamente, la viabilidad de cualquier reforma se va a reducir con el paso del tiempo. Es muy probable que esta sea la ¨²ltima oportunidad de una reforma consensuada.

Y no me venga, querido lector, con que quiero ¡°recortar¡± las pensiones. La realidad ¡ªque tanto el ministro como los pol¨ªticos ocultan¡ª es que podemos reformar las pensiones ahora. Que podemos hacer un sistema sostenible. O bien insostenible, y esperar a una crisis de deuda cuando suban los tipos de inter¨¦s y tener que hacer la cirug¨ªa sin anestesia y de una manera mucho m¨¢s radical.

En cada presupuesto hablamos de educaci¨®n e innovaci¨®n, pero el gasto en pensiones siempre se privilegia frente a la inversi¨®n en futuro (educaci¨®n, formaci¨®n profesional, I+D¡­), por lo que cada vez tenemos unas pensiones m¨¢s generosas y menos j¨®venes con empleos de calidad que puedan pagarlas. La bola se hace m¨¢s grande y, por lo tanto, cada vez es pol¨ªticamente m¨¢s dif¨ªcil arreglarla.

El inter¨¦s de los pensionistas actuales, y de los futuros, es que el sistema sea sostenible. La realidad es que la reforma del ministro Escriv¨¢ lo hace a¨²n menos sostenible.

Asombrosamente, el Gobierno trata de argumentar que la sostenibilidad y el futuro del sistema se resolver¨¢n con un m¨®dico coste para cada trabajador: entre 1 y 2,5 euros mensuales. Arreglar las pensiones costar¨ªa lo mismo que tomarse una ca?a m¨¢s al mes. Desgraciadamente, no es as¨ª.

De hecho, el Gobierno ha propuesto tres medidas muy costosas para el sistema: vincular las pensiones al ?ndice de precios al consumo (IPC), derogar el factor de sostenibilidad y permitir que todos los trabajadores elijan sus mejores 35 a?os de cotizaci¨®n para el c¨¢lculo de la pensi¨®n. En total, los cambios incrementan los costes anuales en aproximadamente cuatro puntos del Producto Interior Bruto (PIB), lo que equivaldr¨ªa, hoy por hoy, a 46.000 millones de euros.

Pero hay medidas para aumentar los ingresos, nos dice el Gobierno; y queriendo arreglar el enorme agujero que ha cavado, se saca de la chistera un Mecanismo de Equidad Intergeneracional. Pensar¨¢n ustedes que detr¨¢s de tan esperanzador t¨ªtulo habr¨¢ alguna f¨®rmula para que no sean los j¨®venes los que paguen la factura. Pues no. Adem¨¢s de la subida de las cotizaciones, el Gobierno tratar¨¢ de incentivar una subida de la edad efectiva de jubilaci¨®n para que se acerque a la edad legal y quitar el tope a las bases m¨¢ximas de cotizaci¨®n. En total, estos aumentos de ingresos no son nada m¨¢s que 0,34% anual del PIB, comparado con el 4,16% del PIB de incremento de gasto.

Y aqu¨ª reside el n¨²cleo del bulo puesto en circulaci¨®n: todas las propuestas sumadas del ministro dejan una factura anual sin pagar de 42.000 millones. En otras palabras, la reforma supone un aumento del d¨¦ficit estructural de la econom¨ªa (es decir, el que no se debe a crisis o recesiones) de casi cuatro puntos del PIB cada a?o. No tengo que explicar, imagino, el riesgo que tiene presentar a los mercados ¡ªcuando las cosas se empiecen a torcer¡ª algo que puede suceder (si la inflaci¨®n persiste) m¨¢s pronto que tarde: unas cuentas que ni cuadran ni parece pol¨ªticamente posible que cuadren.

En vez de uno o dos euros al mes son casi 200 euros adicionales por trabajador cada mes, una cantidad que tendremos que acabar pagando ya sea con m¨¢s impuestos, con m¨¢s cotizaciones o con m¨¢s deuda, deuda que, a su vez, tendr¨¢ que devolverse con m¨¢s impuestos.

Estas medidas no solo no aseguran el futuro, sino que agravan el problema de las pensiones e imponen una carga inasumible para las pr¨®ximas generaciones de espa?oles.

Se pretende utilizar la excusa de que hay que reformar las pensiones porque lo pide Bruselas, pero el resultado es que se hacen a¨²n m¨¢s insostenibles y que se ahonda en la brecha generacional. Est¨¢ por ver qu¨¦ opina la UE de este desprop¨®sito.

Estamos atrapados en una espiral que lleva a los pol¨ªticos sin altura de miras a seguir captando votos de pensionistas mientras desprecian a los j¨®venes que tienen que pagar esas pensiones. Y lo que necesitamos son l¨ªderes responsables que expliquen con claridad que tenemos un problema de sostenibilidad en el sistema y que se requiere un esfuerzo de todos, de j¨®venes y de pensionistas, para arreglarlo. El Gobierno ha querido comprar unos cuantos votos para las pr¨®ximas elecciones; pero los ha pagado con el futuro de todos los espa?oles.

No me gusta ser alarmista. Pero el tiempo se acaba.