Ya estamos (casi) en guerra
En el peor contexto posible para Europa y la democracia est¨¢ a punto de empezar un gran conflicto
En cuanto olieron la sangre, las tropas rusas se movieron a Kazajist¨¢n con la misma velocidad que los insectos atra¨ªdos por una luz encendida en medio de la noche. Ahora se despliegan en Bielorrusia para hacer ¡°maniobras¡±, como tambi¨¦n rodean parte de Ucrania con una poderosa contumacia (100.000 soldados) que nos recuerdan qui¨¦nes fueron. Y qui¨¦nes son.
Para aquellos dormidos en los laureles (la mayor¨ªa), hay varias cosas que recordar: invadieron Crimea y se la quedaron; derribaron un avi¨®n de un vuelo comercial entre Holanda y Kuala Lumpur como si tal cosa; y mantienen un conflicto abierto en el este de Ucrania en el que han muerto ya 14.000 personas. ?14.000 personas! Ya es una d¨¦cima parte de lo que dej¨® la ¨²ltima y salvaje guerra en continente europeo, la de Yugoslavia.
Las migas que arrojan los acontecimientos para que vayamos recorriendo el sendero del conflicto nos van entreteniendo como unas noticias m¨¢s, pero pronto nos depositar¨¢n ante la mansi¨®n donde habitan los ogros: que es la agresividad de Rusia, su ansiedad por restablecer y exhibir su esp¨ªritu imperial y la ristra de cad¨¢veres que podremos contemplar. Que ya podr¨ªamos, si quisi¨¦ramos.
Y parece que est¨¢ lejos. Pero el giro estrat¨¦gico de Rusia que acompa?a este movimiento preb¨¦lico y b¨¦lico pasa por pagar mucho m¨¢s caro el gas, pues ingentes cantidades que antes iban a Europa ya viajan rumbo a China, un cliente m¨¢s voraz y menos exigente que nosotros. Los ciberataques se suceden. Y las sanciones europeas, el frustrante m¨¦todo de castigo que est¨¢ en la mano de Occidente, desfallecen ante la nueva capacidad de Rusia y China de aliarse sin necesitarnos demasiado.
?Cu¨¢les son las soluciones? Aqu¨ª llega la contradicci¨®n. Europa y Estados Unidos pierden protagonismo, potencia y capacidad de maniobra en un nuevo universo en el que otros poderes consolidan su pujanza. El castillo de bienestar y derechos que conforma el Viejo Continente atrae a millones de inmigrantes que huyen del cambio clim¨¢tico y los conflictos, pero no est¨¢ siendo capaz de atraer con eficacia a quienes buscan democracia. Esta ya no est¨¢ de moda. El mundo ha cambiado sin que sepamos a¨²n qu¨¦ forma va a adquirir el futuro pr¨®ximo: no ser¨¢ Guerra Fr¨ªa, no ser¨¢ guerra mundial, ni ser¨¢ imperio de las democracias liberales; una nueva distribuci¨®n del poder dar¨¢ m¨¢s a los aut¨®cratas y menos a los dem¨®cratas. Y en ese contexto llega una m¨¢s que posible nueva guerra en Europa. @bernagharbour
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