Los medios de producci¨®n
Cuando los empleados participan directamente en la gesti¨®n o propiedad de una firma mejora su satisfacci¨®n con el empleo, la transparencia en la toma de decisiones e incluso su competitividad
El pasado 14 de enero hubo una charla entre la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda D¨ªaz, y el reputado economista franc¨¦s, Thomas Piketty, organizada por el Instituto de Estudios Culturales y Cambio Social. Aunque se pusieron muchos temas encima de la mesa, uno de los m¨¢s llamativos fue la alusi¨®n a ¡°democratizar las empresas¡± en la l¨®gica del ¡°socialismo participativo¡±. Sin duda lo rimbombante de estos t¨¦rminos hace que parezca algo muy ut¨®pico, pero es una propuesta m¨¢s prosaica de lo que parece.
Quiz¨¢ una historia concreta ayude a aterrizar la idea. ?rase una vez una empresa familiar que se dedicaba a la producci¨®n de calzado. Era una compa?¨ªa mediana con cierta capacidad exportadora. Pese a que una parte de su producci¨®n estaba en otros pa¨ªses (sobre todo la m¨¢s mec¨¢nica), manten¨ªa los cuarteles generales en el lugar de origen. Esto generaba empleo directo e indirecto en la zona, promocionando su dinamismo econ¨®mico e, incluso, radicada en un municipio peque?o, fijaba poblaci¨®n al territorio.
Sin embargo, el due?o fundador decidi¨® jubilarse. Propietario de la empresa y sin hijos capacitados para continuar el negocio que ¨¦l levant¨®, la termin¨® vendiendo a terceros. Su retiro fue dorado, pero su empresa se englob¨® en un grupo transnacional alem¨¢n cuyo compromiso era, esencialmente, con la cuenta de resultados. Esto hizo que cuando lleg¨® la crisis de la covid-19 su rentabilidad se hundiera y, teniendo que decidir por d¨®nde empezar a ajustar, prefiri¨® liquidar esta empresa acabando con 150 empleos directos e indirectos.
?Se pod¨ªa haber evitado este desenlace? Nunca lo sabremos, pero una posibilidad para ello habr¨ªa sido la implicaci¨®n directa de los trabajadores en la empresa. Hay evidencia que se?ala que cuando los empleados participan directamente en la gesti¨®n o propiedad de una firma mejora su satisfacci¨®n con el empleo, la transparencia en su toma de decisiones e incluso su competitividad. La implicaci¨®n de los trabajadores no s¨®lo aporta una mayor resiliencia para el mantenimiento de la actividad y del empleo (tambi¨¦n en crisis), sino que adem¨¢s aumenta la tasa de reinversi¨®n en la propia empresa y dota de m¨¢s recursos y capacidades innovadoras al sistema industrial local.
Si miramos a nuestro entorno, desde el a?o 2014 Escocia puso en marcha esta idea con bonificaciones fiscales a aquellos propietarios empresariales que ceden al menos una parte de ella a los trabajadores. Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para ver estas pol¨ªticas. La diputaci¨®n foral de Guip¨²zcoa comenz¨® trabajando con un plan piloto y luego generaliz¨® incentivos fiscales en ese sentido. Una pol¨ªtica que, acompa?ada por las autoridades y evaluada en su impacto, permite actuar desde lo local sin olvidarse de lo global. Es decir, una pol¨ªtica sobre la propiedad industrial que introduce en la ecuaci¨®n sus externalidades sociales ?Cuento popular o medida revolucionaria?
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