Chile en marcha

La victoria de Gabriel Boric en las elecciones de Chile ha abierto un comp¨¢s esperanzador, pero ha sido el mismo Boric quien ha alertado sobre el exceso de expectativas ante un panorama de gran complejidad social y econ¨®mica, mientras el pa¨ªs elabora una nueva Constituci¨®n que deber¨¢ ser aprobada en las urnas. Buena parte de la credibilidad pol¨ªtica de un l¨ªder que hace unos a?os protagonizaba movilizaciones estudiantiles depend¨ªa de la designaci¨®n de su nuevo Gobierno. Sus detractores lo hab¨ªan acusado de ser un radical poco fiable que en cualquier momento podr¨ªa romper con los sectores moderados que le brindaron su apoyo en las elecciones de diciembre. La presentaci¨®n el pasado viernes de su Ejecutivo ha mostrado que el mandatario m¨¢s joven en llegar a La Moneda, como suceder¨¢ el pr¨®ximo 11 de marzo a sus 36 a?os, ha apostado por el equilibrio, la suma de fuerzas y la lealtad a sus ra¨ªces.

Su Gobierno reedita la combinaci¨®n de elementos que le permitieron la victoria. Con una media de edad de 49 a?os, hay nombramientos de alto valor simb¨®lico, dosis de pragmatismo pol¨ªtico y l¨ªneas transversales claramente definidas, como el feminismo. En su equipo ha reunido a 14 mujeres y 10 hombres, y en ¨¦l figuran ocho independientes, pero tambi¨¦n compa?eros de viaje con los que Boric protest¨® en las calles y forj¨® su carrera parlamentaria. Entre ellos destacan Camila Vallejo y Giorgio Jackson, as¨ª como la carism¨¢tica Izkia Siches, una figura clave en la segunda vuelta de las elecciones, que ser¨¢ la primera mujer en ocupar el Ministerio del Interior. La designaci¨®n de mayor impacto ha sido la del actual presidente del Banco Central, el socialdem¨®crata Mario Marcel, como ministro de Hacienda. La elecci¨®n de este respetado economista, con experiencia en gobiernos de centroizquierda, no solo lanza un mensaje de tranquilidad a los mercados, sino que subraya la voluntad del presidente electo de contar con las fuerzas progresistas cl¨¢sicas y de formar un Ejecutivo capaz de suplir las carencias de su propia coalici¨®n electoral. Dos nombres de alta carga simb¨®lica son la ministra de Defensa, Maya Fern¨¢ndez, nieta del expresidente Salvador Allende, y Antonia Urrejola en la cartera de Exteriores. Con Urrejola, expresidenta de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, el pr¨®ximo mandatario chileno deja clara la distancia de su Gobierno hacia autoritarismos que azotan Latinoam¨¦rica, incluido el de Daniel Ortega en Nicaragua, con quien la futura ministra se ha mostrado muy cr¨ªtica.

Boric no vivi¨® la dictadura de Augusto Pinochet y ha cargado contra el modelo de la transici¨®n por su impotencia para reducir las enormes desigualdades sociales. Ha sido capaz a la vez de negociar con los partidos tradicionales, y lo hizo con la derecha al acordar una nueva Constituci¨®n, sin rehuir la aproximaci¨®n a los votos del centro para derrotar a la ultraderecha de Jos¨¦ Antonio Kast. Su nuevo Gobierno desbarata cualquier forma de alarmismo radicalista y ofrece una combinaci¨®n estimulante de pol¨ªticas progresistas y v¨ªnculos afectivos con el mejor pasado democr¨¢tico de Chile.