Xavales, violencia y soledad

¡°Xavales, este finde que entra no pis¨¦is Moncloa, la Dehesa, Lucero¡­ El finde pasado han matado a un trinitario y va a haber much¨ªsima sed de sangre. Id con cabeza y andad con cuidado porque ya han dicho que les da igual gente que sea de banda o no¡±, rezaba una de las advertencias virales en Twitter del fin de semana. Otra clamaba: ¡°Espa?a va a ser latinoamericana por un d¨ªa. Patria y que Dios os bendiga¡±. Estas proclamas acumulan, solo en la cuenta de @kisampe ¡ªconocida influencer¡ª 34.000 me gustas y casi 4.000 retuits. Casi al mismo tiempo, la Polic¨ªa Nacional compart¨ªa los mismos mensajes con el hashtag #NoPiques impreso encima. #SomosTuPolicia remataba su tuit, que gener¨® poco m¨¢s de 100 likes.

A la polic¨ªa le cuesta conectar con los j¨®venes y los padres madrile?os tienen miedo de que sus hijos salgan a la calle despu¨¦s de la noche letal que inaugur¨® febrero: dos j¨®venes muertos (uno de ellos menor) y tres heridos a machetazos y pu?aladas. Al mismo tiempo, los m¨®viles de adolescentes madrile?os de todas las clases sociales vibran con mensajes que hablan de purgas, de Trinitarios y Dominican. La mayor¨ªa de las veces, sus padres ni se enteran. Porque no hace falta formar parte de una banda para que te lleguen sus noticias, sus s¨ªmbolos o sus hashtags, basta con tener TikTok. Donde tambi¨¦n llegan sus seductoras promesas de protecci¨®n, su est¨¦tica aguerrida, sus ritos y todo lo que una banda promete cuando m¨¢s lo necesitas: sentido y pertenencia.

La violencia de bandas ha aumentado en Madrid a la vez que ha bajado dr¨¢sticamente la edad de los implicados. Si hace dos a?os entre los identificados hab¨ªa un 10% o un 20% de menores, hoy alcanza el 40%. Y en este cambio de tendencia, la pandemia juega un papel fundamental, seg¨²n explica la polic¨ªa. Una vez m¨¢s, se confirma que cuanto m¨¢s d¨¦biles son las instituciones, mayor es la necesidad de adquirir relevancia individual o grupal. Cerrar la escuela tiene consecuencias, retirar la seguridad social tambi¨¦n, aislar a los chavales no pod¨ªa ser inocuo. La pandemia ha producido millones de j¨®venes solitarios tras una pantalla disfrazados de chicos y chicas duros, donde han bailado cuando quer¨ªan llorar y proclamado lemas que no entend¨ªan. Y esto con independencia de su origen social. Esta semana se habla de la violencia de las bandas latinas con explicaciones a menudo racistas y clasistas, pero bien podr¨ªamos relacionar esta escalada con el auge de adolescentes ingresados en psiquiatr¨ªa. Me refiero a esa otra violencia disparada entre los menores: la de autolesiones, trastornos alimenticios e intentos de suicidio.

¡°Ya no se ven en el parque, se ven en TikTok y se matan en la calle¡±, explicaba un agente de polic¨ªa a este peri¨®dico subrayando la importancia de las redes. Mientras tanto, Isabel D¨ªaz Ayuso ataja el problema con un solo tuit: ¡°Vox mezcla a los menas en todo. Las bandas latinas est¨¢n compuestas en su mayor¨ªa por j¨®venes que han nacido en Espa?a. El problema no es de origen, es de integraci¨®n, falta de cumplimiento de las normas y de medios policiales, misi¨®n del Gobierno¡±. Un golpe que arrincona a Vox con una mano, al Gobierno con la otra y sirve de paso a sus propios intereses. Espa?a (y Europa) deben aspirar a algo m¨¢s que al cumplimiento de la norma. Es hora de que las instituciones del Estado se fortalezcan para producir identidad o los j¨®venes la buscar¨¢n donde sea. Y la pagar¨¢n a cualquier precio, incluso con su vida.