Ya no basta con sorprender, hay que ¡°escandalizar¡±
Las normas de la informaci¨®n cl¨¢sica con sus severos est¨¢ndares sobre la veracidad de la noticia est¨¢n saltando por los aires. Lo importante es el primer impacto
Vivimos no solo en una modernidad l¨ªquida y en la ¨¦poca de la posverdad, donde las cartas de la actualidad se mezclan y confunden. Ya no nos basta con sorprender cuando presentamos una noticia como ocurr¨ªa en el antiguo periodismo. Hoy necesitamos m¨¢s en nuestro af¨¢n de sorprender. Necesitamos escandalizar. Cuanto m¨¢s mejor. El esc¨¢ndalo adem¨¢s da lucro. Si en el siglo XVII, el fil¨®sofo franc¨¦s, Ren¨¦ Descartes, en su Discurso del m¨¦todo, acu?¨® la c¨¦lebre frase ¡°Pienso luego existo¡±, hoy no basta la reflexi¨®n para confirmar que existimos. Necesitamos dar un salto que puede acabar siendo mortal. El lema de hoy podr¨ªa ser ¡°escandalizo luego existo¡±.
Ha sido el pensador coreano Byung Chul Han quien ha subrayado que hoy ¡°el debate ha sido sustituido por el esc¨¢ndalo¡±, es decir qui¨¦n sea capaz de llamar m¨¢s nuestra atenci¨®n con algo escandaloso ¡°recibir¨¢ m¨¢s toques en Internet¡±. Ello acaba, dicen los expertos en comunicaci¨®n, arrastr¨¢ndonos a una puja para ver qui¨¦n escandaliza m¨¢s y mejor. Sorprender es conservador. Las noticias del mundo las tenemos al segundo a trav¨¦s de la informaci¨®n online. Ya no nos sorprenden ni emocionan. Necesitamos algo m¨¢s sustancioso. As¨ª nace la noticia que provoca esc¨¢ndalo, poco importa que sea verdadera o falsa.
Se explica de este modo el crecimiento de los bulos en las redes sociales, de las mentiras descaradas, de la puja a ver qui¨¦n m¨¢s escandaliza y quien es capaz de mentir mejor. Las normas de la informaci¨®n cl¨¢sica con sus severas normas sobre la veracidad de la noticia est¨¢n saltando por los aires. Lo importante es el primer impacto de la sorpresa. Es la fama construida bajo la fuerza del esc¨¢ndalo.
Brasil est¨¢ viviendo estos d¨ªas varios ejemplos de la fiebre de escandalizar para conseguir notoriedad. Uno de los abogados de mayor renombre ha aparecido en una reuni¨®n profesional virtual vestido con traje y corbata pero en vez de pantalones llevaba un ba?ador. Seguro que aquella imagen desvergonzada le dio m¨¢s eco nacional que muchas de las defensas de personajes ilustres.
A su vez en el podcast Flow, uno de los de mayor audiencia del pa¨ªs al que son invitados personajes y pol¨ªticos famosos, ha estallado la semana pasada una verdadera guerra. El famoso presentador Monark defendi¨® que Alemania hab¨ªa hecho mal en ¡°condenar el nazismo¡±. Le sigui¨® el diputado del PMB Kim Kataguiri dando un paso m¨¢s en el af¨¢n de escandalizar y defendi¨® que tambi¨¦n en Brasil se deber¨ªa crear un partido nazi.
Sab¨ªan ambos que la Constituci¨®n brasile?a condena con varios a?os de c¨¢rcel a quien haga apolog¨ªa del nazismo y del Holocausto por lo que ser¨ªa impensable la creaci¨®n de un partido nazi. El esc¨¢ndalo les rindi¨® al presentador y al diputado m¨¢s de 200.000 interacciones en las redes sociales. Si se hubiera tratado de una simple discusi¨®n, sin escandalizar, las afirmaciones de los defensores del nazismo no hubieran llamado la atenci¨®n. Lo que les enriqueci¨® en visibilidad fue el esc¨¢ndalo producido.
Justo d¨ªas antes, en la TV Joven Pan, el comentarista Adriles Jorge se permiti¨®, en el af¨¢n de llamar la atenci¨®n, hacer un t¨ªpico gesto nazi que lo lanz¨® en las redes. ?Resultado? El partido conservador, PTB le ofreci¨® enseguida un puesto como candidato a las pr¨®ximas elecciones. Como coment¨® el abogado Andr¨¦ Masiglia, experto en temas de comunicaci¨®n de masas, ¡°conseguir la atenci¨®n de alguien es hoy m¨¢s que ser alguien¡±.
En la discusi¨®n sobre el nazismo hoy en Brasil, se ha llegado al colmo que el partido del diputado Katiguiri en vez de reprender al pol¨ªtico por sus excesos en el an¨¢lisis del nazismo ha anunciado que va a procesar a quienes piden el impeachment del pol¨ªtico.
Hoy es sabido que, por ejemplo, el presidente Jair Bolsonaro se eligi¨® en 2018 gracias al bombardeo de noticias falsas y mentiras que inundaron las redes amplificadas por cientos de robots costeados por algunos empresarios de ultraderechas. Y toda su pol¨ªtica se basa hoy en sus encuentros matinales con un grupo de sus seguidores m¨¢s fan¨¢ticos. En esos encuentros el presidente se dedica a contarles mentiras descaradas y agredir verbalmente hasta con frases groseras de cu?o sexual a periodistas que intentan hacerle alguna pregunta comprometida. Y eso le rinde notoriedad y prensa.
Si hoy lo importante es conseguir fama a cualquier precio, nada mejor que la mentira dura y cruda, lanzada sin escr¨²pulos, que es justo la ant¨ªtesis de lo que deber¨ªa ser el escr¨²pulo por contar la verdad de los hechos. Hechos que podr¨¢n a veces ser discutibles pero sin voluntad expl¨ªcita al publicarlos de enga?ar para escandalizar.
Hoy el Nobel espa?ol de Literatura Camilo Jos¨¦ Cela, que era conocido por la fuerza de su iron¨ªa, se reir¨ªa del sesgo que han tomado ciertos medios de comunicaci¨®n y sitios de internet con tal de conseguir seguidores y dinero. En los a?os 80, Cela pas¨® por Roma, invitado por la Embajada espa?ola. Los corresponsales conoc¨ªamos la salidas ¨¢cidas que sol¨ªa dar a las preguntas que se le hac¨ªan. Entonces no exist¨ªan a¨²n los tel¨¦fonos m¨®viles ni las redes sociales y aunque los periodistas busc¨¢bamos sorprender con noticias que otros no ten¨ªan, no exist¨ªa a¨²n la fiebre de querer ¡°escandalizar¡± a cualquier costo. En una pausa, durante una cena, un corresponsal espa?ol se atrevi¨® a preguntarle a Cela qu¨¦ har¨ªa falta para poder ¡°sorprender¡± dado el exceso ya entonces de noticias que lanzaban las radios y televisiones. El Nobel, con su voz cl¨¢sica de bar¨ªtono y su ¨ªndole burlesca le respondi¨®: ¡°Pues, hombre, por ejemplo, pasearte en la plaza de Espa?a, frente a la embajada ante la Santa Sede, con un lacito rosa atado a los cojones¡±.
Frente al af¨¢n de hoy de escandalizar aunque sea usando la mentira y la calumnia, la broma del ¨ªnclito Cela suena a algo angelical.
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