Vox por dentro

La derecha ultra ha consolidado su espacio en Espa?a. El voto a Vox es todav¨ªa minoritario pero fiel, muy convencido y no se reconoce a s¨ª mismo ubicado en la extrema derecha. De ah¨ª el inter¨¦s de la encuesta que public¨® ayer EL PA?S sobre Vox, la percepci¨®n que tienen de ¨¦l los espa?oles y las relaciones que se observan entre su electorado y el del Partido Popular.

La ultraderecha sociol¨®gica no se percibe como tal ¡ªsolo el 11,9% de los votantes de Vox se sit¨²a ah¨ª¡ª y no cree que las propuestas del partido de Santiago Abascal vulneren principios del Estado de derecho consagrado en la Constituci¨®n. La adhesi¨®n a Vox entre sus votantes est¨¢ blindada contra toda duda y se identifican sobre todo como patriotas (43%) o nacionalistas espa?oles (casi un 30%). El rechazo a la inmigraci¨®n, incluida la expulsi¨®n de ilegales, es el motor de adhesi¨®n m¨¢s claro (55,6%), junto a la propuesta de ilegalizar a los partidos separatistas (43,7%), promover una recentralizaci¨®n del Estado (25%) y derogar la ley de violencia de g¨¦nero (25%), por encima del 17,1% partidario de suprimir la ley del aborto y la eutanasia. La inmensa mayor¨ªa identifica como elementos propios de la formaci¨®n la valent¨ªa, la ruptura con el lenguaje pol¨ªticamente correcto, su ¨®ptima preparaci¨®n t¨¦cnica y, sobre todo, la defensa de la ¡°gente corriente¡±: nacionalpopulismo en estado puro.

El espacio ideol¨®gico que comparte el votante de Vox con el del PP discurre por franjas amplias que podr¨ªan propiciar un trasvase de voto. De hecho, cerca del 50% del electorado del PP se sentir¨ªa satisfecho o tranquilo con ministros de Vox en el Gobierno de Espa?a, y por encima del 30% del electorado del PP simpatiza con la posici¨®n de Vox en inmigraci¨®n, ilegalizaci¨®n de partidos separatistas y recentralizaci¨®n del Estado. La encuesta se realiz¨® al inicio de la campa?a electoral de Castilla y Le¨®n (entre el 27 de enero y el 1 de febrero) y a¨²n no refleja ni la potente subida de Vox ni el estancamiento del PP en la comunidad. Tampoco la dram¨¢tica situaci¨®n que est¨¢ viviendo en estos momentos el principal partido de la oposici¨®n en Espa?a. Esta profunda crisis de credibilidad y liderazgo que tiene abiertos en canal a los populares puede dejar hu¨¦rfano a un votante conservador que, como se?ala la encuesta, no percibe a Vox tan alejado del PP en aspectos centrales de su oferta pol¨ªtica.

El contraste m¨¢s radical est¨¢ en la distancia de esas posiciones con la poblaci¨®n general, que no duda en situar a Vox en la extrema derecha o muy cerca de ella (lo cree m¨¢s del 70%), y un 30% los identifica como fascistas. Otro dato relevante es que el 42% de los espa?oles (y el 70% de los votantes del PP) creen que Vox debe ser tratado ¡°como un partido m¨¢s¡±. Un 21% es partidario de impedir que forme Gobierno, es decir, que se le aplique el cord¨®n sanitario o cord¨®n democr¨¢tico que excluye a los ultras de los gobiernos en pa¨ªses como Alemania, pero llega hasta el 47% sumando a quienes lo quieren ilegalizar o lo descartan de cualquier acuerdo.

La disparidad es flagrante entre la consideraci¨®n que merece Vox a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n y el modo en que su votante lo percibe, incluso c¨®mo lo percibe una parte de los votantes del PP, y esa puede resultar la mejor noticia cuando la expectativa de voto no rebasa el 13%. Vox ya est¨¢ en las instituciones gracias al voto de los ciudadanos. Lo que habr¨¢ que decidir en Castilla y Le¨®n es si una minor¨ªa que defiende la derogaci¨®n de las leyes de apoyo a las v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero y ha exhibido posiciones claramente xen¨®fobas debe intervenir en el Gobierno de una autonom¨ªa.