Ucrania, ata¨²des de zinc
?Cu¨¢l puede ser el espacio para Am¨¦rica Latina en el nuevo escenario mundial?
¡°Nadie hab¨ªa visto todav¨ªa los ata¨²des de zinc. Fue m¨¢s tarde cuando nos enteramos de que los ata¨²des llegaban a la ciudad y que los enterraban en secreto¡±
Svetlana Alexi¨¦vich, Los muchachos de zinc.
Una semana despu¨¦s de iniciado el ataque militar ruso a Ucrania hay a¨²n mucha ¡°tela para cortar¡± en esta sucesi¨®n arborescente de informaci¨®n. Y la sospecha de que la guerra puede durar y, con ello, una serie de repercusiones geopol¨ªticas.
Las cifras de v¨ªctimas seguro aumentar¨¢n, como suele ocurrir en estos casos. El Gobierno de Kiev ya refiere m¨¢s de 4.000 ucranIos/as muertos; Rusia reconoce m¨¢s de 400 en sus filas militares. Y junto con esas v¨ªctimas, puede ir muriendo la verdad. Me cuentan personas que est¨¢n ahora en Ucrania que la pol¨ªtica de los ocupantes es que los efectivos rusos que mueren se queden, al parecer no los env¨ªan de vuelta a su pa¨ªs en los consabidos ata¨²des de zinc a los que se refiere Alexi¨¦vich en su novela sobre la ocupaci¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n en los 80 del siglo pasado.
Con ese tel¨®n de fondo, una foto de este momento dif¨ªcilmente nos podr¨ªa dar una imagen de las consecuencias que este proceso tendr¨¢ en el mundo. Preliminarmente, saltan a la vista cuatro temas geopol¨ªticos de contornos a¨²n preliminares y que se ir¨¢n precisando ¡ªo corrigiendo¡ªen las pr¨®ximas semanas. Dejo para otra ocasi¨®n las repercusiones globales de las sanciones econ¨®micas a Rusia.
En primer lugar, la dinamizaci¨®n y fortalecimiento de la OTAN luego del fin de la Guerra Fr¨ªa termin¨® y cuando la alianza se desdibujaba en su raz¨®n de ser. Surgi¨® en 1949 mirando a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y sus aliados de Europa del este como la amenaza a conjurar. Ca¨ªdo el muro de Berl¨ªn y la URSS y disuelto el Pacto de Varsovia (creado en 1955 para contrarrestar a la OTAN), esta sobrevivi¨®.
Parad¨®jicamente, a partir de 1999 esta entidad, que a muchos parec¨ªa desfasada de los nuevos tiempos post Guerra Fr¨ªa, se sigui¨® ampliando hacia el este con varios pa¨ªses que hab¨ªan sido parte de la esfera de influencia de la URSS y acerc¨¢ndose a la frontera rusa. Incluyendo a las tres rep¨²blicas b¨¢lticas (Estonia, Letonia y Lituania) que hab¨ªan sido parte de la URSS.
Putin desde hace a?os ven¨ªa reclamando contra esta expansi¨®n incesante hacia el Este como una violaci¨®n de acuerdos no escritos luego de la ca¨ªda del muro. La perspectiva de la membrec¨ªa de Ucrania aparec¨ªa como asunto mucho m¨¢s sensible por razones hist¨®ricas y por los m¨¢s de dos mil kil¨®metros de frontera entre los dos pa¨ªses.
La anexi¨®n de Crimea por Rusia el 2014 sembr¨® ya un hito de tensi¨®n que algunos pensaron quedar¨ªa focalizado all¨ª. Derivaci¨®n de los actuales acontecimientos viene siendo la vigorizaci¨®n de la OTAN; lo contrario de lo que buscaba Putin pero gracias a ¨¦l.
En segundo lugar, una agudizaci¨®n de tensiones de occidente con Rusia. Promete ser duradera y profunda e incluye asuntos de derechos humanos dentro de un marco en el que Karim Khan, Fiscal de la Corte Penal Internacional, ha pedido autorizaci¨®n al tribunal para abrir una investigaci¨®n sobre posibles cr¨ªmenes de guerra y cr¨ªmenes contra la humanidad en Ucrania: ¡°ya he encargado a mi equipo que explore todas las oportunidades de preservaci¨®n de pruebas¡±. La Corte Europea de Derechos Humanos, por su parte, dispuso este martes que la Federaci¨®n Rusa deb¨ªa ¡°abstenerse de realizar ataques militares contra civiles y objetos civiles, incluyendo viviendas, veh¨ªculos de emergencia y otros objetos civiles especialmente protegidos, como escuelas y hospitales, y a garantizar inmediatamente la seguridad de los establecimientos m¨¦dicos, el personal y los veh¨ªculos de emergencia dentro del territorio atacado o asediado por tropas rusas¡±. Lenguaje e indagaciones inusualmente directas y expl¨ªcitas.
El efecto geopol¨ªtico de la acci¨®n militar rusa y la bola de nieve desatada ha puesto no solo los derechos humanos sino la seguridad europea en el centro de la escena. Ojo que grandes confrontaciones globales empezaron as¨ª.
Tercero, las implicancias humanitarias que ya viene teniendo la guerra. Que en poco m¨¢s de una semana ya ha generado una cifra de refugiados que se acerca al mill¨®n, de acuerdo con las estimaciones de Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Situaciones que no se viv¨ªan en Europa desde hace ocho d¨¦cadas y modifican aceleradamente las prioridades en pol¨ªticas cruciales de la UE.
Por ejemplo, queda relegada la atenci¨®n singular que, con raz¨®n, las pol¨ªticas comunes frente al autoritarismo proveniente de ciertos Gobiernos europeos como los de Polonia y Hungr¨ªa contra la independencia judicial. La UE ven¨ªa actuando contra eso, pero parecer¨ªa que ese movimiento se pone ahora en la congeladora cediendo el paso a la cooperaci¨®n por estar acogiendo ¡ªPolonia, por ejemplo¡ª a centenares de miles de refugiados. ?Durar¨¢ esta reordenaci¨®n de prioridades? ?O el Consejo de Europa podr¨¢ manejar los dos escenarios de manera simult¨¢nea? Es decir, sin olvidar los valores democr¨¢ticos que Europa tiene que hacer valer empezando por sus miembros.
Cuarto, las implicaciones a nivel global. Es decir, m¨¢s all¨¢ de los Estados europeos y otros que est¨¢n en la ¡°primera l¨ªnea¡±. La resoluci¨®n de condena a la ocupaci¨®n rusa por una significativa mayor¨ªa de Estados (141) adoptada este mi¨¦rcoles en la Asamblea General de la ONU y el n¨²mero escaso de quienes votaron en contra (cuatro pa¨ªses, adem¨¢s de Rusia) env¨ªa todo un mensaje.
No hay respaldo, pues, a las aventuras b¨¦licas de Putin. Pero en ello hay tres pa¨ªses que marchan por separado y que son particularmente claves en este escenario: Turqu¨ªa, India y China.
Turqu¨ªa, que vot¨® a favor de la resoluci¨®n de la Asamblea General, ha decidido ejercer activamente, sin embargo, su neutralidad aplicando la Convenci¨®n de Montreux de 1936 que proh¨ªbe el paso por el estrecho de los Dardanelos y el B¨®sforo de nav¨ªos militares de pa¨ªses implicados en la guerra. Est¨¢, as¨ª, bloqueando el paso de nav¨ªos tanto de Rusia como de Ucrania. Esto cuadra, en varios sentidos, con lo que podr¨ªan tener en agenda Xi Xing Ping en la China y Modi en la India que se abstuvieron en la votaci¨®n.
Que China o India no hayan condenado en el Consejo de Seguridad o en la asamblea la acci¨®n militar rusa en Ucrania no puede ser entendido como sin¨®nimo de ¡°apoyo¡± a Mosc¨². Eso es un error. Hacer esa extrapolaci¨®n ser¨ªa simplificador y equivocado; hay explicaciones para esas abstenciones y b¨²squeda de neutralidad. Juego cauteloso, pero independiente y aut¨®nomo, de actores internacionales de peso que dan cuenta, precisamente, de la multipolaridad del escenario. Que permite que ahora China, por ejemplo, ofrezca sus buenos oficios de mediaci¨®n.
En ese contexto, ?cu¨¢l puede ser el espacio para Am¨¦rica Latina? En este escenario multipolar se abren varias opciones de estrategias, algunas de las cuales podr¨ªan generar espacios para no ver a Latinoam¨¦rica arrastrada estructuralmente en la polarizaci¨®n que se est¨¢ abriendo y que durar¨¢. C¨®mo hacerlo y si es viable, son preguntas sin respuestas f¨¢ciles ni claras.
Pasado el primer remez¨®n, en el que la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos ha rescatado y enfatizado en la ONU esta semana, como corresponde, los principios de Naciones Unidas contra el uso de la fuerza y del respeto a la integridad territorial de los pa¨ªses, la gran pregunta es el curso de las pol¨ªticas a sostener en el tiempo ante este conflicto.
Que durar¨¢, tendr¨¢ repercusiones globales y en cuyo contexto la regi¨®n tendr¨¢ que mover sus fichas, en funci¨®n de sus propios intereses, dentro de ese multilateralismo en explosi¨®n global. En funci¨®n de esos intereses de nuestra regi¨®n, ?podr¨ªa Am¨¦rica Latina sostener ¡ªy mantener¡ª un no alineamiento activo? C¨®mo articularlo y ejercerlo con nuestras organizaciones multilaterales regionales debilitadas es un reto a asumir.
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