Objetivos imposibles
Putin ten¨ªa varios prop¨®sitos cuando comenz¨® la escalada del conflicto y no podr¨¢ alcanzar ninguno de ellos, independientemente de c¨®mo termine la guerra
Durante los ¨²ltimos d¨ªas se han escrito m¨²ltiples an¨¢lisis desde todas las perspectivas posibles sobre la invasi¨®n de Ucrania por Rusia. No existen fisuras sobre el hecho de que la utilizaci¨®n de la fuerza militar contra el Estado ucranio, en una clara vulneraci¨®n de su soberan¨ªa, ha de ser condenada sin paliativos y sin excusas.
Los ap¨®stoles de la Nueva Guerra Fr¨ªa han confirmado sus sospechas, est¨¢n felices y disfrutan del momento, han acertado en sus predicciones y acusan a los que nunca cre¨ªmos en est...
Durante los ¨²ltimos d¨ªas se han escrito m¨²ltiples an¨¢lisis desde todas las perspectivas posibles sobre la invasi¨®n de Ucrania por Rusia. No existen fisuras sobre el hecho de que la utilizaci¨®n de la fuerza militar contra el Estado ucranio, en una clara vulneraci¨®n de su soberan¨ªa, ha de ser condenada sin paliativos y sin excusas.
Los ap¨®stoles de la Nueva Guerra Fr¨ªa han confirmado sus sospechas, est¨¢n felices y disfrutan del momento, han acertado en sus predicciones y acusan a los que nunca cre¨ªmos en esta posibilidad, en el mejor de los casos, de na¨ªfs, equidistantes y en el peor, de ser afines al r¨¦gimen de Putin o estar directamente pagados por ¨¦l. Esto, sin embargo, no importa ya demasiado.
Putin ha desatado la guerra y la violencia, y se ven, de nuevo, riadas de (sobre todo) refugiadas que huyen del dolor y la muerte provocados por las pulsiones de un l¨ªder narcisista e imperialista, cuyo objetivo era conseguir el control, al menos, de Ucrania, por todos los medios a su alcance. Occidente no lo crey¨® y ¨¦l lo est¨¢ ejecutando.
Es esta la primera vez que la Federaci¨®n Rusa lanza una invasi¨®n de estas caracter¨ªsticas y escala. Las guerras en Georgia (2008), el Donb¨¢s y la anexi¨®n de Crimea (2014) ser¨ªan intervenciones a menor escala, pero con el mismo objetivo: impedir que estos Estados pasasen a formar parte de las estructuras de seguridad articuladas en torno a la OTAN. La ¨²ltima vez que se vio algo similar en esta regi¨®n fue en 1979 con la invasi¨®n por la URSS de Afganist¨¢n.
A estas alturas de la guerra ser¨ªa arriesgado ofrecer alg¨²n tipo de pron¨®stico, pero s¨ª que se puede atisbar cu¨¢l es la apuesta de las potencias occidentales. Y esta no es otra que la de un estancamiento de las tropas rusas en Ucrania con el fin de que Putin tenga su ¡°momento Breznev¡± y caiga. Un ej¨¦rcito acosado por la resistencia local que generar¨ªa unos gastos econ¨®micos descomunales a un r¨¦gimen ahogado por la asfixia provocada como consecuencia de las sanciones occidentales. Descontada una intervenci¨®n de la OTAN en cualquiera de sus variantes, m¨¢s all¨¢ del env¨ªo de armas al ej¨¦rcito ucranio, se apuesta por alargar la guerra y el horror, con la esperanza de obligar a negociar a Putin. Sin embargo, dados los antecedentes y la determinaci¨®n mostrada por el l¨ªder ruso, no parece que esto vaya a ser tarea f¨¢cil sin que algo tambi¨¦n suceda en su retaguardia, esto es, en Rusia.
Hay quien plantea que quiz¨¢s sea un escenario m¨¢s probable el que Rusia se haga con el control del pa¨ªs (harto complicado, tal y como se est¨¢ desarrollando la guerra) y que se cree un nuevo tel¨®n de acero que llevar¨ªa a una nueva ampliaci¨®n de la OTAN con la incorporaci¨®n de Suecia y Finlandia. E incluso no se descarta la posibilidad de un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia en el caso, por ejemplo, de la apertura de ¨¢reas de exclusi¨®n a¨¦rea. Sea como fuere, los objetivos estrat¨¦gicos rusos est¨¢n ahora m¨¢s lejos de alcanzarse que hace apenas dos semanas.
Varios eran los objetivos de Putin cuando comenz¨® a escalar el conflicto y ninguno de ellos se podr¨¢ alcanzar, independientemente de c¨®mo termine esta guerra. El primero, la recomposici¨®n de la estructura de seguridad europea. A la vista de los acontecimientos, lo ¨²nico que consigue es reafirmar, cohesionar y reforzar m¨¢s las alianzas militares ya existentes en torno a la OTAN. Tras esta guerra saldr¨¢ una OTAN m¨¢s fuerte y, quiz¨¢s, ampliada con Suecia y Finlandia. Los Estados europeos se mantendr¨¢n bajo el paraguas atl¨¢ntico y ser¨¢n mucho m¨¢s dependientes de Washington en seguridad y defensa, pero tambi¨¦n en lo energ¨¦tico.
En segundo lugar, si lo que quer¨ªa era un mayor control de Ucrania y su colaboraci¨®n, lo que est¨¢ consiguiendo es un nivel de rusofobia de tal magnitud que, lejos de dividir a los ciudadanos ucranios de cualquier lengua, los est¨¢ unificando en la defensa de la soberan¨ªa de su territorio. Las tesis del apoyo de los rus¨®fonos a la invasi¨®n se han desmoronado. Las l¨ªneas de fractura y las lealtades en Ucrania nunca se conformaron en torno a la lengua y mucho menos ahora. Esta invasi¨®n lo ¨²nico que refuerza es un nacionalismo ucranio que sale mucho m¨¢s cohesionado contra el ruso.
En tercer lugar, de esta guerra Rusia saldr¨¢ m¨¢s debilitada a todos los niveles. En el externo, al haberse dado una respuesta dura y sin paliativos a su intervenci¨®n militar que la deja aislada por todos los flancos. Es cierto que todav¨ªa quedan fieles aliados, que no son pocos, pero que se encuentran subordinados a las potencias del Norte global. Y en el interno, con una poblaci¨®n quiz¨¢s m¨¢s cohesionada en torno a la defensa de su pa¨ªs y su l¨ªder, pero, sin duda, mucho m¨¢s empobrecida. A falta de que China haga alg¨²n movimiento, parece que, suceda lo que suceda en Ucrania, no ser¨¢n buenas noticias, ni para los ucranios ni para los rusos.