Solo palabras
Unas te salvan, otras te matan. No son m¨¢s que un poco de aliento que en el mejor de los casos sirve para decir te amo, para decir me muero

Entre el inagotable caudal de palabras que sale de la garganta de una persona corriente, me pregunto cu¨¢ntas son necesarias, determinantes y comprometidas. Entre todas ellas est¨¢n las palabras que cambian el curso de una vida, las que uno se arrepiente de haberlas pronunciado, las que se callan por miedo y se quedan quem¨¢ndote la lengua. La mayor¨ªa de las palabras se las lleva el viento, pero las hay malditas que en medio de una disputa familiar o amorosa caen al suelo y ya no hay quien las levante. Las palabras crean un sendero y uno las sigue como un esclavo. ?Cu¨¢ndo fue la primera vez que dijiste no? Sin duda, ese fue un gran d¨ªa. El no te libera, el s¨ª te ata. Unos han venido a este mundo a hablar y otros solo a escuchar, este es el privilegio que distingue a los ricos de los pobres. La verdad no cambia, la diga el fil¨®sofo o el arriero, el creyente o el ateo, el juez o el reo, pero seg¨²n con qu¨¦ palabras venga adornada una misma verdad te llevar¨¢ al cielo o al infierno. Las palabras m¨¢s s¨®lidas e inapelables son, a fin de cuentas, las que masculla entre dientes el sepulturero. Las primeras palabras que el ni?o oye de su madre quedan grabadas para siempre en alguna mucosa del cerebro. Son muy tiernas, con sabor a leche, pero han causado r¨ªos de sangre solo por atacarlas o defenderlas. Todas las palabras que se ha llevado el viento forman una atm¨®sfera alrededor del planeta que puede llegar a ser muy t¨®xica. La sabidur¨ªa consiste en aprender a respirarlas seg¨²n su valor y naturaleza. Las hay venenosas, mort¨ªferas como balas que utilizan los tiranos para sembrar la muerte, pero tambi¨¦n est¨¢n en el aire a disposici¨®n de cualquiera las palabras que usaron Homero, Virgilio y Horacio para enhebrar sus versos. Unas te salvan, otras te matan. No son m¨¢s que un poco de aliento que en el mejor de los casos sirve para decir te amo, para decir me muero.
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