Escepticismo justificado
El Kremlin merece escasa credibilidad en su anuncio de que se concentrar¨¢ en la ocupaci¨®n definitiva del Donb¨¢s
Hay muy pocos motivos para creer que los ej¨¦rcitos de Putin vayan a concentrarse en la ocupaci¨®n de la regi¨®n entera de Donb¨¢s, tal como declar¨® el viernes un portavoz del Estado Mayor ruso. Son tan pocos que escasas horas despu¨¦s del anuncio, Rusia bombarde¨® el Oeste, en la ciudad de Lviv, cerca de la frontera con Polonia. La palabra del Kremlin ha perdido su posible valor desde hace mucho tiempo. Es notable tambi¨¦n que no haya sido el ministro de Defensa, Sergu¨¦i Shoig¨², quien haya dado las explicaciones. Es uno de los tres m¨¢ximos responsables de la llave del malet¨ªn nuclear ruso, pero solo se le ha visto en las ¨²ltimas semanas arrinconado y lejos de Putin en una reuni¨®n.
Existen pocas dudas sobre el fracaso de la estrategia militar de Rusia en el primer mes de invasi¨®n. El Kremlin apenas ha conseguido ninguno de sus objetivos reales y, en vez de desmilitarizar Ucrania, ha logrado lo contrario: movilizar al pa¨ªs entero, suscitar el aprovisionamiento internacional a trav¨¦s de la UE y activar la cobertura del flanco oriental de la OTAN. Sus ej¨¦rcitos han demostrado sobradamente su capacidad de bombardear escuelas, teatros, hospitales, viviendas e infraestructuras civiles, uso de armas prohibidas e incluso secuestros y desplazamientos de poblaci¨®n. Tras este primer mes de guerra, hay muy pocas dudas y m¨²ltiples pruebas acumuladas sobre la calificaci¨®n del delito de crimen de agresi¨®n ¡ªel mismo que llev¨® a los procesos de N¨²remberg y de Tokio¡ª que merece Putin ante un tribunal internacional. Tambi¨¦n sus ministros militares y comandantes merecen ser encausados, e incluso no est¨¢ descartada la imputaci¨®n por cr¨ªmenes de guerra y genocidio, como podr¨ªa deducirse de las diatribas antiucranias del propio Putin, que no reconoce la existencia del pa¨ªs y niega a sus ciudadanos el derecho a la vida.
Ucrania sufre ahora una salvaje guerra de desgaste que castiga ante todo a los ciudadanos, paraliza su econom¨ªa, vac¨ªa las ciudades y deja tras de s¨ª un balance de muerte y sufrimiento. Esta es la fase actual, en la que Putin resuelve las dificultades con el m¨¦todo expeditivo de la destrucci¨®n sistem¨¢tica de las ciudades, que probablemente aplicar¨¢ ahora en Donb¨¢s. No se puede descartar que estas declaraciones sean una nueva maniobra de distracci¨®n, acompa?ada de una nueva ofensiva generalizada. Pero tambi¨¦n podr¨ªa ser el anuncio maquillado de una incipiente retirada, ojal¨¢. Aunque ser¨¢ mejor que los ucranios y sus aliados mantengan la guardia alta ante un agresor ampliamente experimentado en la mentira, las verdades paralelas y la tergiversaci¨®n.
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