Fin de la magia de la deuda
El brutal encarecimiento de la energ¨ªa, agravado por la guerra de Ucrania, y la multiplicaci¨®n de los problemas de suministro han agudizado el proceso inflacionario
Desde las m¨¢gicas palabras ¡°whatever it takes¡± (lo que sea necesario) en verano de 2012 de Mario Draghi, por aquel entonces presidente del BCE, la deuda soberana de los pa¨ªses de la Eurozona ha tenido un periodo de calma y costes financieros bajos, incluso negativos. Esas palabras fueron inicialmente m¨¢s eficaces que cualquier hechizo de Harry Potter o sus correligionarios de Hogwarts, y luego vinieron acompa?adas de hechos. En forma de instrumentos de compra de bonos, que han facilita...
Desde las m¨¢gicas palabras ¡°whatever it takes¡± (lo que sea necesario) en verano de 2012 de Mario Draghi, por aquel entonces presidente del BCE, la deuda soberana de los pa¨ªses de la Eurozona ha tenido un periodo de calma y costes financieros bajos, incluso negativos. Esas palabras fueron inicialmente m¨¢s eficaces que cualquier hechizo de Harry Potter o sus correligionarios de Hogwarts, y luego vinieron acompa?adas de hechos. En forma de instrumentos de compra de bonos, que han facilitado un periodo de 10 a?os de estabilidad en el mercado de deuda soberana. Algunos episodios de incertidumbre y sobre todo la crisis derivada de la pandemia alargaron hasta 2022 la enorme liquidez que los bancos centrales (principalmente, la Fed estadounidense y el BCE) han aportado a los bancos y a los mercados de capitales. Hab¨ªa dinero para todo, hasta para financiar private equity u operaciones corporativas de integraci¨®n.
La inflaci¨®n que se inici¨® hace meses ¡ªy que comienza a alcanzar niveles no vistos desde hac¨ªa m¨¢s de 30 a?os¡ª ha obligado a reaccionar a los bancos centrales de ambos lados del Atl¨¢ntico. El brutal encarecimiento de la energ¨ªa ¡ªagravado por la guerra de Ucrania¡ª y la multiplicaci¨®n de los problemas de suministro han agudizado el proceso inflacionario. Se est¨¢n retirando est¨ªmulos monetarios paulatinamente. En el pr¨®ximo a?o pueden desaparecer entre uno y dos billones de liquidez de los mercados financieros, lo que tensionar¨¢ la situaci¨®n del cr¨¦dito y la deuda globalmente, algo a lo que ya no est¨¢bamos acostumbrados. La subida de los tipos oficiales ya es un hecho en EE UU y el Reino Unido. Se esperan m¨¢s subidas de la Fed este a?o. En los mercados de deuda ya se nota en el aumento de las rentabilidades y costes financieros de los deudores. Y queda bastante recorrido al alza. Aunque el BCE a¨²n no ha subido sus tipos, en Europa se nota ya la subida en los tipos de mercado.
La dureza de lo que se puede avecinar se aprecia en parte de la curva de tipos de EE UU ¡ªalgunos rendimientos que se encuentran entre los 5 y 30 a?os¡ª que se ha invertido. Se?al de alarma de posibilidad de recesi¨®n en ese pa¨ªs. Si se confirmaran esos malos augurios, no se podr¨ªa descartar ese escenario de ¡°estanflaci¨®n¡± (inflaci¨®n y recesi¨®n) del que se ha hablado con excesiva alegr¨ªa, ¨²ltimamente, con sus repercusiones para la econom¨ªa global.
En cuanto a los bonos soberanos, la financiaci¨®n de futuros d¨¦ficits p¨²blicos, sobre todo en pa¨ªses con mayor vulnerabilidad de sus cuentas p¨²blicas y de su econom¨ªa, puede empezar a sufrir un estr¨¦s significativo en los mercados, conforme se retiran los est¨ªmulos del BCE. Espa?a ¡ªcon la deuda p¨²blica en el 118,4% del PIB¡ª no quedar¨ªa al margen de ese estr¨¦s. Parece urgente dise?ar una senda cre¨ªble de ajuste fiscal. Tambi¨¦n otras acciones que refuercen la resiliencia de nuestra econom¨ªa ¡ªcon tantos desaf¨ªos por delante¡ª que permitiera minimizar el impacto negativo de la fuerte disminuci¨®n de la liquidez del mercado sobre nuestra deuda p¨²blica y privada.