Estanflaci¨®n
Los altos precios de las materias primas reflejan escasez y ser¨¢ necesaria una mayor intervenci¨®n p¨²blica para gestionar esta situaci¨®n
Desde principios de 2021 la econom¨ªa mundial ha registrado diferentes perturbaciones de oferta que la abocan a la estanflaci¨®n en buena parte de los pa¨ªses. Rotura de la cadena de suministros, crisis del gas, de los alimentos, etc¨¦tera. La invasi¨®n de Ucrania ha intensificado todas esas tendencias, pero el PIB de la Eurozona se fren¨® el ¨²ltimo trimestre de 2021, y Alemania y Austria ya registraron ca¨ªdas.
La incertidumbre sobre la duraci¨®n de la guerra en Ucrania y sus efectos es m¨¢xima, pero el escenario posterior m¨¢s probable es el de precios m¨¢s altos de la energ¨ªa y del resto de materias primas. La Comisi¨®n Europea, con buen criterio, ha obligado a los pa¨ªses a llenar sus reservas estrat¨¦gicas de gas antes de octubre. Por lo tanto, la presi¨®n de demanda mantendr¨¢ altos los precios, al menos hasta la primavera de 2023.
Esta situaci¨®n ya la vivimos en 1973 y sobre todo en 1979. Las pol¨ªticas fiscales y monetarias expansivas crean m¨¢s inflaci¨®n y aumentan el desempleo. El mayor riesgo son las inercias de salarios, m¨¢rgenes y precios que tambi¨¦n acaban aumentando el desempleo. Son necesarios pactos de rentas para evitarlo. Pero en 1977 la politizaci¨®n de los Pactos de la Moncloa se carg¨® el acuerdo entre la patronal y los sindicatos que deber¨ªan ser los que negocien el acuerdo sin presi¨®n pol¨ªtica ni medi¨¢tica.
La cumbre europea en Versalles ha tenido bellas palabras pero pocos acuerdos concretos. La Comisi¨®n ha propuesto permitir precios regulados en electricidad para consumidores y eliminar las ayudas de Estado a las empresas. Esto da margen a los pa¨ªses para mitigar los efectos de la subida de precios del gas sobre la inflaci¨®n, el PIB y el empleo. Y a¨²n no hay consenso suficiente para cambiar el modelo de fijaci¨®n de precios de los mercados mayoristas.
Los altos precios de las materias primas reflejan escasez y ser¨¢ necesaria una mayor intervenci¨®n p¨²blica para gestionar esta situaci¨®n. La clave es que la intervenci¨®n sea inteligente y mitigue los efectos de la estanflaci¨®n, pero no hay que descartar que los gobernantes afloren el planificador sovi¨¦tico que todos llevamos dentro. En 1973 el Presidente Nixon aplic¨® planificaci¨®n sovi¨¦tica con precios fijados por ley y continu¨® con Gerald Ford y sus jefes de gabinete Donald Rumsfeld y Dick Cheney. Fue un fracaso absoluto que embals¨® la inflaci¨®n y alarg¨® la crisis y el desempleo.
Espa?a tiene la mejor infraestructura de gas, las mejores condiciones de sol y buenas condiciones de viento, especialmente en el mar, para reducir nuestra dependencia. Y podemos financiar esas inversiones con dinero privado y fondos europeos sin presionar m¨¢s la deuda p¨²blica.
La clave es no cometer errores a corto plazo que puedan salir car¨ªsimos a largo plazo, como sucedi¨® con el impuesto al sol de 2013. O con el decreto del pasado septiembre, que hoy habr¨ªa tenido un coste de unos 15.000 millones a los productores de fotovoltaica y e¨®lica, que habr¨ªa parado en seco las inversiones y situado a Espa?a como un pa¨ªs inseguro para invertir.
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