Feo y formal
Iglesias, como Casado o Rivera, son medi¨¢ticos y carism¨¢ticos, y eso es clave para ascender, pero insuficiente para triunfar en pol¨ªtica
?A qui¨¦n votar¨ªas como presidente de tu comunidad de vecinos: a Santiago Abascal o a Alberto N¨²?ez Feij¨®o? No sabes describirlo con precisi¨®n, pero ves a Feij¨®o m¨¢s capaz, serio o, como se dec¨ªa anta?o, formal. Y eso importa para forjar nuestro voto a un partido pol¨ªtico. Los analistas sobreestimamos el peso de la ideolog¨ªa (?Este tipo est¨¢ en el centro o en el extremo?), y subestimamos el poder de la psicolog¨ªa (?Es la persona id¨®nea? ?Te la imaginas en La Moncloa?).
Es dif¨ªcil medir los efectos de la personalidad en pol¨ªtica. Los indicadores al uso ¨Dla ¡°integridad personal¡±, la ¡°competencia¡± o el ¡°potencial como servidor p¨²blico¡±¨D tienen un componente et¨¦reo. Pero los estudios indican que son relevantes cuando la distancia ideol¨®gica entre los contendientes pol¨ªticos es peque?a.
Si las opciones pol¨ªticas est¨¢n alejadas, como republicanos y dem¨®cratas en EE UU, Emmanuel Macron y Marine Le Pen en Francia, o tories y laboristas en el Reino Unido, los pol¨ªticos ¡°informales¡±, como Donald Trump o Boris Johnson, pueden cosechar buenos resultados. Pero, en un entorno donde muchos partidos compiten por los mismos votantes, como es Espa?a hoy, la formalidad da dividendos. Para los m¨¢s de dos millones de votantes de derechas a quienes, seg¨²n Andr¨¦s Medina (Metroscopia), lo mismo les da PP que Vox, el car¨¢cter de los l¨ªderes pesa. Y parece que tambi¨¦n para muchos electores de centro, lo que explicar¨ªa el ascenso del PP que, en apenas un mes, ha pasado del 19% al 29% en intenci¨®n de voto.
La formalidad tambi¨¦n ayuda a entender otro milagro de este lustro: que el PSOE, un partido dividido, envejecido, ligado a la corrupci¨®n del bipartidismo y responsable de las pol¨ªticas de austeridad, se impusiera a Podemos. La formaci¨®n surgida del 15-M, el mayor movimiento popular antisistema de la historia reciente de Occidente, fue pr¨¢cticamente la ¨²nica de nuestro entorno incapaz de desbancar al partido socialista tradicional. En Francia, Italia o Grecia fueron arrasados. Aqu¨ª se impuso el PSOE, sobre todo por la formalidad de su candidato (Pedro S¨¢nchez) frente a su rival (Pablo Iglesias). No ocurri¨® a nivel local, con las reputadas Manuela Carmena o Ada Colau en cabeza.
Iglesias, como Pablo Casado o Albert Rivera, son medi¨¢ticos y carism¨¢ticos, y eso es clave para ascender, pero insuficiente para triunfar en pol¨ªtica. Te tomar¨ªas una copa con ellos. Pero, para intimar, prefieres a alguien feo y formal. @VictorLapuente
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