La nieve y la igualdad

Los Juegos de Invierno de 2030 est¨¢n siendo motivo de desacuerdo entre los gobiernos de Catalu?a y Arag¨®n. El presidente de Arag¨®n se ha quejado de discriminaci¨®n con razones de peso. Yo nac¨ª en Barbastro, a pie del Pirineo. Comenc¨¦ a esquiar a los siete a?os, en 1970. He esquiado en todas las estaciones del Pirineo aragon¨¦s, del Pirineo catal¨¢n y del Pirineo andorrano. Vi toda la creaci¨®n de una industria tur¨ªstica, la aparici¨®n de telesillas y hoteles all¨ª donde durante 2.000 a?os solo hab¨ªa habido vacas y praderas. Vi la evoluci¨®n del esqu¨ª de madera y fijaciones de sirga hasta la aparici¨®n del esqu¨ª de fibra y las fijaciones autom¨¢ticas. Me di cuenta de que la medalla de oro de Paquito Fern¨¢ndez Ochoa en Sapporo era el mayor milagro del deporte espa?ol, porque el esqu¨ª en la Espa?a de principios de los setenta del siglo pasado ten¨ªa la misma tradici¨®n y el mismo apoyo pol¨ªtico que la tauromaquia en la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

De todas cuantas estaciones he esquiado en Espa?a hay una especial. Es la m¨¢s bella, la m¨¢s salvaje, la m¨¢s ind¨®mita. Hasta tiene una nieve distinta. Parece elegida por el cielo y los ¨¢ngeles. Es la estaci¨®n de esqu¨ª alpino de Cerler. All¨ª est¨¢n las mejores pistas de todo el Pirineo. Desde la cima del Cogulla hasta el final de la estaci¨®n, a pie del primer telesilla, se encuentra el descenso m¨¢s prodigioso que uno pueda imaginar. La pista del Cogulla es ancha y mar¨ªtima, parece un oc¨¦ano de nieve. Pues bien, resulta que no s¨¦ qu¨¦ t¨¦cnicos han decidido que Arag¨®n no sea sede de las competiciones de esqu¨ª alpino. Es para morirse de risa, porque es una decisi¨®n pol¨ªtica. Eso por no hablar de las estaciones de Formigal, Candanch¨², Ast¨²n o Panticosa, todas ellas magn¨ªficas, lo saben bien los esquiadores. El Tobazo en Candanch¨² es una pista m¨ªtica, como Tres Hombres en Formigal, que es afilada y ambigua como la m¨²sica de Satie. Una pista que se llama Tres Hombres ya merece la atenci¨®n del mundo entero.

Todo hace pensar que Arag¨®n va a ser discriminada en el reparto del protagonismo de la candidatura espa?ola a estos Juegos de Invierno. Y que el Gobierno de S¨¢nchez privilegiar¨¢ a Catalu?a y postergar¨¢ a los aragoneses. Vamos, lo de siempre. Pasar¨ªa lo mismo si gobernase el PP, o quien fuese, da igual. Nos lleva pasando a los aragoneses desde tiempo inmemorial. Nosotros, los aragoneses, somos gente pac¨ªfica. Nunca hemos sido nacionalistas y no lo hemos sido por delicadeza y sobre todo por un indomable sentido del humor. Nos puede el humor. Si tienes sentido del humor, ay, amigo m¨ªo, ya no puedes ser nacionalista. Somos hijos de Goya y de Luis Bu?uel. Tampoco rompemos mobiliario urbano. Nos dan pena las sufridas papeleras, los indefensos contenedores. Aunque bien mirado es lo que tendr¨ªamos que hacer: salir todos los aragoneses en manada a incendiar contenedores y quemar las fotos del rey de Espa?a. Entones s¨ª, entonces Cerler ser¨ªa la sede de los campeonatos de esqu¨ª alpino. Y tambi¨¦n Formigal o Candanch¨². Pero los aragoneses somos leales. Ten¨ªamos una voz, la de Labordeta, y desgraciadamente la perdimos. Ojal¨¢ estuviera vivo Labordeta, porque ¨¦l amaba el Pirineo aragon¨¦s. Sin embargo, en esta Espa?a nuestra de todos los demonios, siempre acaba todo en un paso de comedia, pues c¨®mico resulta la condici¨®n de que si Arag¨®n no tiene el mismo protagonismo que Catalu?a en esta candidatura deportiva resultar¨¢ dif¨ªcil adivinar cu¨¢l ser¨¢ entonces el protagonismo de la propia Espa?a. Esto ¨²ltimo es grotesco, es decir, goyesco. Si no se garantiza la equidad entre Arag¨®n y Catalu?a en estos Juegos de Invierno sobra el gasto diplom¨¢tico del Gobierno central.

Arag¨®n solo pide la mitad del protagonismo, es decir, lo justo. Hay algo m¨¢s all¨¢ de todo esto, y es lo que me gustar¨ªa invocar aqu¨ª. Los Pirineos no conocen fronteras pol¨ªticas. La naturaleza regal¨® por igual a los aragoneses y catalanes un tesoro de belleza absoluta, en forma de monta?as majestuosas. A ver si somos capaces de respetar ese regalo. Y celebrar esa belleza, pero siendo justos con sus pueblos. Una cosa s¨ª es segura: si fuesen los dioses ol¨ªmpicos y no los hombres quienes tuvieran que elegir una estaci¨®n de esqu¨ª para celebrar la nieve, la velocidad, la belleza, la fuerza del viento y el arte del descenso a 180 kil¨®metros por hora, Cerler hubieran elegido. Las monta?as de Huesca son misteriosas. Lo que ya no s¨¦ es que har¨¢n para disimular que el Aneto est¨¢ en Arag¨®n. Lo mismo lo sacan del mapa. Es lo que vienen haciendo con Arag¨®n desde hace lustros. Lo siento tambi¨¦n por todos aquellos que se quedar¨¢n para siempre sin ver las monta?as de Huesca, que ciegan la mirada, tocan el coraz¨®n y, una vez vistas, se quedan en tu memoria para siempre. Las monta?as de Huesca no nos perdonar¨¢n jam¨¢s que las olvidemos y seamos injustas con ellas. Yo no las olvidar¨¦ nunca, porque las amo profundamente.