Sin aborto en medio Estados Unidos
La ilegalizaci¨®n del aborto en la mitad republicana del pa¨ªs ser¨ªa un punto de inflexi¨®n en la lucha por los derechos de las mujeres
Estados Unidos despert¨® el martes en estado de shock ante la filtraci¨®n a la prensa de un borrador de sentencia del Tribunal Supremo, un hecho sin precedentes conocidos y que revela la enorme tensi¨®n pol¨ªtica en la que vive ese pa¨ªs. La exclusiva period¨ªstica sobre el tribunal que revela Politico ha obligado a su presidente a iniciar una investigaci¨®n sobre el origen de la fuga. No obstante, este revuelo no debe distraer del verdadero problema, que es el contenido de la filtraci¨®n: el int¨¦rprete de la Constituci¨®n se dispone a revertir la doctrina establecida hace 50 a?os que permite la pr¨¢ctica legal del aborto. El borrador de sentencia del magistrado conservador Samuel Alito es la primera versi¨®n, enviada a sus colegas para consulta. La sentencia definitiva se conocer¨¢ previsiblemente en junio, pero los expertos en el Supremo entienden que el texto final ya est¨¢ aprobado por la mayor¨ªa conservadora y no difiere mucho de lo publicado.
En Estados Unidos no hay una ley del aborto federal. Est¨¢ legalizado de facto por un precedente del Supremo conocido como el caso Roe vs. Wade (1973), basado en el argumento de la privacidad y la libertad personal de la mujer. Esta doctrina protege la pr¨¢ctica del aborto hasta las 23 semanas, pero siempre fue vista como una defensa muy fr¨¢gil de un derecho que es capital para garantizar la igualdad de las mujeres. El borrador de la futura sentencia publicado ahora acepta como v¨¢lida una ley restrictiva de Misisipi, id¨¦ntica a las que hasta ahora hab¨ªan fracasado, y ataca frontalmente la validez del precedente de 1973, del que dice que estaba ¡°terriblemente equivocado desde el principio¡±. Al menos 23 Estados con mayor¨ªas conservadoras se disponen a restringir o prohibir el aborto en el momento en que el Supremo revierta su propia doctrina.
La filtraci¨®n ha permitido que los ciudadanos sean conscientes de que el peligro de regresi¨®n es muy real, y por otro lado, que los magistrados tengan un test de la respuesta que la sociedad va a dar a su decisi¨®n. Muchos magistrados y acad¨¦micos han advertido de que una decisi¨®n de este tipo arruinar¨ªa el prestigio de uno de los ¨²ltimos refugios de los ideales de la Constituci¨®n, manchado ya definitivamente por la refriega partidista. Este peligro de deterioro institucional no parece preocupar a la mayor¨ªa conservadora.
La reversi¨®n de la doctrina Roe abre la puerta a desproteger tambi¨¦n otros derechos. Es el final de una campa?a de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de la minor¨ªa ultrarreligiosa norteamericana, que en este tiempo ha logrado secuestrar el Partido Republicano. Su m¨¢ximo ¨¦xito fue la renovaci¨®n, durante el mandato de Donald Trump, del tribunal con mayor¨ªa de seis a tres a favor de los conservadores. La respuesta pasa por las urnas. Como pidi¨® el presidente Joe Biden, los votantes tienen en su mano elegir en noviembre un Congreso que legisle finalmente a favor de las mujeres.
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