Un cese inexplicado
El Gobierno destituye a la directora del CNI para atajar una crisis que tocaba la seguridad del Estado
La destituci¨®n el martes de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, es la decisi¨®n m¨¢s contundente que toma el Gobierno para que el caso Pegasus no acabe dinamitando la legislatura. Es posible que sea tambi¨¦n la ¨²ltima. La salida de Paz Esteban se daba por descontada desde que el Ejecutivo revel¨® que hab¨ªan sido espiados el presidente del Gobierno, la ministra de Defensa, ¡ªy ahora se ha sabido que tambi¨¦n el ministro del Interior m¨¢s un intento frustrado al ministro de Agri...
La destituci¨®n el martes de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, es la decisi¨®n m¨¢s contundente que toma el Gobierno para que el caso Pegasus no acabe dinamitando la legislatura. Es posible que sea tambi¨¦n la ¨²ltima. La salida de Paz Esteban se daba por descontada desde que el Ejecutivo revel¨® que hab¨ªan sido espiados el presidente del Gobierno, la ministra de Defensa, ¡ªy ahora se ha sabido que tambi¨¦n el ministro del Interior m¨¢s un intento frustrado al ministro de Agricultura¡ª. Una grieta de ese calibre en la seguridad del Estado, una vez que trasciende, no puede quedar sin consecuencias. Y a ello se a?ade la difusi¨®n del espionaje a 18 dirigentes independentistas catalanes, entre ellos el entonces vicepresident Pere Aragon¨¨s, sin que la propia Esteban revelara la informaci¨®n razonada que justific¨® pedir esa autorizaci¨®n judicial. Y sin que, seg¨²n La Moncloa, se informara al Gobierno de un espionaje tan delicado a un cargo p¨²blico representante del Estado.
Nada de esto explic¨® el martes el Gobierno al anunciar el relevo en el CNI. Solo qued¨® claro que no fue una dimisi¨®n voluntaria. La ministra de Defensa no dio ninguna explicaci¨®n sobre una ¡°sustituci¨®n¡± de esta trascendencia, m¨¢s all¨¢ de admitir que ¡°puede haber fallos¡± y que ¡°la seguridad completa no existe¡±. Todo el mundo entiende la opacidad con la que tienen que trabajar, por fuerza, los servicios de inteligencia, pero una vez que su trabajo sale a la luz, solo se cierra de verdad una crisis cumpliendo las exigencias de la transparencia democr¨¢tica. Lo que no se menciona, sigue existiendo aunque no se mencione.
Margarita Robles no ocult¨® ayer su satisfacci¨®n por que la elecci¨®n de la nueva directora del CNI, Esperanza Casteleiro, refuerza su posici¨®n al tratarse de alguien de su m¨¢xima confianza que hasta ahora desempe?aba el cargo de secretaria de Estado en su ministerio. Las palabras de Robles en defensa del Centro Nacional de Inteligencia, su comprensi¨®n sobre los posibles fallos pasados y futuros, y el diagn¨®stico sobre la competencia y fiabilidad de su trabajo buscan reforzar la autoestima de un centro poco acostumbrado a la luz p¨²blica, pero tambi¨¦n garantizar la seriedad de Espa?a de cara a la cumbre de la OTAN de Madrid de finales de junio. Dif¨ªcilmente podr¨ªa presentarse el Gobierno a esa cita con sus servicios secretos cuestionados por una brecha en la seguridad nacional.
El cese era el gesto m¨¢s obvio que el presidente del Gobierno pod¨ªa ofrecer a ERC y al resto de grupos que lo apoyan (incluido su socio de gobierno Unidas Podemos). El cambio de tono de ERC, evidente en la entrevista de Oriol Junqueras en este peri¨®dico, y la decisi¨®n del cese ¡ªadoptada tras finalizar el an¨¢lisis de todos los m¨®viles del Gobierno¡ª favorecen el anunciado encuentro de los presidentes Pedro S¨¢nchez y Aragon¨¨s que, en teor¨ªa, debe constatar si ERC sigue siendo un aliado parlamentario para lo que queda de legislatura. A¨²n queda pendiente la decisi¨®n de desclasificar los documentos que justifican el espionaje a Aragon¨¦s, algo a lo que no se opuso el martes la ministra de Defensa.
Pero este episodio ha revelado vulnerabilidades en las comunicaciones y una estructura organizativa del CNI que exigen reflexi¨®n y adopci¨®n de medidas para su control democr¨¢tico y para evitar que un Gobierno ignore ¡ªseg¨²n asegura La Moncloa¡ª que se investiga a un cargo p¨²blico, vicepresidente de un Ejecutivo auton¨®mico. Todo ello puede y debe ser compatible con la naturaleza del trabajo de los servicios de inteligencia.