Por un sistema justo

¡°Otra educaci¨®n es posible¡±, ¡°Nuevas metodolog¨ªas activas en el aula¡±, ¡°El cambio que queremos¡±... Estos son algunos de los titulares que leo en numerosas entradas de la web, libros o art¨ªculos. Sobre el papel, todo es precioso, y soltarlo en una oposici¨®n ni les digo, pero ?qu¨¦ hay de cierto? Soy maestra de la escuela p¨²blica, por vocaci¨®n, y cada cierto tiempo, como miles de personas, debo hacer frente a las oposiciones para poder seguir ejerciendo el trabajo que realizo cada d¨ªa con ilusi¨®n. Mientras este sistema injusto y obsoleto nos ponga notas por escribir lo m¨¢s r¨¢pido posible en menos tiempo, saber escupir la bibliograf¨ªa y memorizar guiones que ni los propios tribunales saben c¨®mo corregir, estamos condenados a tener la educaci¨®n que tenemos. Nuestra profesi¨®n es demasiado importante para que las personas sean valoradas seg¨²n esos criterios que no miden la humanidad y la val¨ªa necesarias para ejercer este oficio. Ojal¨¢ lleguemos a luchar todos por tener un sistema justo de acceso a la funci¨®n docente. ?nimo a todos los compa?eros y compa?eras que pretenden cambiar verdaderamente la educaci¨®n.

Julia Cano Imbern¨®n. Murcia

Grav¨ªsimo fallo de la UE

La humanidad es consciente ya de que nos quedan pocas d¨¦cadas, e incluso pocos a?os, para evitar una crisis clim¨¢tica pr¨¢cticamente irreversible para nuestra especie. La Uni¨®n Europea, por sus conocimientos y capacidad en distintos ¨¢mbitos, se hab¨ªa comprometido a destinar el 20% de su presupuesto para frenar esta inminente cat¨¢strofe. Sin embargo, los auditores de la UE acaban de confirmar que las cuentas est¨¢n lejos de cuadrar y que, en realidad, solo ha dedicado poco m¨¢s de la mitad de lo comprometido, un 13%. Urge, pues, una r¨¢pida reacci¨®n a todos los niveles implicados, es decir, todos, para cumplir al menos lo prometido para esa tarea de primera necesidad.

Mart¨ªn Sagrera Capdevila. Madrid

Curaci¨®n del c¨¢ncer, ?d¨®nde?

Mi marido tiene c¨¢ncer de colon y met¨¢stasis en el h¨ªgado. Su c¨¢ncer es muy agresivo por una mutaci¨®n espec¨ªfica del gen BRAF. El magn¨ªfico personal sanitario que lo trata nos comenta que en muchos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se est¨¢ aplicando un tratamiento para intentar combatir esta mutaci¨®n. Mientras tanto, hay comunidades aut¨®nomas en este pa¨ªs que lo est¨¢n aplicando a sus enfermos¡­ pero no en Arag¨®n. Agradecer¨ªamos que el Gobierno de nuestra comunidad amparara este medicamento para los enfermos de c¨¢ncer, ya que no tenemos recursos materiales suficientes para desplazarnos a otra comunidad. ?Por qu¨¦ vivir en Arag¨®n y esa falta de equidad entre unas comunidades y otras hace m¨¢s dif¨ªcil sobrevivir al c¨¢ncer y tener menos posibilidades que otros?

Roc¨ªo Mercadal Miram¨®n. Zaragoza

Apoyar la filmodiversidad

Todo mi apoyo al art¨ªculo de Jos¨¦ Nevado de este lunes, certeramente titulado Democracia es elegir lo que ves, que argumenta adecuadamente acerca de los riesgos del oligopolio audiovisual en nuestro pa¨ªs. Si el Estado debe apoyar el cine como hecho cultural, a nadie se le escapa que ello se justifica gracias a la filmodiversidad y no a grandes corporaciones que repiten f¨®rmulas de g¨¦neros.

Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Noriega. Madrid