?Puede Rusia esquivar las sanciones gracias a la econom¨ªa digital?
El sistema financiero ruso ha resistido el castigo internacional mejor de lo esperado, pero el control de las exportaciones, la huida de cerebros y un clima empresarial hostil continuar¨¢n minando la econom¨ªa
El sistema financiero ruso ha sufrido un gran golpe por unas sanciones nunca vistas. Sin embargo, ha resistido la conmoci¨®n mejor de lo que muchos esperaban, gracias a la infraestructura de pagos deslocalizados y a su digitalizaci¨®n. Por ahora, la limitada conectividad internaci...
El sistema financiero ruso ha sufrido un gran golpe por unas sanciones nunca vistas. Sin embargo, ha resistido la conmoci¨®n mejor de lo que muchos esperaban, gracias a la infraestructura de pagos deslocalizados y a su digitalizaci¨®n. Por ahora, la limitada conectividad internacional del sistema de pagos ruso, la falta de liquidez de sus mercados y la ausencia de privacidad de los activos digitales limitar¨¢n la capacidad de Rusia para sortear las sanciones. Con todo, el sistema financiero ruso ha demostrado su capacidad de adaptaci¨®n y es previsible que la comunidad internacional necesite tambi¨¦n adaptarse para mantener la eficacia de las sanciones.
Se prev¨¦ una grave contracci¨®n de la econom¨ªa rusa en 2022 y 2023, por el impacto que tendr¨¢n las sanciones en las condiciones financieras, el comercio y, algo crucial, en la confianza que se tiene en Rusia como lugar para hacer negocios. De hecho, la reputaci¨®n actual de Rusia es t¨®xica y el pa¨ªs parece empe?ado en desvincularse de los pa¨ªses ¡°antip¨¢ticos¡± que han impuesto sanciones.
Sin embargo, el sistema financiero ruso ha encajado el golpe mejor de lo que muchos esperaban. Los dep¨®sitos est¨¢n poco a poco regresando y el Banco de Rusia ha comenzado a bajar los tipos. Desde la ronda de sanciones de 2014, Rusia ha estado preparando su sistema financiero para m¨¢s medidas de ese tipo.
Si Rusia se hubiera visto apartada del sistema SWIFT y del marco de tarjetas internacionales como Visa y Mastercard en 2014, los resultados habr¨ªan sido catastr¨®ficos para su econom¨ªa y se habr¨ªan paralizado todas las transacciones internas, ya que los bancos no habr¨ªan podido intercambiar informaci¨®n sobre las transacciones en curso y las tarjetas de cr¨¦dito individuales habr¨ªan dejado de funcionar de la noche a la ma?ana. Ahora no es as¨ª.
En 2014, Rusia introdujo un sistema de mensajer¨ªa interno alternativo al SWIFT que antes de la guerra ya gestionaba m¨¢s del 20% de las transacciones del sistema bancario ruso. Tambi¨¦n aprob¨® una alternativa interna a las tarjetas internacionales, la llamada MIR (que ir¨®nicamente se traduce como mundo o paz), y que exige a todos los proveedores de tarjetas internacionales que utilicen en sus productos las directrices sobre pagos fijadas por el Banco de Rusia. Ante esta situaci¨®n, despu¨¦s de que gran parte de las empresas extranjeras abandonaran Rusia, las tarjetas ya emitidas continuaron funcionando dentro del pa¨ªs.
Muchos se sorprender¨¢n del grado de digitalizaci¨®n de las finanzas al que ha llegado Rusia. M¨¢s del 70% de las transacciones ya no son en met¨¢lico. En 2013 solo eran el 13%, lo cual constituye un gran cambio en un pa¨ªs donde muchos todav¨ªa recuerdan que las casas se compraban con maletas llenas de dinero. Uno de los bancos rusos, Tinkoff, ya estaba a punto de convertirse en una de las entidades principales del mundo en cuanto al uso de DeFi (finanzas descentralizadas). Los rusos tienen m¨¢s de 12 millones de monederos criptogr¨¢ficos, que se calcula que guardan alrededor de dos billones de rublos (unos 35.000 millones de d¨®lares). Rusia es el tercer pa¨ªs con m¨¢s volumen de miner¨ªa criptogr¨¢fica del mundo despu¨¦s de Estados Unidos y Kazajist¨¢n.
En 2022, el Banco de Rusia lanz¨® un rublo digital piloto junto a gran parte de los principales bancos del pa¨ªs y abog¨® por la prohibici¨®n de las criptomonedas. Sin embargo, esta postura parece haber cambiado desde el inicio de la guerra, y el Gobierno ya est¨¢ preparando leyes para legalizar y regular los activos digitales.
Sin embargo, no faltan los problemas. El sistema UnionPay chino ya no trabaja con los bancos rusos, posiblemente por las sanciones. Los sistemas de pagos internos de Rusia son, por ahora, realmente internos, con escasa utilidad en el exterior, ya que solo los aceptan unos pocos pa¨ªses amigos como la antigua Comunidad de Estados Independientes (CEI) y destinos tur¨ªsticos habituales como Turqu¨ªa. Las cifras comerciales brutas de Rusia ascienden a m¨¢s de 900.000 millones de d¨®lares, y entre enero y abril de este a?o la recepci¨®n de remesas ha registrado una cifra r¨¦cord de casi 100.000 millones de d¨®lares. Durante la ¨²ltima crisis, en unos pocos meses, las salidas de efectivo promovidas por residentes rusos han superado con frecuencia los 200.000 millones de d¨®lares. En la actualidad, la capitalizaci¨®n total de la principal criptomoneda se sit¨²a en torno a 600.000 millones de d¨®lares, una liquidez en absoluto suficiente para ayudar a Rusia. Los activos digitales tampoco garantizan un anonimato total y exigen revelar el propietario cuando se convierten a la divisa fiduciaria que probablemente necesitar¨ªa Rusia para la importaci¨®n de bienes y servicios.
Es m¨¢s, el control de las exportaciones, la huida de cerebros y un clima empresarial hostil continuar¨¢n minando tanto la econom¨ªa como el desarrollo de la digitalizaci¨®n en Rusia. Para las sanciones de EE UU y la UE, los activos digitales y las divisas equivalen a dinero fiduciario, y ya hemos asistido a sanciones directas contra las empresas rusas que operan con criptomonedas.
Con todo, no debemos olvidar que las sanciones son algo complejo y no tan f¨¢cil como apagar un interruptor. Los pa¨ªses sancionados aprenden a adaptarse a las sanciones. Para mantener la presi¨®n, los pa¨ªses contrarios a la invasi¨®n rusa de Ucrania deben considerar que las sanciones son un blanco m¨®vil.