Las represalias econ¨®micas pasan de los despachos a las calles en Rusia

En la madrugada del 10 de marzo Visa dar¨¢ al bot¨®n rojo y denegar¨¢ todas las autorizaciones a los bancos rusos para que los titulares de tarjetas con su logotipo puedan pagar con ellas en el extranjero. Mastercard y American Express har¨¢n algo similar, y los extranjeros tampoco podr¨¢n utilizar sus tarjetas en la Federaci¨®n Rusa. Hasta ah¨ª llega la presi¨®n al Gobierno de Vlad¨ªmir Putin de los operadores de dinero de pl¨¢stico globales, cuyos sistemas ser¨¢n sustituidos gradualmente por el ruso MIR ¡ªque ir¨®nicamente se puede traducir por la palabra paz¡ª.

El MIR, creado por el Banco de Rusia en 2017, tres a?os despu¨¦s de las primeras sanciones por la anexi¨®n de Crimea, deber¨¢ relevar a las plataformas estadounidenses a medida que caduquen las tarjetas, pero sea como sea, los rusos no tendr¨¢n problemas dentro de su pa¨ªs, y podr¨¢n seguir pagando con Visa o Mastercard sus compras en el supermercado o en un comercio electr¨®nico ¡ªsiempre que no salgan de Rusia¡ª hasta la fecha de su vencimiento. Puede que, al afectar a todos los bancos, el aislamiento del sistema financiero ruso sea ahora mayor que el impulsado con la desconexi¨®n del sistema SWIFT de las entidades sancionadas exclusivamente por EE UU y sus aliados. Pero en cualquier caso, es un grano m¨¢s en la monta?a de medidas corporativas para levantar un muro frente a las decisiones del Kremlin.

Unas medidas que d¨ªa a d¨ªa est¨¢n afectando a los ciudadanos. Tras los ataques, la ola de sanciones ha llevado a los rusos a sacar parte de sus ahorros porque la crisis del rublo de 1998 est¨¢ presente en la memoria de muchos. En las redes sociales se pueden encontrar algunas im¨¢genes puntuales de colas en cajeros autom¨¢ticos, aunque los espa?oles que tienen negocios all¨ª confirman que en otros bancos es posible conseguir efectivo y todav¨ªa funcionan sistemas de pago como Revolut, aunque no las tarjetas de d¨¦bito europeas.

La decisi¨®n de Visa y Mastercard extiende los problemas de los clientes de los grandes bancos ya sancionados, como Sberbank, Alfa-Bank y VTB, a otras entidades que hab¨ªan salido indemnes de la exclusi¨®n del sistema SWIFT y se ve¨ªan como intermediarias en las operaciones con el extranjero, como Tinkoff, cuyo due?o protest¨® recientemente contra la guerra.

Los pagos no son los ¨²nicos problemas. La poblaci¨®n teme un posible desabastecimiento de medicamentos que el Gobierno se ha apresurado a desmentir. El Ejecutivo ruso se plante¨® crear una licencia especial para empresas que colaboren con el sector, y el ministro de Salud, Mija¨ªl Murashko, quiso tranquilizar la semana pasada a los ciudadanos al asegurar que hay grandes reservas de f¨¢rmacos y no se han detectado problemas en el suministro.

Las presiones tambi¨¦n se dejan sentir en las comunicaciones. Algunos espa?oles que se plantean abandonar el territorio cuentan que las oficinas de la aerol¨ªnea de bandera rusa Aeroflot est¨¢n desbordadas. La compa?¨ªa ha suspendido todas sus rutas internacionales a partir del 8 de marzo, salvo a la aliada Bielorrusia, despu¨¦s de que la agencia del transporte a¨¦reo Rosavi¨¢tsiya advirtiese del riesgo de que fueran confiscados en otros pa¨ªses sus aviones en r¨¦gimen de leasing. Antes hab¨ªa tomado la misma decisi¨®n S7, compa?¨ªa socia de Iberia. Adem¨¢s, la Uni¨®n Europea ha cerrado su espacio a¨¦reo a los aviones rusos y hoy la ¨²nica alternativa es hacer escala a trav¨¦s de Turqu¨ªa o cruzar la frontera por tierra con los pa¨ªses b¨¢lticos o Finlandia.

Problemas dentro y fuera

Las nuevas sanciones suponen bastante m¨¢s que un dolor de cabeza. Entre otros problemas, para los rusos que viven en el exterior y los europeos que tienen familia all¨ª resulta muy dif¨ªcil mandar dinero o recibirlo, por ejemplo para los que viajan o est¨¢n estudiando en otros pa¨ªses. La prensa rusa informa de que las entidades no dejan que los ciudadanos dispongan de sus ahorros en otras divisas; y el banco central ha limitado a 5.000 d¨®lares al mes las transferencias a familiares hechas desde Rusia al extranjero. Adem¨¢s, las autoridades han publicado un decreto que permite a empresas y organismos convertir a rublos la deuda contra¨ªda con pa¨ªses hostiles en otras monedas, como d¨®lares o euros.

De este modo, el cerco econ¨®mico aterriza poco a poco en las calles desde los despachos de los banqueros centrales y las grandes corporaciones. El goteo de marcas que dan la espalda al pa¨ªs no cesa, aunque otras, como reflejaba este domingo el New York Times, se resisten. Las cadenas de comida r¨¢pida como McDonald?s o Yum Brands y fabricantes de alimentos como PepsiCo y Coca-Cola callan sobre el conflicto al tiempo que se enfrentan a una creciente presi¨®n en las redes sociales para que detengan sus operaciones en el pa¨ªs como han hecho muchas otras multinacionales.

Algunas cadenas de supermercados como Auchan han introducido restricciones a la compra de ciertos productos ¡°para evitar la especulaci¨®n¡±. Por ejemplo, se ha establecido un tope de cinco latas de alimentos en conserva, cinco litros de aceite vegetal, cinco kilos de cereales y 10 de az¨²car, seg¨²n informa la agencia de noticias Ria Novosti.

En algunos casos el ¨¦xito de las medidas que se anuncian no es completo. Nike, por ejemplo, ha dejado de vender a trav¨¦s de la web, pero sus tiendas siguen abiertas, y distribuidores como LaModa venden art¨ªculos de esta y otras marcas que han anunciado su marcha temporal, como Mango. Otras, como Apple, Ikea o Inditex han paralizado hasta nuevo aviso la venta de sus productos en todas las tiendas, oficiales y de intermediarios.

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