?Francia contra Europa?
El programa melenchonista es del todo incompatible con la actual Uni¨®n Europea; la mejor esperanza es el probable caos de su amalgama electoral
Tras las elecciones legislativas de ayer, no puede excluirse el peor de los escenarios posibles: el de una Francia contra Europa. Al menos, seg¨²n lo que apuntaban las proyecciones a pie de urna. Si el presidente, Emmanuel Macron, no encuentra otra salida, o no logra modular o dividir a los rivales, la Francia Insumisa del izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon ser¨¢ determinante, si no insoslayable, para la formaci¨®n de un nuevo Gobierno.
Dicho sin per¨ªfrasis. El programa melenchonista (L¡¯avenir en commun) es del todo incompatible con la actual Uni¨®n Europea. Incluso con la que uno pueda imaginarse tras las transformaciones federales que deber¨ªan operarse en ella, seg¨²n las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa: generalizaci¨®n del voto por mayor¨ªa cualificada, potente pol¨ªtica exterior y de defensa com¨²n, nueva mutualizaci¨®n de la deuda para afrontar las consecuencias econ¨®micas de la invasi¨®n de Ucrania...
El socialista disidente no es que est¨¦ contra esas reformas. Es que est¨¢ contra todo. Propugna reformar los Tratados en un sentido soberanista, gemelo del nacionalismo proteccionista de la extrema derecha. Propugna la ruptura con la moneda ¨²nica, o al menos una consulta para salirse de ella o renegociar el estatuto en la misma: como si Francia fuese una Malta cualquiera y no el pa¨ªs fundador y copiloto de la Uni¨®n que ha venido siendo. Y ojal¨¢ pueda seguir siendo.
El texto literal del cap¨ªtulo europeo del programa izquierdista es de un reaccionario infumable. Como enfoque general, propugna la ¡°necesaria confrontaci¨®n¡± ¡ªese lenguaje t¨ªpicamente secesionista¡ª con las instituciones europeas: nada de blandenguer¨ªas como su reorientaci¨®n para incrementar el giro social. Y sostiene la conveniencia de la ¡°desobediencia¡± a las obligaciones que los tratados imponen a todos los Estados miembros, como si fuesen gacetillas no vinculantes, sin efecto jur¨ªdico directo ni primac¨ªa respecto de los ordenamientos nacionales. Los minimiza como unos m¨¢s de los ¡°m¨²ltiples¡± compromisos internacionales de Francia. O sea, sorteables.
M¨¦lenchon plantea una enmienda general a todo: a los tratados de libre comercio, a la pol¨ªtica presupuestaria, a la libertad de circulaci¨®n, a la defensa com¨²n, al estatuto del Banco Central Europeo... La mejor esperanza es el probable caos de su amalgama electoral. Sus infinitas disidencias internas.
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