48 horas de ataques a Gabriel
¡°Tuve ansiedad y cerr¨¦ la cuenta¡±, comenta el joven madrile?o de 18 a?os que fue tendencia en Twitter por querer estudiar Filolog¨ªa Cl¨¢sica
Gabriel Felipe Plaza ¨D¡°soy de Humanidades hasta la m¨¦dula¡±¨Dse levant¨® a las 6.45 el primer d¨ªa de la EvAU, la nueva Selectividad de los centennials. Se prepar¨® un s¨¢ndwich mixto, una taza de leche con Nesquik y un zumito de naranja. Al d¨ªa siguiente, m¨¢s de lo mismo. Conviene no tocar los rituales matutinos si alumbran ma?anas gloriosas. Semanas m¨¢s tarde, llegaron los resultados: un 10 en todos los ex¨¢menes. Bueno, en todos, no. En alem¨¢n obtuvo un 9,75. La nota final: 13,964. A 36 mil¨¦simas ¨Dse dice pronto, se estudia mucho, se ve poco¨D de la nota m¨¢s alta posible. El mejor alumno de todo Madrid: la cima.
Ante semejante haza?a, Carles Francino fue uno de los primeros en charlar con ¨¦l en una deliciosa entrevista en La Ventana, en la Cadena SER. Plaza sali¨® del anonimato de su barrio madrile?o de Canillas. Del instituto p¨²blico donde estudiaba al epicentro del mundo digital. Ahora mismo, si uno teclea su nombre en Google obtiene 652.000 resultados, la mayor¨ªa con su rostro. Hace 15 d¨ªas ni aparec¨ªa, claro.
Ser viral en Twitter se asemeja mucho a la c¨¦lebre frase de Andy Warhol: ¡°En el futuro, todo el mundo ser¨¢ famoso durante 15 minutos¡±. O semanas. Esto tiene pinta de a?os¡ Aquella tarde de radio, Plaza, de 18 a?os, contaba los motivos por los que iba a estudiar Filolog¨ªa Cl¨¢sica. ¡°Es mejor hacer lo que te gusta. Prefiero la felicidad al ¨¦xito seguro¡±. Inmediatamente ¨Daunque algunas incluso antes¨D las hordas tuiteras comenzaron a increparlo e insultarlo. Dicho de otra manera: cientos de usuarios reales, escondidos con pasamonta?as de perfiles an¨®nimos y a mala fe, buscaron su perfil personal en la Red. Se dedicaron a machacarlo. De hecho, a¨²n est¨¢n visibles. ¡°Luego nos quejamos de la precariedad¡±. ¡°Vaya mierda de carrera¡±. ¡°Tan esenciales no son las Humanidades cuando vivo sin ellas¡±. Etc¨¦tera. S¨ª, tambi¨¦n hubo felicitaciones, seguramente m¨¢s, incluso, pero estamos hablando de cr¨ªticas a un chaval de 18 a?os por estudiar lo que le gusta, simplemente.
El pasado mi¨¦rcoles, Sergio del Molino dedicaba su columna al joven madrile?o: ¡°La burricie general ha inhibido a Gabriel, que ha declinado dar m¨¢s entrevistas¡±. Ojipl¨¢tico, escrib¨ª a una compa?era de La Ventana, que me facilit¨® su n¨²mero. Plaza contest¨® inmediatamente: ¡°Ll¨¢mame a las seis¡±.
¨D?Qu¨¦ tal est¨¢s?
¨DMe he sentido muy abrumado. Tuve que desactivarme la cuenta.
Apag¨® la red social durante 48 horas. ¡°En redes todo se masifica. No estoy acostumbrado a esto¡±. ?Por qu¨¦ crees que la gente act¨²a as¨ª? ¡°Las redes te conectan con much¨ªsimas personas. Estamos expuestos a est¨ªmulos y a ver las vidas de los otros. Tras la barrera del anonimato, resulta m¨¢s f¨¢cil opinar sobre los dem¨¢s que hacerlo con nombre y apellidos¡±. Al rato, habla sin tapujos de la ansiedad: ¡°S¨ª, tuve mucha. A eso se sum¨® el cansancio acumulado. Casi me da un chungo en la calle. Me tuve que sentar y parar un rato. S¨¦ que todo es normal. Ya conozco la ansiedad bien porque no es la primera vez. Ahora, me vino por momentos de estr¨¦s. ?No paraba de recibir notificaciones!¡±.
A ello se sum¨®, c¨®mo no, ver su nombre en muchos medios de comunicaci¨®n digitales, algunos perversos. Con titulares agresivos, buscaban el clic f¨¢cil con su imagen. ¡°Me han dado ganas de mandarlos a la mierda, directamente¡±. Un carrusel de 48 horas con su nombre por todos lados. Y, pese a todo, no cambia el rumbo. ¡°?Qu¨¦ hay m¨¢s ¨²til que estudiar lenguas? Nos est¨¢n poniendo por las nubes las nuevas tecnolog¨ªas y la productividad, pero eso no puede ser todo en la vida. No todo es el dinero¡±. Ah¨ª queda eso.
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