Una OTAN renovada y m¨¢s global

La cumbre de la OTAN celebrada en Madrid ha inaugurado una nueva etapa dentro de la vida de una organizaci¨®n de defensa colectiva nacida con vocaci¨®n regional, pero dispuesta a renovar su prop¨®sito con una ambici¨®n m¨¢s global. Se ha destacado como relevante el acuerdo logrado para iniciar el proceso de ampliaci¨®n a Suecia y Finlandia. No es un asunto menor por la significaci¨®n que tiene para Europa que pa¨ªses tradicionalmente neutrales perciban a la OTAN como un instrumento necesario para proveer seguridad. Con todo, merece la pena detenerse a se?alar algunos aspectos particularmente relevantes del nuevo Concepto Estrat¨¦gico aprobado y que permite hablar de una OTAN plenamente consciente de la multiplicidad de amenazas en un mundo m¨¢s hostil y fuertemente comprometida con la unidad de los socios como mejor herramienta de defensa.

La referencia a Rusia como enemigo constituye, sin duda, uno de los aspectos m¨¢s significativos que contempla el nuevo Concepto Estrat¨¦gico. Es, de hecho, la primera vez que un documento de esta naturaleza se hace p¨²blico con una referencia de este calado pol¨ªtico. De hecho, estos documentos fueron secretos hasta 1992, momento en el que desaparecieron las referencias a otros pa¨ªses por su condici¨®n de enemigos. El tiempo dir¨¢ si esta referencia a Rusia dificulta a los Estados de la OTAN impulsar cualquier final negociado a la guerra de agresi¨®n que sufre Ucrania. Tambi¨¦n es novedad la referencia que el documento de estrategia contiene a las armas nucleares. No es menor tampoco la significaci¨®n pol¨ªtica que adquiere para el orden internacional vigente escalar a China a la condici¨®n de desaf¨ªo.

La cumbre de la OTAN tambi¨¦n incorpora para Espa?a un resultado relevante en la medida en que el nuevo Concepto Estrat¨¦gico de la OTAN orienta su atenci¨®n a todas las amenazas procedentes del llamado flanco sur, cualquiera que sea su manifestaci¨®n. Con ello no se trata tanto de buscar f¨®rmulas sofisticadas para ensanchar el ¨¢mbito territorial de aplicaci¨®n descrito en el Tratado de creaci¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica, como de elevar la atenci¨®n de esta organizaci¨®n sobre un ¨¢rea geogr¨¢fica particularmente sensible para la seguridad de (y en) Europa y, en consecuencia, reforzar as¨ª los mecanismos de defensa. Algo que parece obvio para un europeo, pero que no siempre resulta f¨¢cil de comprender para aquellos socios cuyos intereses est¨¢n en otras latitudes.

La OTAN se presenta tras la cumbre de Madrid como una estructura de defensa colectiva m¨¢s necesaria y vigorosa que nunca. Los Estados que forman parte de la misma adquieren, como consecuencia de ello, un compromiso exigente en t¨¦rminos presupuestarios que requerir¨¢ un esfuerzo a?adido de pedagog¨ªa pol¨ªtica para contar con el respaldo de la ciudadan¨ªa. Las cuestiones de seguridad y la defensa han sido una asignatura pendiente en el debate pol¨ªtico nacional si bien ahora est¨¢n llamadas a ocupar cada vez m¨¢s espacio en la agenda p¨²blica e informativa. Finalmente, el ¨¦xito de la cumbre de la OTAN de Madrid no deber¨ªa opacar la importancia que tiene para Espa?a impulsar con la misma convicci¨®n su compromiso con el fortalecimiento del pilar de seguridad de la Uni¨®n Europea incorpor¨¢ndolo a la agenda de la presidencia del Consejo que Espa?a asumir¨¢ en apenas un a?o.