¡®Lobby¡¯ a la gente
Las revelaciones sobre el ¡®caso Uber¡¯ vuelven a extender esa duda razonable de que la presi¨®n del dinero tiene m¨¢s importancia en las decisiones pol¨ªticas que el bien com¨²n
La definici¨®n del lobby en pol¨ªtica proviene de la presi¨®n sobre los lores brit¨¢nicos, que se ejerc¨ªa en el vest¨ªbulo central del Palacio de Westminster. En Estados Unidos hac¨ªa referencia al lobby del hotel Willard, situado cerca del Congreso en Washington, y que serv¨ªa para que los grupos de presi¨®n rindieran a los pol¨ªticos a sus intereses particulares. La expresi¨®n hizo fortuna y no hay pol¨ªtico que no se enfrente al lobby feroz. ...
La definici¨®n del lobby en pol¨ªtica proviene de la presi¨®n sobre los lores brit¨¢nicos, que se ejerc¨ªa en el vest¨ªbulo central del Palacio de Westminster. En Estados Unidos hac¨ªa referencia al lobby del hotel Willard, situado cerca del Congreso en Washington, y que serv¨ªa para que los grupos de presi¨®n rindieran a los pol¨ªticos a sus intereses particulares. La expresi¨®n hizo fortuna y no hay pol¨ªtico que no se enfrente al lobby feroz. A ra¨ªz de las revelaciones publicadas sobre el acoso de Uber al sistema democr¨¢tico, se ha vuelto a extender esa duda razonable por la cual algunos ciudadanos piensan que la presi¨®n del dinero tiene m¨¢s importancia en las decisiones pol¨ªticas que el bien com¨²n. Tonto ser¨ªa resolverlo con un brindis por la pureza o una impugnaci¨®n general del ejercicio pol¨ªtico. Cuando Uber se lanz¨® a conquistar no tanto los cielos como los carriles taxi, supo ver una brecha de oportunidad. No hab¨ªa nadie que no hubiera tenido una experiencia problem¨¢tica o sufrido una larga espera para tomar un taxi. Por lo tanto, la memoria colectiva permit¨ªa un ejercicio cr¨ªtico. La habilidad fue combinarlo con la pura presi¨®n antirregulatoria.
Seg¨²n los documentos filtrados, el acceso a representantes pol¨ªticos fue continuo. Se perfilaron aquellos que eran partidarios de romper el servicio p¨²blico del taxi. No faltan candidatos para ello, pues en la corriente neoliberal cualquier concesi¨®n a lo regulado se considera una derrota. Incluso un partido patri¨®tico espa?ol lleg¨® a proponer la privatizaci¨®n de las pensiones, como se practica la privatizaci¨®n de la sanidad y la educaci¨®n sin que nadie arrugue una ceja. La presi¨®n a los jueces, la b¨²squeda de su descr¨¦dito, la anulaci¨®n de las opiniones discordantes y la seducci¨®n de las instituciones reguladoras forma parte de esa extensi¨®n del poder que caracteriza a los nuevos monopolios tecnol¨®gicos. Nadie deber¨ªa confundirlos con oscuros cen¨¢culos de ricachones con puro, son m¨¢s bien j¨®venes voraces con el m¨®vil en la mano, zapatillas de marca, sudadera cuca y zumos bio. Cambia el decorado y el vestuario, pero el argumento de la pel¨ªcula siempre es el mismo.
Ser¨ªa bueno echar un ojo a la hemeroteca en el tiempo en que el acoso al taxi alcanz¨® su cenit popular. Fueron pocos los que se resistieron a la ola de la falsa modernizaci¨®n. Tanto es as¨ª que realmente, si fu¨¦ramos sinceros, reconocer¨ªamos que Uber lo que logr¨® es corregir a la gente en su forma de pensar hasta adecuarla exactamente al modelo de monetizaci¨®n que ellos conceb¨ªan. Mayoritariamente, los ciudadanos eligieron perjudicarse a s¨ª mismos y con ello completaron ese estudio psicosocial que apunta a que el peor enemigo de los derechos suelen ser sus propios beneficiarios. El taxi resisti¨® donde se rindieron otros colectivos devorados por las plataformas privadas y demostr¨® de nuevo, durante la pandemia, que los servicios p¨²blicos cobran sentido bajo la regulaci¨®n, el control de precios y la solidaridad colectiva. Estas semanas hemos sabido que la Comunidad de Madrid ha desplazado los 50.000 euros que destinaba para servicio de taxi a sanitarios y los ha convertido en mill¨®n y medio de euros pero esta vez gestionados por una contrata privada de veh¨ªculos con conductor. Todo parece lo mismo, pero no lo es. ?Cu¨¢l es el truco? Lograr que la gente piense seg¨²n intereses ajenos. En eso consiste ejercer de lobby.