?Ha dimitido? Algo habr¨¢ hecho

Twitter es la ¨²ltima taberna. No del estilo de esas bodegas recauchutadas para hipster que tan bien retrata Luc¨ªa Lijtmaer en su novela Cauterio, sino una taberna fet¨¦n, con denominaci¨®n de origen, la viva reencarnaci¨®n de aquellas con el suelo alfombrado de serr¨ªn y c¨¢scaras de gambas en las que un televisor colgado del techo hac¨ªa las veces de diana para los insultos baratos de un personal abonado al tinto pele¨®n y al palillo en la boca. A la hora del telediario, cada vez que sal¨ªa un pol¨ªtico, no faltaba quien le lanzara un dardo envenenado:

¡ªMira, cada d¨ªa m¨¢s gordo.

¡ªPues ese es de los tuyos...

¡ªPero si son todos iguales...

Puro entretenimiento y desahogo, como Twitter, solo que antes se hac¨ªa en compa?¨ªa y a cuerpo gentil y ahora bajo anonimato la mayor¨ªa de las veces y en la soledad del tel¨¦fono m¨®vil. Por lo dem¨¢s, nada nuevo: el parroquiano de antes y el tuitero de ahora suelen estar deseando que los pol¨ªticos dimitan. Hasta que alguien dimite, claro. En cuanto alguno lo hace, tuercen el morro y enseguida el aire les huele a chamusquina, a gato encerrado...

¡ª?Ha dimitido? Algo habr¨¢ hecho...

¡ªPepe, la pen¨²ltima y nos vamos.

Las dimisiones consecutivas ¡ªen un plazo de 24 horas¡ª de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha revolucionado la taberna, y eso que estaba de capa ca¨ªda por aquello del verano y la calor. Lastra y Delgado tal vez pensaron que, al atribuir su dimisi¨®n a cuestiones m¨¦dicas, conseguir¨ªan que el personal ¡ªsobre todo el que estaba deseando perderlas de vista¡ª les aplicara aquello de ¡°a enemigo que huye, puente de plata¡±. Pero no. Se ve que Twitter no hace prisioneros, y los amigos por amigos y los enemigos por enemigos, la bronca ha sido considerable. Nadie parece creer en la red que los motivos ¨²ltimos de las dimisiones sean los alegados por las protagonistas ¡ªel embarazo de riesgo de Lastra, la lesi¨®n grave de columna de Delgado¡ª, sino que detr¨¢s est¨¢ Pedro S¨¢nchez y qui¨¦n sabe si hasta Villarejo. Hay tuits de todos los colores y todos los calibres, e incluso alguno, como el del diputado socialista Od¨®n Elorza, que no se sabe muy bien qu¨¦ quiere decir:

¡ªLa dimisi¨®n de Adriana Lastra, la de la fiscal general, la encuesta del CIS... uf, es como si alguien quisiera hacer olvidar los aciertos del reciente debate de pol¨ªtica general. El planeta, la pol¨ªtica y la vida; todo convulso y acelerado.

Ya se sabe que si no se entiende un tuit, lo mejor es ir a las respuestas, pero en este caso no hubo suerte. La tuitera Pilar Camacho respondi¨®: ¡°Totalmente de acuerdo¡±. Y un tal Manolo concluy¨®: ¡°Nunca llovi¨® que no escampara¡±.

Mientras el personal segu¨ªa decidiendo si estas dos mujeres tienen derecho a dimitir, Twitter tambi¨¦n recogi¨® la siguiente historia. El viernes, 15 de julio, el Diario de Mallorca public¨® en la portada de su edici¨®n en papel un anuncio por palabras que dec¨ªa: ¡°Mallorqu¨ªn de Alicante roba el coraz¨®n a una navarra el 6 de julio en estos sanfermines. Aludido, escriba a Apdo. 4122. 31007 Pamplona. Navarra¡±.

El anuncio, letras blancas sobre fondo rojo, volvi¨® a publicarse el s¨¢bado, el domingo y el lunes. La ma?ana del martes, en cambio, ya no sali¨®. Existe la posibilidad de que el ladr¨®n de corazones se pusiera en contacto con la navarra enamorada, o que a esta se le acabara el presupuesto, o qui¨¦n sabe qu¨¦. El caso es que a veces, entre tanto griter¨ªo, en la taberna se cuelan historias que merece la pena seguir. No habr¨¢ m¨¢s remedio que volver ma?ana.