La batalla por el tercer puesto

El ¨²ltimo bar¨®metro del CIS de este curso deja elementos claves para el an¨¢lisis. Por un lado, el PP supera al PSOE. Alberto N¨²?ez Feij¨®o pasa por delante de Pedro S¨¢nchez en valoraci¨®n, inspira m¨¢s confianza en la ciudadan¨ªa y recoge el 57% de los votos de Ciudadanos y casi un tercio de los de Vox, algo que ya se pod¨ªa intuir a la luz de anteriores estudios. Los socialistas se consuelan alegando que el trabajo de campo se hizo antes del debate del estado de la naci¨®n, del que salieron victoriosos; pero, seg¨²n el propio CIS, al 47,8% de los espa?oles dicho debate les interes¨® poco o nada, y el 50,1% no vieron reflejados all¨ª sus problemas. La cumbre de la OTAN, el otro triunfo de S¨¢nchez, tampoco levant¨® pasiones; apenas la mitad de los ciudadanos dice haberlo seguido con cierto inter¨¦s. En econom¨ªa se mantiene la cl¨¢sica disonancia: a Espa?a le va mal, pero a m¨ª, fenomenal. Ojo, no se convierta en una profec¨ªa autocumplida, porque los problemas que los espa?oles dicen que m¨¢s les afectan son los econ¨®micos, aunque luego crean que los de naturaleza pol¨ªtica hacen m¨¢s da?o al pa¨ªs.

Dado el tiempo que resta para la convocatoria electoral, los efectos de luna de miel que viven tanto el PP como el proyecto Sumar ¡ªque fue presentado en las mismas fechas en que se hac¨ªa el trabajo de campo¡ª y lo convulso de los tiempos, conviene extremar la prudencia y, m¨¢s que fijarse en los n¨²meros absolutos, prestar atenci¨®n a las tendencias y las disputas clave. Una de las m¨¢s interesantes es la lucha por el tercer puesto. La bajada de Vox ¡ªya apuntada en otros estudios y en elecciones auton¨®micas¡ª, junto a la subida de Podemos, hace que el bronce, que podr¨ªa ser clave para gobernar, est¨¦ en disputa.

Si el bipartidismo est¨¢ volviendo, a¨²n le queda camino para alcanzar el 84% de los votos de los que disfrutaba en 2008. Los partidos tradicionales de aquel d¨²o est¨¢n afianzados en las primeras posiciones, pero sigue existiendo un amplio espacio electoral al que no llegan. La edad y la orientaci¨®n ideol¨®gica son barreras que les cuesta saltar a unos y otros. As¨ª las cosas, las dos marcas mayoritarias est¨¢n obligadas a plantear estrategias en un doble sentido: maximizar su resultado y ayudar a que el compa?ero de bloque haga lo propio. Algo as¨ª como una distancia entre puercoespines: suficientemente cerca para darse calor, pero no tanto como para pincharse.

El pr¨®ximo curso estar¨¢ marcado por la convocatoria de elecciones en 12 comunidades aut¨®nomas y m¨¢s de 8.000 municipios. Su resultado ser¨¢ clave para abordar la recta final hacia las generales con el viento en contra o a favor. Como esto se juega en t¨¦rminos de bloque, ?veremos candidaturas y alianzas distintas que permitan optimizar el resultado en cada bloque ideol¨®gico en funci¨®n del tama?o de los municipios? Ni en ayuntamientos ni en comunidades aut¨®nomas los gobiernos de coalici¨®n son ninguna novedad, lo que les convierte en escenarios id¨®neos para ir ensayando f¨®rmulas.