La mujer que te limpia
Hay gente que se refiere a ella como ¡°la chica¡±, en abstracto, convencidos de que lo suyo es cari?o y no condescendencia encubierta
Hay gente que cree que la mujer que le limpia no tiene Twitter. Que no lee libros. No mira las noticias. Suelen referirse a ella como ¡°la chica¡±, as¨ª, en abstracto, convencidos de que lo suyo es cari?o y no condescendencia encubierta. Esa gente es la que casi nunca reconocer¨ªa a la suya de cerca. En su cabeza es pr¨¢cticamente un fantasma, un ente que se infiltra en su casa mientras trabaja y le soluciona la vida como un hada madrina la mar de barata. De ¡°la chica¡± uno solo se acuerda cuando le rodea la mierda. Poco importa lo que el resto del tiempo ella sienta o padezca.
En esta semana hist¨®rica en la que se han ampliado los derechos del colectivo de trabajadoras del hogar, en la que 400.000 mujeres ¡ªen su mayor¨ªa mujeres y extranjeras¡ª podr¨¢n cotizar por la prestaci¨®n de desempleo, he recordado un video que arras¨® en Twitter este verano. Suced¨ªa en la Asamblea francesa y ah¨ª aparec¨ªa la reci¨¦n estrenada diputada de la Francia Insumisa, Rachel K¨¦k¨¦, tomando la palabra y preguntando ¡°?pero alguno de ustedes ha ganado alguna vez 900 euros? ?Por mes, no por d¨ªa!¡± varias veces al resto de sus compa?eros trajeados.
_ Rachel K¨¦k¨¦ ¨¤ l'Assembl¨¦e : ? Qui a d¨¦j¨¤ touch¨¦ 900 euros par mois ici ? ?
— Pierre Joigneaux (@pierr_joigneaux) July 20, 2022
_ Protestations sur les bancs de la macronie
_ Rachel K¨¦k¨¦ ? Par mois ! Je ne vous ai pas dit par jour ! ?pic.twitter.com/zJDs5Pr8JS
Si K¨¦ke insist¨ªa frente a la negativa de su Gobierno de subir el salario m¨ªnimo es porque ella lo ha sufrido de cerca. Durante sus 48 a?os, esta mujer nacida en la Costa de Marfil y madre de seis hijos ¡ªuno fallecido¡ª que vive con su hermana peque?a en un suburbio del sur de Par¨ªs, ha ejercido de cajera de supermercado, peluquera, cuidadora de ancianos y limpiadora profesional. Tambi¨¦n lider¨® una huelga sin precedentes contra la cadena hotelera Accor que dur¨® 22 meses y de la que sali¨® victoriosa, consiguiendo una subida salarial y mejoras laborales para casi una treintena de sus compa?eras en el hotel Ibis de Batignolles. Poco antes de batir a su oponente, la exministra de Deportes Roxana Maracineanu por la que apostaba Emmanuel Macron, K¨¦k¨¦ dej¨® claro que ella se presentaba a la Asamblea ¡°porque ah¨ª hace falta gente como yo, personas con trabajos invisibles a las que nos pagan mal y nos cuesta llegar a fin de mes¡±. Un asiento y altavoz para las mujeres fantasma de nuestras casas.
El video viral de K¨¦k¨¦ no es el ¨²nico que atesoro en mi pesta?a de elementos guardados. Est¨¢ a pocos tuits de otro clip que triunf¨® casi simult¨¢neamente, cuando Francia M¨¢rquez, nueva vicepresidenta de Colombia, salud¨®, una a una, a todas las trabajadoras del servicio dom¨¦stico de la sede de la vicepresidencia mientras la que era la n¨²mero dos del Ejecutivo y le traspasaba el cargo, Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, las ignoraba atus¨¢ndose el pelo a su paso.
Colombia ?? Vicepresidenta Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez de Rinc¨®n observa como la vicepresidenta electa Francia M¨¢rquez @FranciaMarquezM saluda a las trabajadoras, no hay m¨¢s palabras pic.twitter.com/BJ5xDH0zI9
— Rodrigo Saavedra 1??????¡á????? (@R_SaavedraM) June 25, 2022
Si los guardo con cari?o es porque pens¨¦ en ense?¨¢rselos a mi madre. Como cuando en Manual para mujeres de la limpieza subray¨¦ la parte en la que Lucia Berlin explicaba que ella cambiaba las cosas de sitio adrede para que sus jefes entendieran que hab¨ªa estado ah¨ª haciendo algo y lo memoric¨¦, pensando en preguntarle si ella tambi¨¦n tiraba de esa estrategia. Pero, como con estos videos, siempre que la veo hablamos de otras cosas, de las nuestras, y se me olvida.
La mujer que te limpia sabe qu¨¦ desayunas, si has mantenido relaciones sexuales esa semana y los d¨ªas que has estado enferma por la cantidad de pa?uelos que recoge junto a tu mesita de noche. Prefieres no pensarlo, pero cada vez que te visita, la mujer que te limpia recorre con su cuerpo todos y cada uno de los cent¨ªmetros de tu casa. A veces, a m¨ª tambi¨¦n me pasa, aunque sea hija de una que se deslom¨® organizando las rutinas de otras familias media vida. Entonces me sonrojo, avergonzada, cuando me pillo traicion¨¢ndola, sin haber aprendido nada, despersonalizando a la trabajadora que limpia a fondo mi piso cada dos semanas y a la que, a veces, frente a otros, tambi¨¦n he llamado ¡°la chica¡±.
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