Italia demuestra que la izquierda dividida no gana
Las elecciones de este domingo reflejan una remodelaci¨®n del espacio progresista que favorece a la derecha: la socialdemocracia representa a clases medias urbanas y surgen otras fuerzas en defensa de los trabajadores
Las elecciones italianas de este domingo podr¨ªan llevar al Gobierno a la derecha procedente de la tradici¨®n fascista. Ser¨ªa la primera vez no s¨®lo en Italia sino tambi¨¦n en Europa. Sin embargo, esto no es tanto un triunfo de la derecha como una derrota de la izquierda. De hecho, los porcentajes globales de apoyo al centroderecha y al centroizquierda no han variado mucho en los ¨²ltimos meses. Lo que ha cambiado es la composici¨®n interna de las distintas coaliciones. En el centroderecha, se ha producido un fuerte crecimiento del partido Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, procedente del partido posfascista Movimiento Social, y el declive del partido La Liga de Salvini. En el centroizquierda, un descenso del Movimiento 5 Estrellas y un crecimiento del Partido Democr¨¢tico (PD) antes de la campa?a que ahora se invierte en un descenso del PD y un crecimiento del 5 Estrellas. Lo que cuenta en la victoria o la derrota es m¨¢s bien el grado de unidad o desuni¨®n de los distintos bandos.
La derecha est¨¢ unida en estas elecciones, y eso que hasta ahora estaba dividida entre Gobierno y oposici¨®n. Giorgia Meloni se hab¨ªa mantenido h¨¢bilmente al margen del Gobierno de Mario Draghi, lo que le ha permitido conectar con el descontento social. Pero esto no fue un gran problema para firmar un pacto de coalici¨®n con Forza Italia de Berlusconi y La Liga de Salvini. El centroderecha hace tiempo que aprendi¨® a diferenciar al m¨¢ximo su propuesta desde el punto de vista propagand¨ªstico, no escatimando a veces ni siquiera las pol¨¦micas internas, para proceder despu¨¦s a aliarse con los que antes hab¨ªan sido objeto de furiosas controversias. El centroizquierda, por su parte, a pesar de que tanto el 5 Estrellas como el PD formaban parte del Gobierno, se presenta a las elecciones por separado. Esta divisi¨®n tendr¨¢ importantes consecuencias en el resultado de las elecciones. El sistema electoral llamado Rosatellum, que lleva el nombre de Ettore Rosato, un antiguo pol¨ªtico del PD, ahora con Renzi, que desarroll¨® la ley electoral, premia enormemente las coaliciones. Un centroizquierda dividido, a pesar de tener un voto global m¨¢s alto que la derecha, no es suficiente para tener m¨¢s diputados.
Sin embargo, esta divisi¨®n no es s¨®lo una cuesti¨®n t¨¢ctica. Es el reflejo de una condici¨®n estructural, de una divisi¨®n entre diferentes clases y categor¨ªas sociales que los diferentes partidos representan. Se supon¨ªa que el Partido Democr¨¢tico era el partido de la socialdemocracia que representaba a los trabajadores. Al fin y al cabo es el heredero del Partido Comunista y el ala izquierda de la Democracia Cristiana. Pero hoy es el partido m¨¢s burgu¨¦s, con un electorado concentrado en los grandes centros urbanos, con altos niveles de educaci¨®n y ocupaciones de cuello blanco, profesionales y de gesti¨®n. Los trabajadores que votaban al PCI y al PSI se han convertido en pensionistas que votan al PD, mientras que sus hijos suelen tener ocupaciones de clase media que les sit¨²an en una posici¨®n de relativa riqueza. Al mismo tiempo, el PD ha dejado al descubierto al electorado trabajador, a los que trabajan por salarios muy bajos y a los que viven en la pobreza cr¨®nica, especialmente en el sur de Italia. Es a estas personas a las que apela el movimiento 5 Estrellas, y es para ellas a las que ha ofrecido medidas como la renta de ciudadan¨ªa, similar al ingreso m¨ªnimo vital. En otras palabras, el Movimiento 5 Estrellas ha ido a buscar a un electorado que en tiempos hist¨®ricos normales habr¨ªa votado por una opci¨®n socialdem¨®crata, pero que hoy carece de una opci¨®n socialdem¨®crata.
Durante la campa?a electoral, el exprimer ministro y ahora l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, ha hecho mucho hincapi¨¦ en este aspecto social de su partido. Eligi¨® como eslogan ¡°en el lado justo¡±, atac¨® duramente a los pol¨ªticos que, como Matteo Renzi, quieren eliminar la renta de ciudadan¨ªa, y adopt¨® palabras de moda que recuerdan al dem¨®crata norteamericano Bernie Sanders y al laborista Jeremy Corbyn. Conte se ha encontrado con plazas llenas de seguidores, especialmente en el sur de Italia, que sufre las condiciones econ¨®micas m¨¢s duras. El Movimiento 5 Estrellas ha crecido con fuerza en las encuestas hasta el punto de amenazar con superar al Partido Democr¨¢tico. Esta situaci¨®n ha obligado a Enrico Letta, del PD, que inicialmente hab¨ªa optado por una estrategia centrista, a cambiar a propuestas m¨¢s progresistas, como las promesas de contrataci¨®n en el sector p¨²blico y la protecci¨®n de los servicios p¨²blicos. Sin embargo, esta estrategia parece indecisa y poco sincera, sobre todo porque al principio de la campa?a Letta se hab¨ªa presentado como la fuerza que apoyar¨ªa un nuevo Gobierno de Draghi dedicado a mantener el sistema y la estabilidad. La situaci¨®n italiana es, pues, el reflejo de una remodelaci¨®n de las fuerzas de centroizquierda que no es s¨®lo italiana, sino mundial. Las viejas fuerzas socialdem¨®cratas se han convertido a menudo en fuerzas de clase media, en peligro de perder el apoyo de las clases trabajadoras. Y est¨¢n siendo presionados desde la izquierda, o m¨¢s bien ¡°desde abajo¡±, por nuevas fuerzas populistas que se presentan como portadoras de los verdaderos intereses del pueblo. El riesgo es que en esta remodelaci¨®n del centroizquierda gane la derecha, como es probable que ocurra en Italia este domingo.
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