Derrotas dom¨¦sticas de Putin
La resistencia ciudadana a la movilizaci¨®n parcial abre un frente interior al Kremlin tras el repliegue de tropas en Ucrania
La guerra ha cambiado de direcci¨®n tanto en el campo de batalla como en la misma Rusia de Vlad¨ªmir Putin. El Kremlin se encuentra hoy con una inusitada respuesta interior, cuando decenas de miles de hombres, no todos ellos j¨®venes, est¨¢n huyendo al extranjero para escapar al reclutamiento forzoso que esconde la declaraci¨®n de movilizaci¨®n parcial de tropas en la reserva. Proliferan en todas las grandes ciudades las manifestaciones contra la guerra, ataques con c¨®cteles molotov a los centros de reclutamiento e incluso se ha producido uno con arma de fuego. Las protestas y boicots son especialmente intensos en las rep¨²blicas federadas, donde hay minor¨ªas, menos protegidas que la poblaci¨®n rusa, y sometidas de hecho a una camuflada limpieza ¨¦tnica.
Putin ha conseguido con sus ¨²ltimas decisiones la ruptura de un pacto impl¨ªcito con las clases medias urbanas. A cambio del silencio sobre Ucrania, Putin procuraba que la guerra no les afectara en su vida cotidiana y sobre todo en su econom¨ªa, hasta el punto de mantener el eufemismo de una operaci¨®n t¨¦cnico-militar. La severa derrota sufrida en J¨¢rkov le ha obligado ahora a una movilizaci¨®n parcial para disponer, literalmente, de carne de ca?¨®n suficiente para sostener la contraofensiva del ej¨¦rcito ucranio, una decisi¨®n que deber¨ªa implicar la expl¨ªcita declaraci¨®n de guerra. Ni siquiera se trata de disponer de tropas de refresco para recuperar el territorio perdido, sino ¨²nicamente evitar que el territorio que todav¨ªa se halla en manos rusas quede desguarnecido.
El reclutamiento de mercenarios y de presidiarios a cambio de indultos ya no da m¨¢s de s¨ª. Putin ha elegido un camino aparentemente intermedio con la voluntad de obtener el mismo resultado, es decir, disponer de 300.000 hombres en los pr¨®ximos meses. Ese contingente no queda garantizado con la llamada a filas de los reservistas con experiencia en combate, y le est¨¢ obligando a reclutar indiscriminadamente a j¨®venes sin experiencia militar, a hombres cuya edad supera la de la reserva e incluso a enfermos. La poblaci¨®n susceptible de ser convocada a filas puede estar en torno a los 1,2 millones de hombres.
Aunque la presi¨®n del reclutamiento es tanto m¨¢s intensa cuanto m¨¢s alejada de las grandes ciudades y m¨¢s carente de influencias en la Administraci¨®n y desprotegida es la poblaci¨®n, al final la llamada a filas est¨¢ produciendo un efecto de desbandada y de deserci¨®n generalizada que constituye para Putin una nueva derrota, esta interna, y un mensaje profundamente desmoralizador para sus partidarios. Rusia tambi¨¦n es v¨ªctima de la guerra de Putin. La estampida que est¨¢ llevando a los rusos al exilio tendr¨¢ efectos negativos en la econom¨ªa y, por supuesto, en la vitalidad de la sociedad, cada vez m¨¢s empobrecida en cuadros t¨¦cnicos, universitarios e intelectuales.
La resistencia ciudadana que vive hoy Putin puede hacerlo m¨¢s peligroso tambi¨¦n. No es extra?o que el eventual uso del arma nuclear de un presidente acorralado se haya convertido en un elemento central de la conversaci¨®n mundial sobre Ucrania. La anexi¨®n de las cuatro provincias ucranias donde se ha escenificado la farsa de los referendos de autodeterminaci¨®n podr¨ªa ser el paso previo. Estas decisiones son parte tambi¨¦n de la prepotencia intimidatoria de quien gobierna actualmente en Mosc¨². Los aliados de Kiev no debieran dejarse amedrentar por las amenazas, pero tampoco caer en la demonizaci¨®n de la entera poblaci¨®n rusa, hasta el punto de cerrar las fronteras a quienes buscan asilo pol¨ªtico en los pa¨ªses vecinos y dificultan a la vez la artera maniobra del falso reclutamiento parcial de Putin.
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