Los riesgos de Alemania
Las negativas previsiones para la econom¨ªa germana interpelan directamente a la cohesi¨®n federal de la UE
La OCDE acaba de actualizar sus previsiones econ¨®micas para 2022 y 2023, y las perspectivas que se?ala no son buenas: el efecto de la guerra sobre el crecimiento econ¨®mico y la inflaci¨®n son m¨¢s agudos de lo inicialmente previsto, con un importante impacto en los pa¨ªses europeos y, particularmente, en Alemania. Para ella pronostica un dif¨ªcil a?o 2023 con una ca¨ªda del PIB del 0,7%, tras una fuerte desaceleraci¨®n en la segunda p...
La OCDE acaba de actualizar sus previsiones econ¨®micas para 2022 y 2023, y las perspectivas que se?ala no son buenas: el efecto de la guerra sobre el crecimiento econ¨®mico y la inflaci¨®n son m¨¢s agudos de lo inicialmente previsto, con un importante impacto en los pa¨ªses europeos y, particularmente, en Alemania. Para ella pronostica un dif¨ªcil a?o 2023 con una ca¨ªda del PIB del 0,7%, tras una fuerte desaceleraci¨®n en la segunda parte de 2022, que las casas de an¨¢lisis m¨¢s prestigiosas juzgan incluso m¨¢s acusada. La OCDE se suma de esta manera a las advertencias lanzadas por otros organismos internacionales que apuntan a una desaceleraci¨®n o directamente a una recesi¨®n en el pa¨ªs. Los planes de ahorro y acopio de reservas de combustible cubren solo parcialmente las necesidades energ¨¦ticas a medio plazo, y en los escenarios m¨¢s pesimistas el riesgo se multiplica ante un posible invierno fr¨ªo y las r¨¦moras derivadas de un modelo econ¨®mico excesivamente dependiente de la energ¨ªa barata rusa, que con la guerra ha saltado por los aires.
Si Alemania se ve obligada a racionar el suministro de gas a la industria, su capacidad exportadora se resentir¨¢ notablemente y es posible que traslade parte de sus efectos negativos al conjunto de la UE. Esta ca¨ªda de la producci¨®n, aunada con una inflaci¨®n que no remite y unos tipos de inter¨¦s del BCE apuntando al alza, dibujan un escenario complicado para el canciller Scholz, en un momento en el que su liderazgo en el proceso de integraci¨®n europea puede verse cuestionado por los ¨²ltimos resultados electorales en Italia y Suecia, y frente a un Vlad¨ªmir Putin dispuesto a doblar la apuesta en Ucrania con tal de no reconocer el fracaso de su estrategia belicista. La diab¨®lica combinaci¨®n de los precios altos y los problemas de suministros hace poco probable que Alemania opte por una pol¨ªtica de est¨ªmulo para contrarrestar los efectos de la recesi¨®n, de manera que es probable que veamos un periodo de graves dificultades para el gigante alem¨¢n.
El impacto de esta situaci¨®n sobre el conjunto de la eurozona y de la UE es ciertamente imprevisible. Una recesi¨®n en Alemania puede terminar afectando a pa¨ªses que, como Espa?a, se encuentran m¨¢s a salvo de las restricciones energ¨¦ticas impuestas por Mosc¨². De nuevo, las interdependencias en la eurozona se?alan la necesidad de tener marcos de cooperaci¨®n y compensaci¨®n ante shocks asim¨¦tricos como el que estamos experimentando en estos momentos. Buscar soluciones nacionales a un problema continental ser¨ªa una salida que la experiencia ya ha demostrado ineficaz, si no altamente contraproducente. La vocaci¨®n federal de la UE sigue poni¨¦ndose a prueba en condiciones extremas como las que ha generado la invasi¨®n de Ucrania por Putin. Pese a los aires neosoberanistas que soplan en algunos pa¨ªses europeos solo en la cohesi¨®n europe¨ªsta podr¨¢n hallarse v¨ªas de soluci¨®n.