Cambios necesarios en las Am¨¦ricas

La paridad de g¨¦nero en organismos internacionales, el riesgo que viven las personas defensoras del medio ambiente y el fen¨®meno de la migraci¨®n son tres ejes que marcan los debates en los salones de las recientes Asambleas Generales de OEA y Naciones Unidas. Temas que anuncian cambios acelerados para la nueva direcci¨®n del hemisferio.

En Nueva York, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, uno de los eventos que convoc¨® la conversaci¨®n sobre el liderazgo de las mujeres fue el organizado por Co-impact y la fundaci¨®n Clooney por la Justicia. Espacio en el que junto a gigantes del tema, como Melinda Gates, Olivia Leland, Christie Jones, Jarpa Dawuni y Amal Clooney, reflexionamos sobre c¨®mo fortalecer el liderazgo de las mujeres en el derecho internacional. Desde el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional ¨CCEJIL- y la campa?a GQUAL se?alamos la importancia de los cambios institucionales y las estrategias colectivas que garanticen la sostenibilidad de la transformaci¨®n en la justicia Internacional. La paridad es un llamado latente en los cinco continentes y se puede adelantar si es acompa?ado de estrategias de incidencia basadas en datos y evidencia, trabajo legal y pol¨ªtico, alianzas y, en ocasiones, litigio internacional.

La paridad es un cambio necesario. La Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisi¨®n Interamericana han avanzado de la cr¨®nica subrepresentaci¨®n a la paridad en su composici¨®n por primera vez en la historia. Durante 37 a?os, de las cuatro d¨¦cadas del Tribunal, su composici¨®n fue exclusivamente masculina o cont¨® solo con una mujer, mientras que la CIDH tuvo hist¨®ricamente un porcentaje del 21.92% de mujeres.

La Asamblea General de la OEA que se adelanta en Lima, en la que participamos como representantes de la coalici¨®n de las organizaciones de derechos humanos en las Am¨¦ricas, ha contribuido en parte a este avance. Desde 2016 ha aprobado cinco resoluciones referidas a la importancia de lograr balance de g¨¦nero en la integraci¨®n de los ¨®rganos del Sistema Interamericano. Con la campa?a GQUAL hemos impulsado estas resoluciones y actualmente la Asamblea debate una nueva resoluci¨®n que avanza en el desarrollo de procesos de selecci¨®n y pol¨ªticas de votaci¨®n que promuevan la transparencia y la paridad en la representaci¨®n internacional.

Pero la paridad de g¨¦nero no es el ¨²nico foco que ha dejado fuertes movimientos en estos espacios regionales de protecci¨®n de derechos humanos para el continente. Tambi¨¦n lo es la situaci¨®n de personas defensoras, en especial aquellas del medio ambiente. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de Global Witness en 2021, de un total de 200 personas defensoras de la tierra y del medio ambiente asesinadas, tres cuartas partes de estas muertes ocurrieron en Am¨¦rica Latina.

La cantidad desproporcionada de ataques contra pueblos ind¨ªgenas tambi¨¦n creci¨® el a?o pasado. Como indica Global Witness m¨¢s del 40 % de todos los ataques fatales fueron dirigidos a pueblos ind¨ªgenas. En Am¨¦rica Latina, buena parte de los asesinatos se dieron en la Amazonia y M¨¦xico. Sin garant¨ªas para las personas defensoras, no hay derechos ni resoluci¨®n posible a la crisis clim¨¢tica que nos azota. Como subraya el Acuerdo de Escaz¨², el primer tratado regional ambiental y de derechos humanos en Am¨¦rica Latina y el Caribe, la soluci¨®n a la crisis clim¨¢tica no es posible sin proteger a las personas defensoras del medioambiente.

En este frente empiezan importantes avances en la jurisprudencia regional. Una muestra es la hist¨®rica decisi¨®n de este 4 de octubre, donde la Corte Interamericana determin¨® por primera vez la responsabilidad de Brasil por la impunidad en el asesinato del defensor de derechos humanos y lucha campesina Gabriel Sales Pimenta. La sentencia reconoci¨® los patrones de violencia e impunidad estructural contra personas defensoras de la tierra en Brasil. Este es un caso que representamos desde CEJIL junto a la Comisi¨®n Pastoral de la Tierra CPT.

Los flujos migratorios regionales vinculados a la erosi¨®n del Estado de derecho, los conflictos y la crisis clim¨¢tica, es otro jugador que sigue poniendo en jaque los derechos de millones de latinoamericanos de manera cotidiana. Por ello, la situaci¨®n de las personas forzadas a migrar est¨¢ nuevamente presente en un debate regional que requiere encontrar soluciones justas, equitativas y que tomen en cuenta las causas estructurales de la migraci¨®n forzada. Sin estas condiciones, dif¨ªcilmente se avance en soluciones eficaces.

Los cambios, m¨¢s necesarios que nunca, en relaci¨®n a la paridad de g¨¦nero, protecci¨®n a personas defensoras de derechos humanos, la respuesta a la emergencia clim¨¢tica y la migraci¨®n le exigen a las Am¨¦ricas no solo mecanismos internacionales eficientes, sino alianzas inteligentes a nivel global con quienes adelantan pasos agigantados en estas causas comunes.