?Empieza a desmoronarse en Brasil el clan de extrema derecha golpista de Bolsonaro?
El movimiento de extrema derecha, con contornos fascistas y nostalgias del viejo nazismo que se hab¨ªa instalado en Brasil, se apoyaba no solo en Bolsonaro sino en su c¨ªrculo familiar
Uno de los efectos quiz¨¢s m¨¢s importantes de las elecciones brasile?as con la robusta victoria de Lula da Silva ha sido el posible desmoronamiento del clan del presidente, Jair Bolsonaro. Y es que el movimiento de extrema derecha, con contornos fascistas y nostalgias del viejo nazismo que se hab¨ªa instalado en Brasil, se apoyaba no solo en el personaje del excapit¨¢n expulsado del Ej¨¦rcito por indisciplina, sino en un clan familiar. Y ese clan se est¨¢ deshilachando...
Uno de los efectos quiz¨¢s m¨¢s importantes de las elecciones brasile?as con la robusta victoria de Lula da Silva ha sido el posible desmoronamiento del clan del presidente, Jair Bolsonaro. Y es que el movimiento de extrema derecha, con contornos fascistas y nostalgias del viejo nazismo que se hab¨ªa instalado en Brasil, se apoyaba no solo en el personaje del excapit¨¢n expulsado del Ej¨¦rcito por indisciplina, sino en un clan familiar. Y ese clan se est¨¢ deshilachando, sobre todo despu¨¦s de la derrota electoral que no imaginaban.
Quiz¨¢s Jair Bolsonaro no sea siquiera el principal actor del extremismo derechista que se hab¨ªa implantado en el pa¨ªs, sino sus tres hijos tambi¨¦n pol¨ªticos, el concejal de R¨ªo, Carlos, considerado un genio de las redes sociales, el senador Flavio y el diputado federal, Eduardo, el m¨¢s ligado a la pol¨ªtica y afectivamente al expresidente estadounidense, Donald Trump. Y ¨²ltimamente, sobre todo durante la ¨²ltima campa?a electoral, la actual esposa de Bolsonaro, (tuvo ya tres) Michelle, evang¨¦lica fervorosa con ribetes m¨ªsticos que hab¨ªa permanecido estos a?os en el anonimato de la familia y ha despertado con fuerza, protagonismo y posibles sue?os tambi¨¦n de poder pol¨ªtico en las ¨²ltimas elecciones, desequilibrando al clan.
La derrota inesperada impuesta por la fuerza de Lula y su genialidad de crear un frente amplio de partidos democr¨¢ticos, algo parecido al viejo Pacto de la Moncloa en Espa?a y que le dio la victoria, ha desconcertado y empieza a resquebrajar a la familia Bolsonaro, hasta ayer una pi?a.
Las fuerzas pol¨ªticas m¨¢s conservadoras que hab¨ªan dado apoyo a Bolsonaro se han sentido derrotadas con la victoria de Lula y su equipo, y ya est¨¢n pensando en sustituir a Bolsonaro como l¨ªder de una derecha no fascista por una de las figuras de la derecha no golpista. Se habla, por ejemplo, de los nuevos gobernadores de S?o Paulo y de Minas Gerais, dos bastiones de la pol¨ªtica brasile?a, mientras empiezan a conversar con el nuevo equipo de Lula en busca de un pedazo del nuevo poder.
La llegada al poder de Lula con su equipo, que abarca un abanico que va desde la extrema izquierda a la derecha moderada y que ha dado un alivio a las fuerzas democr¨¢ticas, ha enseguida debilitado los intentos fallidos de Bolsonaro de dar un golpe con la paralizaci¨®n nacional de los camioneros y las solicitaciones de intervenci¨®n militar. Y ello porque los militares hicieron o¨ªdos sordos a dichas peticiones y ya est¨¢n conversando con los ganadores de las elecciones, sobre todo porque en los anteriores gobiernos lulistas, Lula mantuvo siempre un di¨¢logo abierto y democr¨¢tico con las fuerzas armadas.
En las desavenencias aparecidas en el clan familiar bolsonarista se comenta hasta la posibilidad de una separaci¨®n matrimonial entre Bolsonaro y su esposa Michelle, reci¨¦n convertida a la pol¨ªtica activa, mientras el diputado Eduardo, amigo personal de Trump, aparece m¨¢s interesado en participar al movimiento mundial de la nueva extrema derecha que a la pelea nacional.
Y es as¨ª que Bolsonaro puede acabar sinti¨¦ndose solo y traicionado hasta por los suyos. Y aunque sigue estos d¨ªas con su man¨ªa de intentar impugnar el resultado de las urnas y de arrastrar a los altos mandos militares a sus sue?os de poder, est¨¢ empezando a entender que est¨¢ m¨¢s solo de lo que pod¨ªa imaginar y que empieza a sentirse abandonado hasta por su propio clan.
Todo ello no puede resultarle positivo a Lula, quien, al rev¨¦s, cuenta hoy con la mayor¨ªa de los electores y la euforia de las fuerzas democr¨¢ticas preocupadas hasta ayer de que Bolsonaro consiguiera arrastrar en sus delirios golpistas no solo a sus seguidores m¨¢s fieles sino a la masa de brasile?os de la que ¨¦l se presentaba como el salvaguarda de los valores tradicionales de Dios, Patria y Familia en su envejecida edici¨®n de una extrema derecha que, es cierto, crece en el mundo, pero que justamente en Brasil acaba de ser desbaratada y con entusiasmo popular por la fuerza renovadora y la inyecci¨®n de los valores democr¨¢ticos que empezaban a tambalearse.
Lo importante en todo este juego de ajedrez de la democracia brasile?a que aparec¨ªa en crisis y en manos de los extremistas fascistas es que est¨¢n fracasando cada 24 horas que pasan los delirios golpistas del bolsonarismo que las urnas parecen haber enterrado, mientras crece el acercamiento y el di¨¢logo entre las fuerzas pol¨ªticas de derechas que rechazan cualquier tentaci¨®n extremista.
Se podr¨ªan resumir las turbulentas semanas de debate pol¨ªtico en las que empez¨® a levantar la cabeza la serpiente nazista con sus manifestaciones callejeras y sus rituales trasnochados, en un inicio de fracaso pol¨ªtico que duplica la responsabilidad del resucitado Lula.
Se trata de un l¨ªder pol¨ªtico que parece haber llegado para disipar el ambiente ultraderechista que empezaba a ser irrespirable y amenazaba con envenenar a un pueblo que, con todos sus problemas, sigue firme en su vocaci¨®n de felicidad, de encuentro, de ilusiones y de riquezas culturales amenazadas y despreciadas por los demonios del rancio bolsonarismo que empieza, felizmente, a deshilacharse como una pompa de jab¨®n.
Esperar para ver y con la palabra al ave f¨¦nix del viejo Lula resucitado y llamado a hacer revivir dos palabras claves que parec¨ªan haber sido borradas del diccionario de este pa¨ªs: felicidad y esperanza. Y sobre todo el vocablo ¡°hambre¡±, justamente en un pa¨ªs que sigue alimentando con sus productos a medio mundo.