Bolsonaro alienta los actos que piden una intervenci¨®n militar y condena el bloqueo de carreteras

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha difundido este mi¨¦rcoles por la noche un v¨ªdeo en el que, por un lado, pide a sus seguidores que levanten los cientos de cortes de carreteras que impiden el tr¨¢fico y, por el otro, alienta el resto de las protestas, que son pac¨ªficas pero reclaman una intervenci¨®n militar. Decenas de miles de bolsonaristas convencidos de que las elecciones presidenciales fueron fraudulentas se han echado a las calles para pedir al Ej¨¦rcito una intervenci¨®n militar que impida al vencedor, el izquierdista Luiz In¨¢cio Lula da Silva, asumir el poder.

Las protestas ante los cuarteles generales del Ej¨¦rcito en R¨ªo de Janeiro, S?o Paulo, Brasilia y otras ciudades de siete Estados son la expresi¨®n m¨¢s grave de la rabia de los seguidores del derrotado presidente, que la v¨ªspera, en su primera declaraci¨®n desde los comicios, evit¨® reconocer el resultado o felicitar a su rival. Lula gan¨® a Bolsonaro por la m¨ªnima (50,9% frente a 49,1%).

Bolsonaro ha apelado a sus seguidores a que reabran cuanto antes las carreteras porque los bloqueos ¡°perjudican el derecho de ir y venir¡± y a la econom¨ªa. E inmediatamente despu¨¦s ha a?adido: ¡°las otras protestas, las manifestaciones que est¨¢ habiendo por todo Brasil, son bienvenidas, son parte del juego democr¨¢tico¡±. El presidente saliente de Brasil es un antiguo capit¨¢n del Ej¨¦rcito que, durante su mandado, ha dado alas a discursos golpistas en varias ocasiones. Para Lula ser¨¢ su tercer mandato.

Los dos meses que restan hasta la toma de posesi¨®n del nuevo presidente el 1 de enero en Brasilia son especialmente delicados por la actitud de Bolsonaro, que de tanto sembrar dudas ha logrado que buena parte de sus seguidores crea que hubo fraude electoral.

En cualquier caso, los trabajos para el traspaso de poderes est¨¢n ya en marcha. El equipo de Lula para la transici¨®n, liderado por el futuro vicepresidente, Geraldo Alckmin, tendr¨¢ este jueves su primera reuni¨®n en Brasilia con el ministro encargado por parte del Gobierno. Y ya se sabe que el primer acto internacional de Lula tras su victoria ser¨¢ acudir a la cumbre del clima COP 27, este mes en Egipto. El Gobierno de EE UU ha hecho saber a trav¨¦s de una portavoz que est¨¢ contento de que Bolsonaro haya reconocido los resultados electorales, informa Reuters.

Que el presidente saliente se mantuviera dos d¨ªas en silencio despu¨¦s de perder los comicios y la ambig¨¹edad de su brev¨ªsimo discurso han dado alas a estas movilizaciones de los seguidores m¨¢s radicales. Bolsonaro dijo este mi¨¦rcoles que ¡°las protestas pac¨ªficas son bienvenidas¡±, lo que supon¨ªa una cr¨ªtica a los camioneros que cortaron carreteras por todo el pa¨ªs en protesta por el resultado. Pero tambi¨¦n abr¨ªa la puerta a concentraciones como estas frente a los cuarteles. Bolsonaro ha autorizado formalmente el traspaso, pero no quiere dar la impresi¨®n, ante los seguidores m¨¢s radicales, los que ni en el peor momento de la pandemia le abandonaron, de que claudica.

Jorge Luiz Faria, de 67 a?os, explicaba as¨ª su motivaci¨®n para sumarse a la protesta golpista de S?o Paulo y reclamar lo que define como que ¡°los militares pongan orden¡±: ¡°No podemos dejar que entre el comunismo, lo que queremos es una democracia normal¡±, dec¨ªa este jubilado que fue comerciante de suministros industriales. Faria no quiere un gobierno militar, dice, sino, que los uniformados organicen unas ¡°nuevas elecciones justas¡±. Est¨¢ convencido de que las ganar¨ªa Bolsonaro.

Con ¨¦l, Julieta Seiko Abe, de 64 a?os, una gerente de hotel jubilada y convencida de que ¡°ese que dicen (Lula) no gan¨®¡± y que si el Tribunal Superior Electoral lo proclam¨® vencedor es porque ¡°esos del Supremo son unos militantes de la izquierda criminal¡±.

Douglas Luis, un empleado de seguridad privada de 35 a?os, estaba en la protesta de S?o Paulo para impedir el regreso al poder de Lula y convencido de que la anulaci¨®n de las condenas contra el l¨ªder del Partido de los Trabajadores no fue m¨¢s que un apa?o: ¡°No queremos un presidente que es un expresidiario que fue liberado con una firma¡±.

Entre los presentes en la protesta de S?o Paulo, brasile?os de todas las edades y colores vestidos con el verde y amarillo de la bandera: grupos de amigos, muchas parejas, algunas familias con ni?os y tambi¨¦n algunos aficionados a las motos o a las armas, reconocibles por los esl¨®ganes de sus camisetas porque en Brasil no se puede circular armado salvo en traslados muy concretos. El ambiente era de una extra?a mezcla de tensi¨®n y fiesta, con muchos de ellos haci¨¦ndose selfies o retransmitiendo en directo por redes sociales. En el momento ¨¢lgido eran unos 30.000 seg¨²n el recuento de unos investigadores de la Universidad de Sao Paulo.

Los medios brasile?os han tardado varias horas en informar sobre las protestas golpistas. Y ninguna autoridad del Estado se ha pronunciado.

Los manifestantes llegaban a las puertas del cuartel paulistano con los lemas bien coordinados. En la protesta hab¨ªa pocas pancartas y pocas proclamas. Eso s¨ª, coincidencia total en el apellido de la protesta. Todos reclamaban una ¡°intervenci¨®n federal¡±, nada de militar, para evitar ser tildados de golpistas. Y ninguna referencia al presidente Bolsonaro, con el ¨¢nimo de protegerlo ante posibles acusaciones futuras. En una peque?a ciudad llamada S?o Miguel do Oeste (en Santa Catarina, al sur), cientos de personas hicieron el saludo nazi mientras cantaban el himno brasile?o ante el cuartel local, seg¨²n muestra un v¨ªdeo que ha triunfado en redes.

Que este 2 de noviembre sea festivo, d¨ªa de Finados, posiblemente ha contribuido a aumentar la participaci¨®n en las protestas. Mientras, camioneros bolsonaristas siguen con los cortes de carreteras, pero las v¨ªas afectadas son menos que la v¨ªspera. Son bloqueos en unos 150 puntos (para entender la magnitud, Brasil tiene 5.000 municipios) que han empezado a afectar a algunos suministros esenciales. Un conductor ha atropellado y herido a siete seguidores del presidente en un bloqueo en S?o Paulo.

El presidente no tiene un partido que pueda considerar propio, se busc¨® unas siglas de conveniencia para las elecciones (el Partido Liberal), pero lidera un movimiento sin una estructura amplia ni s¨®lida que est¨¢ coordinado y es capaz de reunir grupos grandes en poco tiempo. Uno de los lemas m¨¢s celebrados de las manifestaciones bolsonaristas de los ¨²ltimos a?os y escuchado este mi¨¦rcoles es: ¡°Yo vine gratis¡±, en referencia a que el Partido de los Trabajadores de Lula a menudo moviliza a sus militantes en autobuses. Los seguidores del presidente presumen de llegar por sus propios medios.

Mientras su equipo inicia los trabajos para el traspaso de poderes, Lula se ha ido a descansar tres d¨ªas a una casa en una playa paradis¨ªaca del Estado de Bahia con su esposa, Janja. La campa?a impidi¨® a la pareja disfrutar de una luna de miel tras su boda en mayo.

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