Yolanda D¨ªaz y el lastre de Podemos
Si no corta ese cable, Iglesias arrastrar¨¢ a la vicepresidenta al fondo de ese gallinero paranoico en el que vive
Un d¨ªa despu¨¦s de arrojar culebras y sacos de esti¨¦rcol sobre Yolanda D¨ªaz en un auto de fe bautizado como la Uni de Podemos (uni, de universidad), el coportavoz del partido de Belarra, Javier S¨¢nchez Serna, sali¨® a pedir respeto en tono imperativo: ¡°Hay que respetar a Podemos¡±. Tras un fin de semana de burlas e insultos al proyecto de D¨ªaz, y despu¨¦s de haber condenado por traici¨®n a los ¨²ltimos cronistas y columnistas afines que les quedaban en la prensa, desde la soledad residencial de Somosaguas, reclamaban para s¨ª un respeto que jam¨¢s han concedido a los dem¨¢s. Con Pablo Iglesias a¨²n al frente de lo que una vez fue un movimiento pol¨ªtico, y en el tono m¨¢s marrullero y engorilado que se le recuerda, Podemos pide respeto, y al pedirlo confirma su irrelevancia en la articulaci¨®n de una izquierda a la izquierda del PSOE. Cualquier proyecto en ese sentido debe faltarle al respeto o ignorar lo que queda de Podemos. Yolanda D¨ªaz no tiene nada a¨²n, ni estructura ni plan, pero esa nada es la ¨²nica posibilidad de la izquierda a la izquierda del PSOE para pintar algo en la pr¨®xima legislatura. Podemos no va a ning¨²n sitio sin D¨ªaz, pero es probable que D¨ªaz tampoco llegue a ninguna parte si no suelta antes ese lastre resentido y chorreante de bilis.
Si no corta ese cable, Pablo Iglesias ¡ªel autodepuesto aunque a¨²n amado l¨ªder¡ª la arrastrar¨¢ al fondo de ese gallinero paranoico en el que vive, donde todos conspiran contra ¨¦l y no consiente que nadie ponga peros a su condici¨®n de v¨ªctima. No ha dejado Iglesias ni un resquicio para la tragedia. Su ca¨ªda no va a inspirar ni un verso. No ha permitido que se compadezcan de ¨¦l ni quienes comprometieron su reputaci¨®n e independencia de opinadores para defenderle, y hoy, ya sentenciados por herejes, se lamen las heridas en p¨²blico, liberados del voto de obediencia que se impusieron. Quien abander¨® la transversalidad y una pol¨ªtica participativa, abierta y ajena al partidismo e incluso a la rigidez ideol¨®gica (la que a¨²n propugna D¨ªaz en teor¨ªa) es hoy un predicador agresivo que amenaza con disparar balas que no son de fogueo (aunque espero que s¨ª metaf¨®ricas) contra todo lo que se mueva fuera de su podcast. Yolanda D¨ªaz y Sumar est¨¢n a tres insultos de ser incluidos en esa conspiraci¨®n. Ni Espa?a ni los votantes de izquierdas a la izquierda del PSOE merecen que su representaci¨®n pol¨ªtica est¨¦ tutelada por un personaje tan t¨®xico.
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